Facultad de Ciencias Sociales

Resultados Sistema de EVALUACIÓN 2018

1. Bidireccionalidad.

En cuanto a la relación de cooperación en las definiciones, el indicador de estructura organizacional compartida alcanza el 70,8% de cumplimiento, siendo el factor de mayor desarrollo dentro de la dimensión. Esto es confirmado con la descripción que hacen los entrevistados de la implementación y relación general entre las partes, las iniciativas muestran una relación grosso modo, entre iguales, lo cual se refleja en las referencias a la complementariedad que describen las partes sobre su trabajo con las organizaciones y la UAH, caracterizada como fluida y estable, de mutua valoración.

“Efectivamente, lo dejo bien claro, para nosotros si es un trabajo en conjunto, porque desde la forma en que hemos abordado los datos, hasta los productos que esperamos retribuir, están pensados como en este diálogo constante y fluido”.

De esta manera, creemos que la unidad es capaz de construir proyectos donde los roles son claros, compartidos y donde existe una toma de definiciones del proyecto de manera conjunta.

Se observa por parte de los gestores internos, capacidad de aprendizaje y adaptación según las exigencias de sus contrapartes. En esta línea, destaca la presencia discursiva del requisito de la devolución a las/os participantes, donde se muestran los “productos” y se rinde cuenta sobre el proceso general. A pesar de esto el 33,3% alcanzado en esta dimensión nos muestra que debe respaldarse esta área para poder mejorar la rendición de cuenta tanto interna como externa

No obstante, cuando nos concentramos en la manera en que se identifica la necesidad que da paso a la iniciativa, se visualiza una perspectiva más asistencial y débil. El indicador de procesamiento de la demanda solo llega a un 33,3% de cumplimiento, lo cual demuestra la necesidad de observar sus debilidades. El campo cualitativo nos indica que existe una mirada donde el problema es definido por la universidad y donde nuestra institución “ofrece” hacer algo, coincidiendo con una lógica transferencista que se aleja de la perspectiva que esta dirección a impulsado para la VcM. Como señala una contraparte, “En el fondo, cuando hemos trabajado con ustedes, ha sido a partir de iniciativas de la propia Universidad fundamentalmente”. Además, en los proyectos revisados para el 2020, este “ofrecimiento” nació de voluntades personales, que luego van sumando a más actores.”.

Las relaciones con las contrapartes son estables y también flexibles. Esto refiere a que, aunque el vínculo parece ser claro y reconocible, no hay espacios formales demasiado institucionalizados para la interlocución, sino que se adaptan a las circunstancias y etapas, atendiendo a la contingencia.

2. Articulación.

Respecto a la articulación con la docencia e investigación, las diversas disciplinas y generaciones, se obtiene un 61,1% de cumplimiento en promedio de la facultad. Destaca en lo evaluado un protagonismo de la articulación con investigación y con docencia que ambas con un 66,7%. En cuanto a la relación iniciativa-investigación, tanto por sus enfoques como por sus productos, parece predominar un formato en que las iniciativas tienden más a un producto científico-académico, tipo publicación en revista especializada, que a la investigación aplicada más instrumental. Otro rasgo destacable es la integración de la interdisciplinariedad en estas, lo que se traduce en un intercambio frecuente entre estudiantes y profesionales de las distintas carreras de la facultad, obteniendo la dimensión un 50% de cumplimiento promedio en la unidad.

La participación e inclusión de estudiantes, particularmente del pregrado, aparece como una preocupación de las iniciativas. Así, por ejemplo, “(…) un tema importante que es la formación de estudiantes que también es foco del programa, se le pone harto foco a la idea de que haya estudiantes, tanto de pregrado o posgrado, integrando los equipos y también se les da espacio para que puedan discutir sus temas de tesis”.

Un factor que puede perfeccionarse en términos de articulación es la incidencia de las iniciativas en los programas y curriculum, cabe señalar que las iniciativas no se han traducido a la fecha en cambios curriculares propiamente tales. Esto es fundamental en miras de lo central que es, por lo menos para la CNA, el aporte de pertinencia por parte de la VcM a la docencia. Lo que sí aparece en las entrevistas realizadas, es la inclusión de algunos debates y reflexiones de las iniciativas en las cátedras de los profesores a cargo, pero no como nuevos programas, cursos o la modificación de programas que hoy ya están en marcha. Estos posibles cambios si se vislumbran, al menos como intereses, para el futuro.

3. Institucionalización.

En el caso de la Facultad de C. Sociales, la institucionalidad solo alcanza el 37,5% de cumplimiento en promedio. Las iniciativas evaluadas tienen una suerte dispar en cuanto a la valoración que la misma facultad y la universidad les dan, el indicador de esta subdimensión solo llega al 50%. De igual modo, los gestores describen que algunas iniciativas cuentan con apoyo de directivos, buen respaldo de comunicaciones y equipos afiatados, mientras que otras presentan más dificultades, por falta de infraestructura (tecnologías adecuadas) o en ocasiones por tardanzas administrativas (entrega de fondos, por ejemplo). En cuanto a los equipos profesionales de los proyectos, los entrevistados/as saben reconocer mucho mejor quienes son y qué funciones cumplen los académicos involucrados, en comparación a un menor conocimiento del personal administrativo que también colabora.

