Porfirio Barba Jacob - Sabiduría

Nada a las fuerzas próvidas demando,

pues mi propia virtud he comprendido.

Me basta oír el perennal ruido

que en la concha marina está sonando.


Y un lecho duro y un ensueño blando;

y ante la luz, en vela mi sentido

para advertir la sombra que al olvido

el ser impulsa y no sabemos cuándo...


Fijar las lonas de mi móvil tienda

junto a los calcinados precipicios

de donde un soplo de misterio ascienda;


y al amparo de númenes propicios,

en dilatada soledad tremenda

bruñir mi obra y cultivar mis vicios.