Tradición vitivinícola

La larga tradición vitivinícola del obispado de Arequipa

Marcela Cornejo D.
26-08-2012

Buller
Brown

Recientes estudios permiten ver en mejor perspectiva un campo hasta ahora poco explorado y relievado en la historiografía arequipeña y peruana en general (*). Se trata de la importante tradición vitivinícola que tuvieron los valles del Obispado de Arequipa durante el virreinato, principalmente los de Vítor, Majes y Moquegua. En menor medida, no cuantificable en la fuentes, hubo producción vitivinícola en varios valles menores como Siguas, Tambo, Locumba, Tacna y Arica (...En las postrimerías del decenio de 1570 las viñas aparecieron en en los valles de Majes, Sihuas, Víctor [sic.] y Tambo; ya en 1580 estas zonas estuvieron en plena producción para satisfacer la demanda de vino generada desde Cuzco y Potosí [...] En la década de 1580, empresarios arequipeños de origen español, con el fin de acercarse más a la villa imperial, se apoderaron para la vitivinicultura de los valles de Osmore (Moquegua), Lucumba [sic.], Cinto, Tacna y Arica [Gade 2005 :78-79])

Estos valles se encargaban de abastecer el vasto mercado generado por la actividad minera del sur peruano y el Alto Perú, donde descollaban las ricas vetas argentíferas del Cerro Rico de Potosí. Si bien el vino fue el primero en tener importante circulación, fue el aguardiente de vino de uva el que alcanzó las cuotas productivas mayoritarias [cf. Gade 2005 : 81]. Buller [2011] señala que el valle de Vítor orientó su producción principalmente a la ciudad de Arequipa y que su actividad por lo tanto fue la más estable y de más larga duración, que el de Majes proveyó principalmente a la zona del Cusco, Puno, La Paz, y el de Moquegua -el más productivo- a Potosí.

Podemos ver que la producción de vino y aguardiente fue la más temprana y principal actividad económica que tuvieron los valles del Obispado [Intendencia, a fines de la Colonia] y que puede hablarse de una tradición vitivinícola especializada de proyección regional de primera importancia que cubrió todo el periodo virreinal e inicios del republicano. Buller [2010] demuestra que se inicia a poco de fundada la ciudad [en 1540] y que el mayor auge de este fenómeno de larga duración transcurrió en el siglo XVIII hasta vísperas de la Independencia.

Los fundos vitivinícolas del Obispado de Arequipa abastecieron de vinos y aguardientes hasta Lima, en el ultimo tercio del siglo XVI. Esto se interrumpió abruptamente después del fuerte terremoto seguido de varios días de erupción volcánica que se dio en 1600, dejando estos valles asolados. Otro fuerte terremoto en 1604 no hizo sino prolongar una crisis productiva de la que no obstante, se observa recuperación en pocos lustros. En ese ínterin, cobró fuerza estratégica otro importante bloque productivo vitivinícola asentado en los valles de Ica, Pisco y Nasca, en el sur del Obispado de Lima, desde la década de 1550. Su mayor cercanía a la capital y su precios más competitivos, desplazaron a los productores arequipeños, que en adelante debieron desarrollar su dominio vitivinícola de larga duración en todo el sur del virreinato. Los valles de Ica Pisco y Nasca se orientaron a abastecer principalmente la región central y norteña llegando hasta Panamá. Desde el puerto de Pisco también se exportó hacia Chile.

Buller habla de una "economía del vino", es decir, de un sistema productivo de larga duración nucleado en éste y en el aguardiente fino que se derivaba de él, y que se reflejó no sólo en lo económico sino en lo social, lo político y lo religioso. Pone énfasis en que esta economía regional especializada fue posible porque hubo una dinamización de los mercados internos cuyo motor era la actividad minera, con el tiempo cada vez menos nucleada en Potosí y más diversificada en un amplio espacio sub-regional. Otros cultivos arequipeños importantes, cuya suma no igualó a la de la vid, fueron los de maíz, trigo y papa. Buller -que se apoya en parte en datos proporcionados por Brown- se centra en el análisis duro de tazmías y cuadrantes decimales del Archivo Arzobispal de Arequipa, es decir, de los tributos documentados por la Iglesia, pero es sabido que han habido varios otros diversos cultivos de larga tradición en los valles del Obispado, tanto de origen europeo como indígena, como el olivo y el ají.

