Porfirio Barba Jacob
Pecado original

Vela sus rojos granos de granada

En purpúrea prisión; mansos y fieles

Cruzan tranquilamente los lebreles

Por la tierra tranquila y sosegada.

 

La estrella está en sí misma embelesada;

Tiene el trigal sus oros y sus mieles,

Y la fuente de líquidos caireles

No pide nada la Numen nada… nada… nada…

 

Todo se ajusta a la ley: el monte, el río,

El mar profundo en su profunda ciencia,

Su áspero hervor y su nocturno brío:

 

¡Sólo yo pierdo la inefable esencia

De la vida inocente, porque crío

Tu gusano letal, Concupiscencia!

El Imparcial, Guatemala, Sep. 21, 1922.