Libro de las Horas de Felipe el Hermoso

El original del Libro de Horas de Felipe el Hermoso, se encuentra en el Real Colegio del Corpus Christi de Valencia (España).

El libro que ingresó por donación en la biblioteca en el año 1732, está datado en 1505 y tiene influencia del Libro de Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry pintadas por los hermanos Linbourg. Se describen en él escenas de la vida cotidiana, tanto de la nobleza como del campesinado. En el libro, que probablemente procede del taller de Simón Bening, se describen imágenes litúrgicas y ciclos de la pasión, también distintos juegos infantiles en bellísimas viñetas para cada uno de los meses del año. El original es de papel de vitela. Está compuesto por 308 páginas, con más de 1000 miniaturas, 34 de ellas a página entera, iluminadas con oros, capitulares, orlas, escenas de juego. Su encuadernación es artesana, en fina piel de becerro, con ornatos de oro en marcas a fuego en lomo y cubiertas de clara influencia mudéjar.

Se compone de un calendario en el que se refería a los días por el nombre de la festividad religiosa o el santoral. También se menciona el tiempo cósmico, la sucesión de las estaciones y labores agrícolas, la influencia de los astros en la vida humana, duración del día y la noche y las variaciones del clima. Todo ello se complementa con refranes y proverbios que aconsejaban sobre cómo afrontar los cambios de tiempo sin riesgo para la salud y el bienestar. Comprende consejos para guiarse a lo largo del año. Se muestra una escena alusiva a las actividades propias de cada mes y al signo del zodiaco.

La doble página de los folios del manuscrito permite tener a la vista el calendario de un mes completo, con sus festividades mayores (escritas en tinta roja) y menores (en negro). Al comienzo una miniatura ilustra una escena alusiva a las actividades propias de ese mes y al signo del zodiaco correspondiente. Justo debajo puede leerse, escrito en tinta azul, un lema o proverbio referente al mes y a continuación viene el encabezamiento de la tabla del calendario, en cinco columnas, que corresponden a los 28 días del ciclo lunar, el número áureo de los 19 ciclos lunares, y las letras dominicales, que van de la A a la G en orden alfabético, los ordinales en sentido decreciente del calendario romano, y por fin las fiestas y conmemoraciones del santoral formando la columna más ancha, en la que se intercalan las indicaciones del día en que el sol entra en una nueva constelación. 

También en cada mes la duración aproximada del día y la noche para terminar con unos consejos para conservarse santo ante las variaciones del clima. 

Justo debajo de estas recomendaciones nacidas de la sabiduría popular, aparecen escenas apaisadas en las que niños son los protagonistas de juegos y chanzas. Se cree que el Libro de Horas fue para Felipe el Hermoso cuando era niño, o quizás a su hijo Carlos, futuro Emperador de Europa.

En cada mes aparecen los juegos y pasatiempos propios ara esas fechas. Así en el mes de marzo, con el final del invierno la actividad propia es la poda. Aparece el símbolo del zodiaco que es Aries. También se ve a niños que aparecen jugando al aro y a la peonza. De hecho en la  imagen se pueden observar a unos nobles recorriendo las calles con una peonza de látigo.

Este libro es también conocido como Libro de Horas del Colegio del Corpus Christi de Valencia.