Alfonsina Storni

La sirena

Llévate el torbellino de las horas

y el cobalto del cielo y el ropaje

de mi árbol de septiembre y la mirada

del que abría soles en el pecho.


Apágame las rosas de la cara

y espántame la risa de los labios

y mezquíname el pan entre los dientes,

vida; y el ramo de mis versos, niega.


Mas déjame la máquina de azules

que suelta sus poleas en la frente

y un pensamiento vivo entre las ruinas;


Lo haré alentar como sirena en campo

de mutilados y las rotas nubes

por él se harán al cielo, vela en alto.