Desde las reformas borbónicas y más aún con el logro de la Independencia, la actividad vitivinícola fué decayendo lentamente, lo que significó cambios estructurales profundos en la conformación de la elites locales y de los sistemas productivos llamados a ser la base de una nueva economía. En el régimen republicano se crea la frontera política con Bolivia [Charcas o Alto Perú] y comienza a haber el requisito de pagar impuestos para "exportar" el vino y el aguardiente derivado de él; además surge la competencia del aguardiente de caña [de menor calidad y más barato], que había sido prohibido durante el Virreinato [recordemos también que el boom minero altoperuano ya había pasado provocando con ello, la dispersión o re-adecuación de su burguesía]. Estos y otros factores llevaron al lento declive de esta actividad. No fue un proceso de la noche a la mañana; tomó varias décadas, y en ese transcurso cobraron fuerza nuevos valles [en Camaná y Tambo] y se re-adecuaron las estructuras productivas agrícola y ganadera. Además, en la segunda mitad del siglo XIX, el boom de la exportación de lanas de camélido y ovino a Inglaterra re-articuló el amplio espacio surandino, esta vez con epicentro en Arequipa y orientado en sentido inverso: a mercados externos. Ello significó la lenta conversión de la ciudad aldeana, chacreril, a ciudad mercantil, con el salto progresivo a la "modernidad" que implicaba.

Podemos distinguir a grandes trazos, al menos dos curvas productivas importantes de larga duración en la historia económica local [con sus altibajos internos]: un ciclo vitivinícola colonial (siglos XVI a XVIII, con lento declive en el XIX -desde 1816-) y otro ciclo lanero republicano [iniciado en la década de 1830, concentrado en los años de la República Aristocrática, y con lento declive hasta antes de la Reforma Agraria -1968-]. El uno, expresión del dominio colonialista español y el otro, del dominio colonialista británico.

Desde la década de 1960 aproximadamente, avanza de manera progresiva la implantación de un ciclo productivo protagonizado por la minería de pequeña, mediana y gran escala [con la empresa Cerro Verde a la cabeza, que busca ser cada vez más influyente en los sectores estratégicos de la política y la economía local], des-estructurando de manera acelerada formas tradicionales de producción basadas en la agro-ganadería, la pequeña y mediana industria y la actividad mercantil. Esto viene generando impactos socio-culturales [deterioro de la memoria y las tradiciones locales, intensos procesos migratorios, alienación, consumismo y "cultura de descarte" en las nuevas generaciones...] y medioambientales [contaminación, depredación impune del patrimonio paisajístico, invasiones ilegales, disputa estratégica por el recurso principal del agua...], aún no cabalmente conmensurados para enfrentar su solución con proyectos de consenso, sostenibles y de largo plazo, en que se pueda conjugar acertadamente, tradición y modernidad.

Uno de los principales símbolos monumentales de la "economía del vino", re-adecuado después a la "economía lanera", está en los numerosos tambos de origen colonial y republicano que aún perviven en la ciudad. Junto con la ingente industria artesanal de la chicha de guiñapo, que impregnaba cotidianamente la vida social del loncco chacarero y el ccala citadino, constatamos una notable tradición de la industria vitivinícola expresada en vinos y aguardientes finos de uva [brandy arequipeño o pisco]. A esta trilogía [cuyo sumun espirituoso es la tradicional bebida tiabayina de Bajada de Reyes Los tres reyes de Oriente: grandes caporales con capas sucesivas de chicha, vino y aguardiente] se suma la aclimatada tradición hispana del anisado, infaltable en el té pitiau de los domingos post-adobo y en los cócteles vespertinos.

Las industrias locales de larga tradición como la vitivinícola y la lanera-textil, están llamadas a ser re-valoradas en su vasta dimensión histórica, sociológica, económica y cultural, como legados de conocimiento que deben aplicarse en los proyectos de desarrollo regional presentes y proyectados al futuro. Sendos museos y bibliotecas dedicados a cada uno de estos dos grandes legados, serían un buen primer paso.

