Presentación Vol 3, No 10

Boletín APAR Vol. 3. No. 10

La Asociación Peruana de Arte Rupestre tiene nuevamente, por décima vez, el placer de comunicar la publicación del Boletín APAR, cuya presente edición es altamente significativa para nosotros, ya que hemos podido sacar a la luz notables e importantes trabajos de investigación en arte andino, quilcas y epistemología. Creemos que la extensa vocación académica del Boletín APAR esta reeditando en la inclusión de este patrimonio cultural dentro de los marcos de la investigación científica, arqueológica, de arte y de comunicación, como se hace con cualquier otro material cultural del pasado; y ese sentido extenso de pertenencia dentro del espectro material de nuestras reliquias antiguas hace que veamos el futuro de los estudios en las quilcas con serio optimismo.

El primer artículo es el segundo reporte sobre los geoglifos de Cerro Campana, un notable material cultural que no había sido documentado formalmente y que se encuentra en peligro eminente de destrucción debido básicamente a la desidia y el desinterés de las autoridades locales que no han tomado su existencia con la reserva requerida. Este trabajo es un esfuerzo intelectual para establecer la naturaleza arqueológica de los geoglifos y su ubicación en la historia de los valles Moche y Chicama. La definición fenomenológica de los materiales (geoglifos), sus características, ubicación, disposición y naturaleza formal son revisadas abiertamente por el autor de esta reseña y por Víctor Corcuera Cueva, en pro de defender el patrimonio, estableciendo un parámetro para su reconocimiento y su protección definitiva.

La segunda contribución es del renombrado investigador Federico Kauffmann Doig, quien expone un concienzudo análisis del llamado “Templo Pintado” de Nasca, donde se descubrieron más de una decena de pinturas murales, siete de las cuales constituyen representaciones de lo que el autor ha denominado el ser sobrenatural, Pisco-runa-pumapasimin (hombre pájaro con boca de felino), una notable representación antropomorfa de los antiguos pobladores de Nasca. Este artículo es muy importante porque discurre en una serie extensa de disquisiciones culturales y cronológicas usando estrategias cruzadas, arqueológicas y artísticas, logrando contextuar un complejo representativo que es arquetípico de algunas muestras rupestres sureñas. El maestro Kauffmann Doig expone sin duda un modelo de análisis multivariable, concluyendo incluso sobre aspectos representativos e ideológicos; esta es una lectura fundamental para el arte del sur peruano y la arqueología nacional.

A continuación tenemos el estudio del licenciado sanmarquino Pedro Vargas, quien está iniciando una serie de artículos sobre la definición de la escritura de Chavín. Nosotros hemos dicho que la escritura en el Perú no es un enigma nunca más y Pedro Vargas hace un gran alarde de argumentaciones nuevas al respecto. Lo más sobresaliente es que Vargas solo está examinando un rasgo figurativo: los ojos; y está llegando a niveles de complejidad usando relaciones jerarquizadas y deducciones lógicas. Toda la aproximación se basa en argumentaciones refutables, una condición para una definición científica de un problema, y el autor prueba fehacientemente sus hipótesis con la intención de aperturar un derrotero para la continuación de sus análisis. El artículo de Vargas es, debo decirlo, sobresaliente, crítico y definitorio; además, y de eso nos preciamos los sanmarquinos, confirma muchos de los planteamientos de Tello sobre el arte Chavín, significación, proceso y expansión, que dice mucho de Tello como investigador, y dice mucho más de los arqueólogos peruanos de hoy, que avanzan de la mano de los amautas nacionales en la comprensión y descubrimiento de su propio pasado.

