Alfonsina Storni
Una mirada

La perdí de mi vida; en vano en los plurales

rostros, el fulgor busco de su flúido divino;

no hay copias de sus ojos; tan sólo un hombre vino

con ellas a la tierra; no hay pupilas iguales;


Redondo el globo blanco, mundo que anda despacio;

y la pupila aguda, cazadora y ceñida;

y la cuenca de sombras por rayos recorrida.

(Pretextos de que nazca la llama y logre espacio).


No más bellas que tantas otras bellas pupilas.

Tantas. Si las prendieran en desusadas filas,

como collar del mundo, serían su atavío.


Pero lo que adoraba no es lo mejor: yo busco

un modo de asomarse; el luminoso y fusco

resplandor de dos únicos orbes: lo que era mío.