Facultad de Derecho

Resultados Sistema de EVALUACIÓN 2018

La Facultad de Derecho se caracteriza, al igual que la gran mayoría de la UAH, por una definición clara del entorno significante, siendo pertinente en relación a los principios y la orientación de esta casa de estudios.

Además, se observa en los indicadores cuantitativos una alta concordancia y conocimiento de la Política de VcM (70,0%), lo que muestra que dicha política es de utilidad para la facultad. Al respecto el Decano indica:

“Cada vez que nosotros hacemos planificaciones quinquenales en la facultad, en esa planificación quinquenal nosotros tenemos a la vista entre otros los instrumentos del nivel central y la política de vinculación desde luego”.

Por otro lado, existe un alto cumplimiento de los indicadores que componen la dimensión de institucionalidad: 76,8%, encontrándose sobre la media de la universidad. Esto es producto de la incorporación dentro de su organigrama de un encargado de VcM con competencias adecuadas y además de la incorporación en sus memorias de las iniciativas de VcM y extensión.

Dentro de los indicadores con menor porcentaje, observamos que la capacidad de articulación con docencia e investigación es una de las áreas más débiles (46,7%) pese a que se encuentra sobre el promedio institucional. Al analizar las iniciativas evaluadas podemos comprender esta situación, los gestores de iniciativa manifiestan que, si bien existen vínculos actuales de trabajo, no existe una articulación interdisciplinar sistemática y formalizada con otras unidades, más bien recurren a académicos de otras unidades de manera personal y dependiendo de la voluntad de los propios académicos, siendo un aspecto con alta potencialidad de mejora. Este aspecto es uno de los que debe mejorarse dentro de la articulación con investigación y docencia. Por otro lado también es necesario explorar el potencial que tienen algunas iniciativas para levantar temáticas relevantes para la disciplina , formalizando instancias donde se puedan recoger preguntas de investigación y desarrollar nuevas investigaciones.

En cuanto a la articulación intergeneracional existen limitaciones, pues no todas las iniciativas incluyen estudiantes y en el caso de participar esto está limitado a la participación de estudiantes de años superiores por la responsabilidad que implica la entrega de servicios, como es el caso de la Clínica Jurídica.

En cuanto a la bidireccionalidad se observa, a través de las entrevistas realizadas, que existe un alto conocimiento de la forma en que se desarrollan y organiza el trabajo de las distintas iniciativas evaluadas, además se da cuenta de la existencia de relaciones sistemáticas o permanentes en el tiempo, lo cual permite un trabajo más complejo y profundo con las diversas contrapartes. Por otro lado, se observa que, si bien en muchos casos los procesos de planificación incluyen a las contrapartes, es posible mejorar el nivel de participación de estas en las iniciativas, pasando de un rol de receptores del trabajo a un rol colaborador y de cooperación. Esto permitiría que se consolidara una estructura organizacional compartida, donde no solo se conozca por todos los actores el funcionamiento, sino que la capacidad de decisión de algunas materias también sea compartido.

Por otro lado, existe una debilidad en la formalización y constancia de los procesos de rendición de cuentas a las comunidades, beneficiarios o contraparte con las cuales se trabaja, si bien existen experiencias, estas están sujetas a las circunstancias de cada actividad. La posibilidad de formalizar e institucionalizar la exigencia de devoluciones permitiría además visibilizar la importancia y relevancia del trabajo realizado.


Iniciativas Evaluadas