La corriente eléctrica llega hasta nuestros hogares a través de la acometida, que conecta con la caja general de protección (CGP), donde existen unos cables de grosor calibrado llamados fusibles que evitan cortocircuitos, al fundirse si la intensidad es excesiva. Los bomberos siempre tienen acceso a la CGP para desconectar el edificio en situaciones de emergencia.
CGP de un bloque de viviendas
En viviendas individuales, el contador está en la CGP
El contador es un pequeño electroimán por el que pasa la corriente que demanda el consumidor. Este electroimán produce el giro de un disco de aluminio que, mediante un sistema de engranajes, proporciona una lectura del consumo de energía eléctrica en kW·h
Contador de consumo eléctrico
A continuación del contador se encuentra el cuadro de mando y protección, que siempre está a la entrada de nuestras casas. En él invariablemente se encuentra un interruptor de control de potencia (ICP) instalado por la empresa suministradora y que limita la corriente al valor que tengamos contratado. También hay otro interruptor general automático (IGA) y un interruptor diferencial (ID) que corta la corriente antes de que una persona reciba un calambrazo peligroso y tantos interruptores automáticos (PIA) como circuitos haya en la vivienda, para proteger las instalaciones contra un cortocircuito o un sobrecalentamiento.
Los principales circuitos que tenemos son de alumbrado y enchufes para electrodomésticos; la cocina suele tener un PIA propio, así como la calefacción y el aire acondicionado.
ELEMENTOS DE PROTECCIÓN
Los dos elementos principales de protección en el cuadro de mando y protección son:
Interruptores Automáticos (ICP, IGA y PIA)
El funcionamiento de los interruptores automáticos consiste en que el cable se enrolla en un electroimán, y cuando la corriente que pasa por él es excesiva, el electroimán atrae una palanca metálica que desconecta la línea:
Funcionamiento térmico
Funcionamiento electromagnético
Interruptor diferencial
Por su parte, el diferencial es un conjunto de dos electroimanes, cada uno formado por un cable de entrada y otro de salida de corriente. Cuando ambas corrientes son iguales, el magnetismo total está compensado, pero si por un cable circula más intensidad que por el otro (señal de fuga porque alguien se está llevando un calambrazo), aparece una magnetización que desconecta la línea:
El interruptor diferencial siempre tiene un botón para probar su funcionamiento, lo cual es recomendable realizar de vez en cuando.
En realidad se procura que nadie reciba calambrazos, y para ello se instala el conductor de tierra, al que se conectan todas las carcasas metálicas de los electrodomésticos, a fin de que las posibles fugas de corriente se deriven al suelo, camino secundario de vuelta a las centrales eléctricas. Este conductor se identifica por su color amarillo y verde.
CABLEADO
Los conductores pueden ser hilos, alambre de cobre recubierto de plástico introducidos en tubos corrugados empotrados en las paredes, o bien cables flexibles formados por pelos de cobre recubiertos por plástico para instalaciones de superficie.
Aunque la utilización de corriente alterna es universal, aún se trabaja con conceptos de continua, y se habla de conductores de fase refiriéndonos a los que traen la corriente y conductor neutro al de vuelta. En realidad por todos se mueven electrones en forma de vaivén, y tocar uno suele significar recibir un calambrazo.
En Europa, los conductores de fase tienen color marrón, negro o gris, el neutro es de color azul, y el verde y amarillo es el conductor de tierra.
ELEMENTOS DE CONTROL
Para controlar el paso de la corriente por el cableado se dispone de los elementos de control, que pueden ser:
enchufes
pulsadores normalmente abiertos o normalmente cerrados, que se diferencian por el estado en que se encuentran cuando no se pulsan.
interruptores unipolares o bipolares, que se diferencian en que cortan uno o ambos conductores.
conmutadores, que dirigen la corriente hacia un circuito u otro.
RECEPTORES
Por fin, llega la corriente a los receptores, que transforman la energía eléctrica en otros tipos de energía como luz (lámparas y luminarias), en calor (resistencias), movimiento (motores), sonido (altavoces o timbres), ... En los hogares, los receptores normalmente son los electrodomésticos, que se clasifican comercialmente en tres grupos:
La línea marrón hace referencia al conjunto de electrodomésticos de vídeo y audio, tales como televisores, reproductores de música, home cinema, etc.
La línea blanca se refiere a los principales electrodomésticos vinculados a la cocina y limpieza del hogar, tales como cocina, horno, lavadora, frigorífico, lavavajillas, congelador, aire acondicionado, secadora, etc.
Los pequeños electrodomésticos son aparatos eléctricos pequeños que se utilizan para muchas tareas diferentes como las planchas, aspiradoras, estufas, ventiladores, microondas, cafeteras, batidoras, freidoras o depiladoras.
En los países de la Unión Europea los fabricantes de electrodomésticos están obligados a etiquetar sus productos con la llamada etiqueta energética, con el fin de contribuir al ahorro energético. La etiqueta energética indica la cantidad de energía que consume un electrodoméstico y la eficiencia con que utiliza esa energía en relación con el consumo medio de ese tipo de electrodomésticos, además de otros datos complementarios del aparato. Existen siete clases de etiquetas energéticas que se tipifican, en función de los consumos eléctricos, en diferentes colores y con letras del abecedario de la A hasta la G:
Para saber más: