historia de la erotomanía.

Psicopatología del delirio y la paranoia.

la erotomanía: historia y clínica clásica.

Tema V. Fenomenología de los trastornso delirantes, la paranoia.

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EROTOMANíA . Historia y formas clínicas de la psiquiatría clásica.

ver: Delirio erotomaníaco o La erotomanía de Clérambault.

ver: Tipos de delirios crónicos. Según escuela francesa de H. Ey.

El término de “melancolía erótica”, es descrito por de Jacques Ferrand. (“De la maladie de l´amour, ou la melancholie érotique “ 1623), y es una recopilación del saber clásico sobre la conducta amorosa y la melancolía de los amantes.


-“La monomanía erótica”:

Los antiguos alienistas describían la erotomanía esencialmente como «la locura del amor casto» (ESQUIROL, 1838). El erotomaníaco era juguete de su imaginación; «tenía el amor en la cabeza», lo que permitía oponerle a las «ninfómanas» y a los «satiríacos» . (“ninfomanía y satiriasis”, como formas de exaltación sexual, desinhibición y prodigalidad erótica).

Los autores antiguos ya habían advertido ya que los erotómanos no presentaban ninguna debilidad intelectual notable, que eran a veces finos y culti­vados, a pesar de algunos pequeños estigmas constitucionales bastante fre­cuentes. Su castidad obedecía a diversas causas (timidez, celibato profe­sional); pero se señalaban a veces de un modo bastante súbito por bruscas empresas cerca de un ser en el que un detalle personal respondía al ideal que ellos se habían forjado, o porque se imaginaban haber sido distinguidos por el objeto de sus solicitudes. Según el sexo del enamorado, se trataba de una gran dama, de una «vedette», de una actriz, o bien de un político, un escribano, un presbítero, un médico, etc.

La erotomanía podía asociarse a la inversión sexual; Y en ocasiones, el objeto amado era inaccesible o místico (La Virgen, o un santo).

La vivencia de éxtasis, de ser amado por la divinidad: “Cristo me habla, me ama”, puede adquirir carácter de delirio místico, con alucinaciones cenestésicas, sexuales, y de posesión por “íncubos, súcubos”.

La erotomanía -para los autores de esa época-­ correspondía siempre a una finalidad elevada e ideal, y en torno al criterio de la castidad .

-Sobre causas sobrenaturales de posesión amorosa.

No confundir la erotomanía con el delirio de posesión sexual, “sobrenatural, místico”, descrito en forma de íncubo y súcubo.

Mujeres fecundadas por “demonios íncubos”, en viudas atormentadas por melancolía erótica. Otras veces, el Súcubo: espíritu maligno está disfrazado de algún cuerpo muerto para atraer a lujuriosos y tener relaciones con él.

Conductas de exaltación sexual, desinhibición erótica, descritas por los clásicos como: “La satiriasis” y el “furor uterino”. Son propias de la exhibición maníaca, al igual que “El priapismo” o satiriasis de los hombres, serían formas de manía. (según texto de J. Ferrand. “Melancolía erótica”.)

Ver también los términos de: “psicosis de la vieja doncella”, “paranoia erótica” e “ilusiones eróticas autorreferenciales” (delirio de apreciación erótica).

Benjamin Ball. Nápoles (1833)/París (1893).

Interno de Joseph Moreau de Tours (104-1884), médico y filósofo que trabajó con Esquirol en Charenton, quien fue médico jefe de la Bicêtre y autor de: "Du haschisch et de l´aliénation mentale, 1845". Discípulo de Lasègue y compañero de Magnan,..Charcot.

Ball fue el primer titular de la cátedra de "enfermedades mentales y del encéfalo" en el hsopital Sainte-Anne de París. Cofundador (con Jules Luys) en 1881 de la revista L´Encéphale.

Ver el texto: Benjamin BALL, « L’Érotomanie ou la folie de l’amour chaste », La folie érotique, Librairie J.-B. Baillère et fils, Paris, 1888..

« L’érotomanie, dit Esquirol, diffère essentiellement de la nymphomanie et du satyriasis. Dans celle-ci le mal naît des organes reproducteurs, dont l’irritation réagit sur le cerveau ; dans l’érotomanie, l’amour est dans la tête. Le nymphomane et le satyrisiaque sont victimes d’un désordre physique ; l’érotomaniaque est le jouet de son imagination ». Cette distinction est à mon avis pleinement justifiée.

Mais elle est insuffisante et doit être complétée par l’histoire de la dépravation sexuelle qui conduit souvent les malades à ces excès immondes que les tribunaux sont appelés à réprimer.

On peut donc, je crois, formuler au point de vue didactique la classification suivante :

-Contribución de Krafft-Ebing (1840-1902).

En su “Test Book of Insanity (1905). Describe la “paranoia erótica”, sinónimo de erotomanía, dentro del grupo de las “psicosis funcionales”, o “enfermedades sin lesiones anatomopatológicas”, como una variedad de la paranoia.

“el núcleo de toda la enfermedad es la idea delirante de ser distinguido y amado por una persona del sexo opuesto que normalmente pertenece a una clase social superior. El amor por tal persona es romántico, entusiasta, pero absolutamente platónico...”

“pronto muestran un aspecto tímido y raro en sociedad, más notorio en el trato con personas del otro sexo. Buscan en vano una expresión viva del instinto sexual que resulte en satisfacción sensual.

Krafft-Ebing alude a la frecuente de pacientes masculinos, y con ausencia de instinto sexual o perversión sexual conducente al onanismo.

