Porfirio Barba Jacob
Lima

Lima es como un lienzo

Lleno de colores

Que arrulla mis horas

Ayunas de amores…

 

Todas las mañanas nacía de una ojera,

Limpiaba las cúpulas con albo pañuelo,

Y se dibuja –un poco azulina

Sobre el escarlata límpido del cielo.

A veces lloraba –tiernamente ungida

Por constelaciones de finos diamantes-.

Recogía colores con delicadeza,

Y con el del cielo,

Plasmaba en hermoso cuadro la tristeza.

 

-Sus horas pintadas,

Galas de donceles,

Eran como un bello

Trotar de pinceles-

 

Pero sobre todas las amables horas,

¡Oh, sus deliciosas noches pecadoras!,

Muerte y vida juntas, dentro de un temblor;

¡Azules delirios, fiebres tentadoras,

Que hacen de la vida la ley del amor!

Bogotá, Colombia, abril, 1928.