A partir de la época moderna y la publicación de obras como Il Cortegiano, de Baldassare di Castiglione, la instrucción y la cultura serán valores en auge para reforzar el prestigio de las clases acomodadas, por lo que el coleccionismo artístico será visto como signo de refinamiento. La música, como arte liberal, ya iba tradicionalmente ligada a la ciencia, y todos los tratados de civilidad y buenas maneras la han considerado una praxis indicativa de una buena educación incluso para las mujeres. También era liberal el arte de la poesía y como poeta retrata Fede Galizia a Paolo Morigia.
Finalmente, el mundo moderno ya será el de la ciencia donde algunas mujeres se harán lugar, como la botánica, entomóloga y dibujante Maria Sybila Merian, o la matemática Émilie du Châtelet y Marie-Anne de Lavoisier, fiel colaboradora de su marido, que le dió el nombre pero no la fama ni el derecho a ser considerada la “madre” de la química moderna.