-Contribución de E. Krerschmer (1927).

Introdujo el concepto de “psicosis de autoreferencia erótica”.

“the erotic self-reference psicosis of old maids”. Con características propias de los “delirios sensitivos de referencia”, en este caso “delirio de las solteronas”.

-Contribución de G. DE CLÉRAMBAULT a la erotomanía:

-La erotomanía consistía esencialmente en «la ilusión delirante de ser amado». En este «erotismo orgulloso», en que el objeto goza siempre de cierto prestigio a los ojos del sujeto, y permanece único a lo largo de la psicosis. El tema se desarrolla mucho más como una idea fija que como delirio, según la observación de M. LECONTE.

Tal era la “erotomanía pura” que convenía oponer a las formas erotomaníacas asociadas de ciertos delirios progresivos (delirios con erotomanía), o de ciertas psicosis (parálisis general, histerismo, y hasta esquizofrenia), sobre todo cuando comprendían alucinaciones genitales.

CLÉRAMBAULT describió las tres fases características de la evolu­ción de la erotomanía pura: esperanza, despecho, rencor, que condicionan la conducta del enfermo.

-El comienzo es siempre brusco, preciso, a modo de «flechazo», y se establece sobre el postulado ideo-afectivo de que el sujeto es amado por el objeto, prendado el primero y que seguirá amando más que el sujeto, sean cuales fueren las paradojas de su conducta ulterior. Sobre tal base van bor­dándose habitualmente temas imaginativos o interpretativos.

Cada etapa de la evolución se caracteriza por un modo de reacción significativo: a la esperanza responden las gestiones ambiciosas; al despecho, las acusaciones engañosas, y al rencor, las reivindicaciones interesadas.

Atrayendo por su parte la atención hacia el elemento pasional, y por consiguiente afectivo, de la erotomanía, DIDE y GUIRAUD marcan una dis­tinción entre los erotómanos genuinos o “amantes apasionados” (que no han de ser sistemáticamente castos) y los “idealistas enamorados” (siempre plató­nicos), que son una variedad temática de los «idealistas apasionados».

Sea cual fuere el punto de vista nosológico, y el matiz a que pertenece el enfermo o la enferma, los elementos pasionales delirantes e idealistas (con el corolario habitual de castidad en la solicitud) suelen ser fáciles de poner en evidencia en el mismo sujeto, con grados diversos.

Las alteraciones mentales sobre las que se desarrolla el delirio son diver­sas, pero casi nunca falta la estructura paranoica de éste, y la inestabilidad emocional es constante.

En casi todos los casos, la evolución es crónica, y las remisiones excep­cionales, y el delirio resiste a toda demostración y a toda terapéutica. Sólo puede dar resultado a veces la intimidación (DIDE y GUIRAUD), pero son más prudentes medidas previas de prevención y de protección (internamiento).

En efecto, la conducta del erotómano es bastante paralela a la del reivindicador.

Sin duda existen algunos enamorados discretos que nunca abor­dan al objeto amado, o soportan voluptuosamente -por cierto masoquis­mo- la prueba de su desdén. Pero se pueden ver todos los grados de la insistencia, desde la vulgar solicitud de conversación, la correspondencia asidua: la petición de matrimonio, los testimonios de homenaje más o menos ostensibles (ramilletes ofrecidos en publico, acosos indiscretos, etc.), hasta las vías de hecho y el atentado auténtico o simulado con objeto de llamar la atención, y aun el crimen por celos (cuya principal víctima suele ser el cónyuge del sujeto asediado). Tal vez el atentado contra el pudor y la violencia son los únicos actos que faltan en la lista de los que comprende el aspecto médico-legal de las reacciones del erotómano.

De la erotomanía a la paranoia.

Estas reacciones tienen a veces un carácter definitivo en las formas en que el erotómano se cree perseguido por el objeto. De sujeto amado por el Objeto, a perseguido por él.

A efectos legales, y responsabilidad de sus actos:

Como es natural, la irresponsabilidad de estos maníacos constituye la regla.

La verdadera dificultad del peritaje médico se encuentra algunas veces en los casos límites, para discernir entre la pasión simple del amor (el «delirio» de los enamorados) y la pasión delirante (propia de la erotomanía).

Bibliografía sobre la erotomanía:

-Diccionario de psiquiatría de Antoine Porot. Ed. Labor. 1962.

-Historia de la depresión y de la melancolía. Desde Hipócrates a la época moderna. Stanley W. Jackson. Editorial Turner. 1996.

-Melancolía erótica o enfermedad del amor. (De la maladie de l´amour, ou mélancholie érotique). De Jacques Ferrand. Editado por A.E.N. (Asociación Española de Neuropsiquiatría, Sección Historia). Madrid. 1996.

-De Clérambault, C.G. (1942). Les psychoses Passionnelles, Ouvre Psychiatrique. Paris : Press Universitaires.

-Berrios GE, Kennedy N. Erotomania: a conceptual history.

Hist Psychiatry. 2002 Dec;13. :381-400.

- Munro, A. (1999) Delusional disorder: Paranoia and related illnesses. Cambridge: Cambridge University

Forma de contactar con el organizador:

Carta a: Dr. José Luis Día Sahún..

“Seminario de Psicopatología descriptiva y fenomenología”

Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio de Psiquiatría

Paseo Isabel La Católica 1-3. 5.009 Zaragoza.

Tf: 976 76 55 00. FAX: 976 76 56 12.

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