Arequipa patrimonial: presente y futuro

Desafíos y posibilidades del desarrollo urbanístico y paisajístico de Arequipa

Entrevista a Carlos Lozada García (partido político regional "Compromiso"), año 2013

Programa: "Salvo mejor parecer" (canal Viva TV)

Conducción: Federico y Belen Córdoba


Tenemos una ciudad conflictuada por falta de gobernantes que defiendan el interés público, y por una acción civil aún demasiado insuficiente.

Los intereses económicos particulares, en su afán desmedido de lucro, están destruyendo el potencial y el futuro de la ciudad. El entrevistado resalta dos tenazas que ahogan a Arequipa:

1. Las invasiones en terrenos eriazos que rodean la ciudad, que representan una apropiación ilegal de patrimonio público. Con la justificación de una necesidad, se alimenta un negocio de traficantes que han hecho de esto su forma de vida y de enriquecimiento ilícito, y que propician además, movimientos populares oportunistas que utilizan su derecho electoral para presionar y condicionar a los gobiernos de turno, a sus intereses individuales.

2. La campiña, un patrimonio ambiental y cultural de interés público, está siendo apropiada mediante cambios de uso ilegales, para beneficio de intereses privados (en esto participan constructores, propietarios y funcionarios corruptos, que permiten que se expropie y se privatice subrepticiamente este enorme valor patrimonial, esta plusvalía de bien público).

Estas dos grandes fuerzas representan intereses privados muy fuertes, que están destruyendo la ciudad. Despojan a la ciudadanía de patrimonio público con la complicidad y anuencia de autoridades corruptas que, en lugar de cumplir su deber de defender con firmeza a la ciudad, son cómplices de su devaluación y deterioro.

Añado estas otras dos tenazas que deterioran impunemente a Arequipa:

3. Un parque automotor que crece descontroladamente. Principalmente son taxistas y "empresas" de transporte público, cuyas asociaciones, como en el caso de las invasoras de terrenos, co-actan a los candidatos políticos o funcionarios en ejercicio (incluso candidatean ellos mismos), para lograr licencias irregulares que respondan a sus intereses particulares sin importarles que su actividad desborde, contamine y caotice la dinámica urbana de Arequipa.

4. El encarecimiento y desborde de servicios que genera la minería, legal e ilegal. La empresa minera Cerro Verde es la concesión "legal" mas grande y la más cercana a nuestra ciudad, a la cual ha convertido inconsultamente en su "campamento" providencial. Esta empresa compra las conciencias de la mayor parte de funcionarios del gobierno local y regional, del Poder Judicial, de los periodistas, e incluso ambientalistas, para que no se conozcan en su real dimensión los pasivos ambientales que causa, las ganancias que tiene -no sólo por el cobre sino por otros metales que extrae y no declara-, sus reales obligaciones tributarias y de canon, y sobre todo, sus estrategias de acaparamiento del agua en desmedro de los agricultores y los usuarios domésticos, que en la letra legal, deben tener prioridad de uso.

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Esta situación produce graves daños en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. La contaminación del aire y la pérdida de áreas verdes sin una correspondiente compensación ambiental (más aún tratándose de un valle de cabecera de la zona más desértica del mundo: Atacama), deteriora las condiciones básicas de salud y dignidad en que debe desarrollarse el ser humano. La campiña tipo "islas rústicas" (bolsones agrícolas cercados por ciudad) es la más vulnerable porque para la legislación es la más pasible de cambio de uso, cuando debería ser al revés: deberían salvarse con mayor empeño para mejorar la calidad ambiental y patrimonial de esas zonas.

Claro ejemplo del caos de ilegalidad que sufre Arequipa es el espacio alrededor de la avenida del aeropuerto (av. Aviación) y la carretera de la Vía de Evitamiento, que se han convertido en tierra de nadie. La rapiña cunde ahí. Agarran, acaparan, cercan, construyen depósitos, colegios, fábricas, grifos... todo sin mayor planificación ni regulación. Y dónde están los parques... cada urbanización se hace sobre dos hectáreas y deja un lote para el parque. Calles estrechas, vías truncas que no se continúan, que no van a facilitar el tránsito a futuro, sino que van a contribuir al caos y la congestión vehicular, que suman a la pérdida de valor de la ciudad.

La situación de la campiña es parecida a la de los monumentos del centro histórico: el interés de TODOS está por encima del interés particular del propietario. Obviamente, este tipo de propiedad requiere políticas de concientización del valor patrimonial que tienen estas propiedades, así como de apoyo y/o compensación pertinentes.

La ciudadanía no está organizada para defender su ciudad: no hacen sentir su voz organizaciones de base, clubes, organizaciones vecinales, asociaciones civiles, partidos políticos, etc., que hagan interlocución efectiva entre el ciudadano y la autoridad, para defender el bien público. Ante eso, las autoridades accionan a su "buen" entender y terminan cediendo a las presiones de intereses particulares que, en un círculo vicioso, implican caudal electoral oportunista. Se confunde de manera adrede, "informal" con "ILEGAL".

Cómo decir que Arequipa está en decadencia si "crece" bien. "Crecimiento" no es igual que "Desarrollo". Más movimiento económico, más autos, más malls, más discotecas, más consumo, más turistas... es crecimiento económico. Desarrollo es cuando mejora tangiblemente la calidad de vida de los habitantes permanentes: cuando mejora la salud, el entorno medio ambiental, el goce estético en eventos culturales de calidad, el nivel intelectual del ciudadano, la capacidad de soñar un futuro mejor... en fin, cuando hay condiciones dignas para el desarrollo de toda persona, de su familia y su comunidad.

Porqué estamos en decadencia: La calidad de vida de los arequipeños (y los numerosos migrantes avencidados) ha disminuido. Tenemos menor calidad de aire que se refleja en 20% de gente que sufre alergias respiratorias (asma), cosa que antes no había. Cuánto vale eso... cuantificarlo monetizarlo, nos llevaría sorpresas. La contaminación impune (ambiental, sonora, visual...), el caos en el transporte público, la carencia de un buen sistema de comercialización de alimentos, la insuficiencia de áreas verdes y de recreación dignas... En suma, la falta de planificación y respeto a la ley, como debe ser en toda sociedad civilizada. La otrora hermosa Arequipa se hace cada vez menos atractiva para el turismo y el habitante mismo. La ciudad se va devaluando. Vale menos porque estamos matando su fisonomía urbano-paisajística propia (única en el mundo) y por lo tanto, su capacidad de reforzar una identidad colectiva, y de dar bienestar real, de atraer buenas inversiones y buena migración (cerebros que aporten a su desarrollo material y espiritual, no sólo comerciantes y mano de obra técnica de cariz oportunista, desvinculada emocionalmente de la ciudad).

El problema es grande y la solución está sólo en nuestras manos, en quienes amamos Arequipa. Ningún "mesías" que llegue al sillón municipal o al gobierno regional va a solucionar esto. La responsabilidad está en los ciudadanos conscientes, capaces de indignarse, organizarse y reclamar con fundamento por su derecho a tener una vida digna, a conservar una ciudad única con una historia viva y una identidad propia. Su condición de bien patrimonial mundial (monumental y paisajístico) exige ese compromiso y trasciende cualquier ambición económica y electorera.

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