Anne Sexton
La verdad que los muertos saben

Para mi madre, nacida en marzo de 1902, muerta en marzo de 1959

y para mi padre, nacido en febrero de 1900, muerto en junio de 1959



Murió, digo, y del templo ya me alejo

sin procesión a la tumba inclemente,

vayan solos los muertos y el cortejo.

Es junio. Ya me cansa ser valiente.


Conducimos al Cabo. Yo me entierro

donde el cielo y el sol rojo se hieren

y el mar se mece cual portal de hierro

y lo tocamos. Mientras, otros mueren.


Amor, el viento azota sin piedad

trae agua inmaculada que al tocar

nos conmueve. Ya no hay soledad.

Muchos, por esto, llegan a matar.


¿Qué pasa con los muertos? Sin calzado

en sus barcos de piedra yacen, ellos

piedra también, como un mar congelado.

No son santos; nudillos, ojos, cuellos.