Adaptar el ciclo de inteligencia a la CiberInteligencia presenta desafíos, dada la velocidad y el volumen de datos en el entorno cibernético, y la constante interacción entre las fases. La CiberInteligencia busca un equilibrio entre la seguridad perimetral y la anticipación estratégica, dividiendo el análisis en dos fases complementarias: un análisis técnico, que recopila datos para mejorar la seguridad o responder a incidentes, y un análisis estratégico, que busca comprender las motivaciones y responsabilidades detrás de un ataque.
La Inteligencia de Fuentes Abiertas (OSINT) y la Ciberinteligencia son dos disciplinas dentro del ámbito de la seguridad y la inteligencia que, aunque comparten similitudes en cuanto a su objetivo final de proteger y asegurar, se diferencian en sus métodos, fuentes y aplicaciones específicas.
Aplicaciones: Mientras que OSINT puede ser aplicado en una amplia gama de campos, incluyendo seguridad nacional, derecho internacional, investigación criminal y mercados financieros, en el contexto de la ciberseguridad, se utiliza principalmente para recopilar información sobre amenazas externas, vulnerabilidades conocidas, y tendencias de ataques cibernéticos.
Ciberinteligencia (Cyber Intelligence)
Fuentes: La ciberinteligencia se enfoca en la recopilación y análisis de información relacionada específicamente con amenazas y vulnerabilidades en el ciberespacio. Esto puede incluir datos sobre malware, técnicas de hackeo, campañas de phishing, y actividad en la dark web, entre otros. A menudo, requiere el uso de herramientas especializadas y técnicas de infiltración para acceder a foros cerrados o redes privadas de hackers.
Método: La ciberinteligencia implica no solo la recopilación de datos, sino también el uso de técnicas de inteligencia para penetrar y entender las operaciones y estrategias de actores maliciosos en el ciberespacio. Esto puede incluir operaciones encubiertas y la recolección de inteligencia a través de medios técnicos avanzados.
Aplicaciones: La ciberinteligencia es utilizada principalmente por organizaciones y agencias de seguridad para anticipar, identificar, y neutralizar amenazas cibernéticas específicas. Esto incluye la protección contra ataques dirigidos, la identificación de actores maliciosos y la prevención de brechas de seguridad.
Diferencias clave
Foco: Mientras que OSINT abarca una gama más amplia de fuentes y aplicaciones, la ciberinteligencia se concentra exclusivamente en el ámbito cibernético y la seguridad informática.
Fuentes de Información: OSINT se basa en fuentes abiertas y públicas, mientras que la ciberinteligencia puede requerir el acceso a fuentes cerradas y el uso de técnicas especializadas para obtener información.
Objetivo: OSINT busca producir inteligencia a partir de fuentes abiertas para una variedad de propósitos. La ciberinteligencia se enfoca en la identificación y análisis de amenazas cibernéticas para proteger específicamente activos digitales y redes informáticas.
Ambas disciplinas son fundamentales en el panorama actual de seguridad, donde la información y la anticipación de las acciones del adversario son claves para una defensa efectiva. La combinación de OSINT y ciberinteligencia proporciona una comprensión más completa de las amenazas y mejora la capacidad de una organización para defenderse en el ciberespacio.
El Proceso de Inteligencia, según el FBI, consta de seis etapas interconectadas donde la información recabada en una puede activar acciones en las restantes, sin seguir necesariamente un orden lineal. De hecho, puede darse el caso de que todas las etapas se desarrollen simultáneamente. Las fases son:
Identificación de necesidades: Determinar qué información es crucial para la protección y seguridad ("¿Qué necesitamos saber?").
Planificación: Elaborar estrategias para alcanzar los objetivos de información de manera eficiente y oportuna.
Recolección: Adquisición de datos brutos para su posterior procesamiento.
Procesamiento: Transformación de los datos recabados para su análisis, ya sea manualmente o a través de sistemas automatizados.
Análisis: Transformación de los datos en inteligencia utilizable, mediante la evaluación e integración de la información recogida. Esta etapa implica analizar la fiabilidad, validez y pertinencia de los datos, combinando tanto la información bruta como la analizada para producir inteligencia.
Diseminación: Distribución de la inteligencia generada a las partes interesadas, en formatos adecuados para su aplicación efectiva.
Explorando las limitaciones prácticas del Ciclo de Inteligencia en un contexto estructurado de 6 fases:
Dirección y planificación: Esta fase establece los requisitos de inteligencia y la planificación estratégica para su adquisición, sentando las bases para el ciclo completo.
Recolección: Aquí se recopilan los datos necesarios para el análisis posterior, mediante diversas fuentes como Inteligencia Geo espacial (GEOINT), Inteligencia Humana (HUMINT), Inteligencia de Fuentes Abiertas (OSINT), e Inteligencia de Señales (SIGINT), entre otras.
Transformación: Consiste en convertir los datos brutos en formatos que permitan su análisis. Esto requiere de personal altamente cualificado y tecnología avanzada.
Análisis y producción: Se integra, evalúa y analiza la información procesada para generar el producto final de inteligencia, necesitando de analistas especializados para interpretar los datos.
Difusión: Entrega del producto de inteligencia a los solicitantes y a otras partes relevantes, a través de medios electrónicos o físicos.
Evaluación: Implica la retroalimentación continua y el ajuste de las fases basado en los resultados obtenidos, para refinar y mejorar el proceso.