Porfirio Barba Jacob

Retrato de un jovencito

Pintad un hombre joven... con palabras leales

y puras; con palabras de ensueño y de emoción:

que haya en la estrofa el ritmo de los golpes cordiales

y en la rima el encanto móvil de la ilusión.


Destacad su figura, neta, contra el azul

del cielo, en la mañana florida, sonreída:

que el sol la bañe al sesgo y la deje bruñida,

que destelle en los ojos una luz encendida,

que haga temblar las carnes un ansia contenida

y que el torso, y la frente, y los brazos nervudos,

y el cándido mirar, y la ciega esperanza,

¡compendien el radiante misterio de la vida!


Monterey. México. D.F. México, 1911.