Otro punto relevante es que existen dudas y traslapes sobre las funciones que deben cumplir, tanto el encargado/a de comunicaciones como el mismo encargado/a de Vinculación con el Medio. Esto ha sido diagnosticado hace tiempo por esta dirección, en este sentido reiteramos las recomendaciones para reestructurar la figura del coordinador de VcM de la unidad, en consonancia con la política de la institución, pero también con los propios reglamentos que se ha dado la facultad.

4. Recursos

Sobre los recursos, pareciera ser un punto crítico de la unidad. A nivel cuantitativo solo se logra un 37% de cumplimiento, siendo preocupante el 16,7% de cumplimiento en cuanto a recursos financieros otorgados por la unidad. Tal y como ocurre en otras facultades, las iniciativas que deben pasar por procesos que conllevan una licitación o concurso, a veces de fondos propios de la UAH, esto genera alto nivel de incertidumbre e impide un vínculo estable con las contrapartes y proyectos capaces de desarrollarse y evolucionar.

A nivel cualitativo es importante destacar que poseen mayor claridad sobre su estructura de gastos y los responsables de estos. Esto permitiría avanzar en esta área fortaleciendo el rol que los mismos gestores tienen en la definición de la administración de recursos de la facultad destinados a la VcM, sin dejar de lado por supuesto a las contrapartes.

5. Desarrollo temporal.

Las iniciativas evaluadas son proyectos con varios años de existencia por lo que los lazos con las instituciones u organizaciones con las que se trabajó están más o menos consolidados, esto explica que esta dimensión alcance el 66,7% de cumplimiento. En algún caso, la iniciativa no es exactamente la misma que inició el vínculo, pero sí se desprendió de una cooperación precedente que estaba, al menos, temáticamente, relacionada a lo actual.

“¡No, no! Lo de nosotros, viene de mucho antes. Nosotros, no me acuerdo si fue el año 2000, hicimos un convenio de colaboración con la UAH. Hace mucho tiempo. Porque nos interesaba hacer cosas conjuntas en educación (...)”.

En cuanto a su implementación a lo largo del 2020, los gestores señalan haber tenido que realizar reformulaciones y postergaciones, principalmente. Debido a la situación sanitaria y a los efectos que esta trajo, los trabajos de campo de las investigaciones, la liberación de fondos o las coordinaciones mismas, se han visto dificultades o retrasadas. En algún caso, la iniciativa no pudo realizar alguna actividad, aún después de las reformulaciones que se establecieron.

La prolongación y retraso, sumado a la situación social general, evidenció, a juzgar de los gestores, un cansancio de las contrapartes, lo que también afectó el desarrollo e implementación de las iniciativas, pues “(…) las Ciencias Sociales al trabajar con personas, que además están vivas, [entonces] esto también los afecta a ellos y a su disposición a, por ejemplo, recibir a alguien que los va a entrevistar. Esto se ve afectado por la fase en la que está cada uno psicológicamente con la pandemia”.

A pesar de todo lo anterior, no existe una merma en la proyección de las iniciativas a largo plazo llegando al 79,2% de cumplimiento en estos indicadores, creemos que esta estabilidad debe ser reconocida y fortalecida.

6. Política de VcM y perspectiva de género

La perspectiva de género no es un elemento explícito en las iniciativas. No está consignado como una exigencia en la realización de los proyectos, sino que más bien aparece como una preocupación y orientación dada por las profesionales a cargo de cada una de estas, esto ha permitido que la facultad llegue a un 66,7% de cumplimiento. La mayoría de las veces es la formación profesional de quien coordina o imparte los contenidos, lo que hace que esta aparezca en el desarrollo de estas, por lo cual se torna urgente fortalecer e institucionalizar estas prácticas.

Un rasgo relevante es que la perspectiva de género se entiende, en general, como algo más amplio que las cuotas de hombres y mujeres, pese a la centralidad de esta. Se hace referencia al uso del lenguaje, los temas tratados o la paridad en autores/as para efectos de la bibliografía.

“Si, lenguaje y bibliografía. Y que yo también vengo por mi parte de implementar un ramo con perspectiva de género. Entonces claro, me preocupo de eso. De decirle a los profesores, pero ahora claro, tiene que estar ahí. Por decirlo así, constatado en los silabus, en los programas”.

Respecto del resto de los indicadores, se observa que existe un 66,7% de cumplimiento en el conocimiento de la existencia de una política y el conocimiento de su contenido, esto baja a un 33% cuando se trata de reflexionar entorno a la política o utilizarla para tomar decisiones. Esto implica una tarea que debe ser abordad en conjunto entre la unidad y esta dirección.