Enrique Ruiz por su parte continúa la excelente secuencia de artículos sobre teoría del lenguaje, comunicación, escritura y cognición, con dos nuevas aportaciones que lidian con el desarrollo del lenguaje y la teoría de la adquisición del segundo idioma. Enrique Ruiz trata de categorizar los fenómenos relacionados al desarrollo del lenguaje y la existencia de las quilcas utilizando argumentos contextualizados y lógica de la comunicación, su perspectiva sobre la enseñanza y función de aprendizaje, escuelas, apunta a una comprensión universalista del fenómeno de las quilcas peruanas, usando teoría general. No obstante su base, Ruiz no se pierde en el limbo de la teoría y trata de establecer una relación directa entre el fenómeno físico, la quilca, y su connotación cognitiva dentro de los aspectos ya definidos. Creemos que el aporte de este autor, con una serie consecutiva que con seguridad sabemos que continuará, van a redundar en el desarrollo de una teoría de alto rango para la comprensión del fenómeno comunicativo y la escritura en el Perú, cuya base son las quilcas o arte rupestre.

Una contribución novedosa, y que nos place comentar, es el artículo de los investigadores argentinos Cristian Jacob, Ricardo Moyano, Félix Acuto e Ivan Leibowicz sobre lo que vienen llamando la “Quilca del Cielo”, de Salta, Argentina. Este artículo es interesante por varias razones, en primer lugar porque utiliza categorías nativas para la comprensión del fenómeno rupestre, que se hacen explicitas en los términos “quilca” y “quipu”. Y en segundo lugar porque establecen una discusión sólida sobre la base de un registro físico, planteando hipótesis de correspondencia material y estableciendo parámetros para la interpretación de la evidencia. El uso de términos como “quilca” o “quipu” ayuda notoriamente a comprender el arte rupestre andino en los mismos términos que lo hicieron nuestros ancestros, lo que permite, cognitivamente, acercarse al ideal de la valoración objetiva y original del material. Para nosotros, los peruanos, el termino “quilca” es tan crucial como la identificación positiva personal del nombre propio, el que se nos ha enajenado por influencias evidentemente coloniales. Los autores deben considera un avance su trabajo respecto a la identificación material, la astronomía y la identificación funcional de sus artefactos (quilcas), aunque deben hacerse todavía más aclaraciones sobre la cronología y el contexto arqueológico de estos materiales; no obstante, la presente debe considerarse un inicio significativo y estamos seguros que vamos a leer muchas más contribuciones de este preciado sitio y otros en los andes.

Finalmente queremos destacar la contribución de la historiadora de arte Alba Choque Porras, quien nos ha reseñado la preocupación del III Coloquio de Historia Regional, Arequipa 2011, por el estado calamitoso en que se encuentra el extraordinario sitio con quilcas de Toro Muerto. Esta reseña de centra en la firma de la Declaración por la Defensa, Conservación, Protección y Promoción de Toro Muerto y en el admirable rol que le toco ejercer al Amauta Federico Kauffmann Doig en esta labor, al llamar la atención de las autoridades, especialistas, investigadores y todos aquellos comprometido con el patrimonio, por el rescate y defensa de este inigualable sitio arqueológico. Este artículo es la expresión vívida del compromiso por la defensa de nuestro patrimonio cultural, y de aquellos que honrosamente se dan todo por hacer escuchar la voz de los que ya no están entre nosotros, nuestros abuelos, nuestros ancestros. Abrigamos la esperanza que esta reseña es el preludio de una serie de estudios sobre arte nacional que la licenciada Choque hará de contribuir con nosotros.

Varias recensiones se incluyen cerrando la edición: las conclusiones de la “IV Jornada de Arqueología e Historia de los Valles Sur Occidentales”, llevada a cabo en Tacna entre el 2 y 3 de diciembre del 2011, y las reseñas de los libros “Patinas de Tiempo y Surcos Vitales. Modalidades de Arte Rupestre en la Cuenca del Osmore, Moquegua” de Adán Umire y Ana Miranda, y “Los petroglifos de Punta Picata. Una Introducción al Arte Rupestre del Litoral Norte de Tacna” de Jesús Gordillo, Adán Umire y Gori Tumi. Estas contribuciones son un ejemplo de constancia en la investigación de las quilcas del Perú, y van a continuar sin descanso, eso ha de honrar siempre nuestro ancestro inmemorial y el mensaje que nos han legado para todas la generaciones.

Gori Tumi Echevarría López

Editor General

Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR)