Hablemos de la Virgen
Hermanos y hermanas, en la reunión de ayer algunos hermanos nos preguntaron por qué no hablábamos de la Virgen. Antes de empezar el tema de la reunión de hoy: las tres etapas de la obra de Dios, volvamos a ver esta verdad
Espero que lo que hemos escuchado nos ayude a entender más la verdad de Dios.
Pensamiento 1: Obedece a María y habla con sabiduría
Querida, cuando llegué por primera vez a la Iglesia de Dios Todopoderoso como tú, comencé a tener preguntas similares sobre la Virgen como algunos de mis hermanos y hermanas. Al principio no lo entendí hasta que mis hermanos y hermanas me dijeron la verdad a través de la Palabra de Dios.
Cuando leemos la Biblia, sólo predice el regreso del Señor Jesús, pero no que María vuelva con él. Antes de ascender al cielo, Jesús habló de su regreso a la tierra en los últimos días, pero no mencionó que vendría con su madre, María.
Mateo 24:44: “Por tanto, estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando no lo esperéis.” Y así sucesivamente.
Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. (Juan 16:12-13)
¿Estás de acuerdo en que aquí no se menciona a la madre del Señor Jesús?
Ya que Dios ha hecho una nueva obra. Sólo los humanos podemos aceptar la nueva obra de Dios, seguir sus pasos y someternos a su voluntad. María resucitó al Señor Jesús y cumplió su misión, siendo su objetivo que todos escucháramos las palabras de su Hijo Jesucristo. El Señor Jesús prometió venir de nuevo en los últimos días para salvarnos. También es un gran honor para María, su madre, que hayamos recibido de él la salvación de Dios en los últimos días y hayamos acogido de nuevo al Señor Jesús. Por supuesto, María, la madre de Jesús, quiere que recibamos la salvación de Dios en los últimos días. ¿Está de acuerdo?
Cuando Dios se hizo carne y actuó en la tierra en nombre de Jesús hace más de dos mil años
Fue María quien, a través de su educación, dio gran cuidado y amor al Señor Jesús.
Pero cuando Dios se hizo carne por segunda vez en los últimos días para completar la obra de salvar a la humanidad y poner fin a la Era de la Gracia, fue entonces cuando Dios obró solo.
Por supuesto, María, la madre de Jesús, se sentará en su morada celestial. Esta vez, sin embargo, es Dios mismo quien hace su obra. Por lo tanto, deberíamos escuchar más las propias palabras de Dios, como nos recuerda.
Dios Todopoderoso dice: “Dios mismo es quien debe llevar a cabo Su obra. Él es quien la pone en marcha y también quien la concluye. Él es quien planea la obra y también quien la gestiona, y, aún más, Él es quien la lleva a buen término. Tal y como se dice en la Biblia: “Yo soy el principio y el fin; soy el Sembrador y el Segador”. Todo lo relacionado con la obra de Su gestión, lo hace Dios mismo. Él es el gobernante del plan de gestión de seis mil años; nadie puede llevar a cabo Su obra en Su lugar ni concluirla, porque Él es quien tiene todo en Sus manos. Como Él creó el mundo, ¡guiará al mundo entero para que viva en Su luz y también concluirá la era en su totalidad y llevará, así, a buen término la totalidad de Su plan!”
Respetamos a María, la madre del Señor Jesús, y estamos dispuestos a seguir su ejemplo y a escuchar su voz. Sin embargo, hoy en día mucha gente calumnia y ridiculiza, especialmente a la gente de izquierdas y comunista y a los testigos de Jehová. Los que creemos en Dios Todopoderoso debemos defenderlo, así como el Señor Jesús, el Hijo de María. Fue la propia María quien escuchó la palabra de Dios y aceptó el encargo de Dios de dar a luz al Señor Jesús, para que el plan de Dios funcionara según su voluntad. Todo lo que hizo estaba de acuerdo con el corazón de Dios, y por eso la queremos tanto.
También nosotros debemos aprender de María a escuchar la palabra de Dios y a seguir la nueva obra del Dios Todopoderoso. Creo que María quiere que hagamos lo que nos mandó su Hijo, el Señor Jesús, que vuelve al final de los tiempos y toma un nuevo nombre, Dios Todopoderoso. Amén.
Si alguien quiere hablar de este tema con más detalle, puedo reunirme con él en Messenger después de la predicación. ¿De acuerdo?