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* Kendall Brown: Borbones y aguardiente. la reforma imperial en el sur peruano: Arequipa en vísperas de la Independencia (Lima : Banco Central de Reserva del Perú ; Instituto de Estudio Peruanos, 2008, 322 p.) y Carlos Buller: Penínsulares y criollos : el surgimiento de una élite comercial importadora en Arequipa durante el tardío siglo XVIII (Lima : PUCP : Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Tesis (Br.) mención en Historia, 1988, 149 p.), La producción agrícola no especializada en vino de Arequipa (1772-1830) (Histórica. Lima : Pontificia Universidad Católica del Perú, Vol. 31, no. 2, 2007, pp. 69-113), Vinos Aguardiente y mercado. Auge y declive de la economía del vino en los valles de Arequipa (1770-1853) (Lima : Quellca. Centro de Estudios Andinos, 2011, 412 p.)



Enlaces

Vitivinicultura andina: difusión, medio ambiente y adaptación cultural - Daniel W. Gade

Vinos y élites en la América de la Conquista - Esteban Mira Caballos

Historia de la producción de vinos y piscos en el Perú - Lorenzo Huertas

Página web de Buller, sobre su libro

Viticultura y mercado en el Perú colonial: Arequipa 1770-1850 - Carlos Buller

La producción agrícola no especializada en vino de Arequipa (1772-1830) - Carlos Buller

Vinos de Majes y Moquega eran los más consumidos en el Perú y Bolivia durante la colonia

El prestigio del vino del Corregimiento de Arequipa en el siglo XVI - Alejandro Málaga Núñez-Zeballos (rev. Historia, Arequipa : UNSA, N° 9)

Los efectos de los desastres naturales en la producción vitivinícola de Moquegua y Arequipa (1600-1868) - Pedro Pablo Peralta

Producción de vino en el Valle de Vítor - Rosemary Quiroz Neyra (rev. Historia N° 6)

La agricultura en el Valle de Vítor: retornando al vino y al pisco - Rosemary Quiroz Neyra (rev. Historia N° 8)

Sociedad, identidad y regionalismo en Arequipa, 1780-1830 - Víctor Condori (rev. Historia, Arequipa : UNSA, N° 9)

Vítor, la cuna de viñas y bodegas de América - Luz Vilca

Vitivinicultura del Perú y Sudamérica nació en Arequipa - E. Luque

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Caravelí, tierra de piscos campeones

El origen del vino en Arequipa - Alejandro Málaga Nuñez-Zevallos

Moquegua pisquera

Vinos y aguardientes en las pampas rioplatenses - Julián Carrera (rev. Rivar, vol. I Nro. 2, 2004)

La industria vitivinícola colonial de Moquegua, Perú - Prudence Rice

La industria vitivinícola en Moquegua

San Bernabé Apóstol, patrono de la vitivinicultura en Moquegua

Vinos y piscos moqueguanos [video]

El pisco como capital cultural de Moquegua - W. Kapsoli, J. Rodriguez Pantigoso

Anis Nájar. Más de 150 años de tradición

Ruta del pisco: Nuevo circuito turístico de la región [vídeo] [FB]

AQP Pisco Club



Algunas bodegas en AQP:

Vinos y piscos Paz Soldán

Pisco Cepas de Loro

Pisco La Barrera

Majes Tradición

La Hacienda del Abuelo

Willqa Pisco

Torre de la Gala (de Octavio Torres de la Gala)

Viñas Toro Muerto [fuente]


Algunas bodegas en Moquegua:

Pisco Biondi

Omokewa

Bodega "El Mocho" (de Tomás Salas Alarcón)

Bodega Ghersi

Bodega Villegas [pisco Norvill]

Una forma de citar este texto:

Cornejo Díaz, Marcela
2012
La larga tradición vitivinícola del Obispado de Arequipa. En: Colesuyo. Recuperado de: https://sites.google.com/site/colesuyo/home/tradicion-vitivinicola [día/mes/año]