Los espacios de sociabilidad en família o las visitas se convertirán en uno de los elementos más importantes de la casa, sobre todo a partir del siglo XVIII, cuando aparecen por primera vez estancias “especializadas” como el comedor y el mobiliario irá ganando protagonismo en todos los ámbitos. El salón como espacio privilegiado de la conversación, que se convertirá en todo un arte en el universo social del París de la Ilustración y la galantería una de las virtudes más aclamadas en el juego de la mundanidad.
Espacios para el juego y otras modalidades de ocio. Espacios de complicidad para compartir en pareja, para “hacerse compañía”, escuchar una lectura o concentrarse en una tarea. Espacios de cortejo y galantería, transgrediendo la posibilidad de una mirada indiscreta. Espacios de cómoda privacidad y espacios comunitarios como un patio o terraza de vecinos con la ropa tendida al sol. Vivir y convivir, necesidad y reto.