QuedARTE en casa

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Introducción

PAISAJE INTERIOR O DE LOS VARIOS MODOS DE “ESTAR EN CASA”

En 1916 John William Waterhouse realizó esta pintura evocadora de una de las obras principales de la literatura universal: Il Decamerone, de Giovanni Boccaccio, escrita justo después de la Peste Negra, la epidemia que arrasó media Europa y que marcó el inicio de una nueva época. La obra de Boccaccio se estructura en un centenar de historias que serán explicadas durante diez días por diez jóvenes, que se retiran a las afueras de Florencia durante los estragos de la peste y harán de este modo más soportable el confinamiento.

Queremos hacer desde aquí una modesta propuesta visual, a través de una galería de imágenes, de cómo la Historia del arte ha representado el hecho de “estar en casa”. Más de 500 imágenes correspondientes, con excepciones escasas, a las épocas moderna y contemporánea y de carácter figurativo, buscando simplemente el recurso visualmente “empático” con nuestra cotidianeidad en estos días.

La galería se divide en varios apartados que pretenden abarcar distintos aspectos de lo que conforma el hecho de “estar en casa”: desde la presencia de los niños, los espacios compartidos, el ocio, la intimidad (en solitario o en compañía), pasando por la lectura durante las horas muertas y sin nada que hacer. La casa como espacio de cuidados o como refugio desde donde ver el exterior a través de la ventana, pero también la casa como espacio de conflicto y, en ocasiones, el espacio del abuso o de cómo a veces “tener casa” no equivale a tener un hogar.

Veremos cómo tantas representaciones artísticas han sido atravesadas por estereotipos de género o cómo el arte ha contribuído también a sostener esta construcción social y simbólica durante buena parte de la historia y dónde hemos tenido que buscar concienzudamente para introducir imágenes con la presencia del hombre en el espacio más asociado a las mujeres y a los niños. Todo ello introduciendo al menos un tercio de las imágenes correspondientes a obra de mujeres artistas que nos presentan también su visión de lo que sucede “puertas adentro”. La paridad en este caso no ha podido conseguirse, pero sí ha existido en todo momento la voluntad de hacer presente la perspectiva de género, así como la diversidad sexual y corporal, ni que sea en pequeñas proporciones.

Esperamos pues que desde vuestra “habitación propia”, el paseo virtual por este “paisaje interior” os sea agradable.

Una historia del Decameron de John William Waterhouse, 1916