Botellas de cristal. Recicladas de casa. Se pueden decorar en actividades previas. Aconsejamos utilizar en cada botella el mismo código de colores que en los boomhackers
Una jarra de agua y colorante: Se puede fabricar colorante casero con pinturas de distintos colores.
Un embudo: Material común en los laboratorios de Química de los centros educativos. Si no se disponen pueden adquirirse en cualquier bazar.
Una pipeta o cuentagotas: Material común en los laboratorios de Química de los centros educativos.
Teléfono móvil con aplicaciones gratuitas como Phyphox o Physics Toolbox que poseen detetector de tono.
Para afinar la botella, echamos un poco de agua y soplamos sobre ella para producir sonido, tal y como hemos realizado en otra actividad. Con el detector de tono anotamos la frecuencia del sonido y vamos rellenando o vaciando el contenido de líquido en la botella hasta que consigamos la nota que buscamos. Nos podemos ayudar de la pipeta para un ajuste más fino.
Podemos probar también con botellas de diferentes tamaños.
Cuando tengamos toda la escala con las botellas afinadas, entre todos los alumnos se puede tocar una escala ascendente primero y descendente después o incluso atreverse con una melodía sencilla.
Las notas altas y bajas se diferencian en su tono o altura. En esta cualidad del sonido se basa la ordenación de las escalas musicales. El tono se relaciona con la frecuencia de la onda sonora, lo rápido o lento con que se producen las vibraciones en la fuente sonora.
En la página web Convertidor de unidades encontrarás una calculadora de frecuencias de notas musicales, que convierte las notas musicales a sus frecuencias y permite además escuchar la nota seleccionada.
En este vídeo de Lemnismath, se explica la relación entre las matemáticas y la música y por qué tenemos 12 notas musicales.