Las fuentes de información abiertas se pueden agrupar en seis categorías principales, cada una con su propio conjunto de recursos y aplicaciones específicas:
Internet y redes sociales: Esta categoría abarca una amplia gama de plataformas digitales, incluyendo sitios web, blogs, foros y contenido generado por usuarios, como videos de móviles y publicaciones en plataformas como YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y Telegram. Dada su accesibilidad y el volumen masivo de datos disponibles, esta categoría representa la fuente más rica y diversa de información abierta.
Medios de comunicación tradicionales: Incluye periódicos y revistas en formato impreso, así como emisiones de radio y televisión de todo el mundo. Estos medios ofrecen una perspectiva valiosa sobre eventos actuales, tendencias culturales y opiniones públicas.
Datos públicos gubernamentales: Comprende una variedad de documentos y registros emitidos por entidades gubernamentales, como informes oficiales, presupuestos gubernamentales, directorios telefónicos, conferencias de prensa, sitios web oficiales y discursos de figuras políticas. Estos recursos son fundamentales para entender las políticas públicas, legislaciones y acciones gubernamentales.
Publicaciones profesionales y académicas: Esta categoría engloba revistas científicas, actas de conferencias, artículos académicos, disertaciones y tesis. Estos documentos son esenciales para la investigación académica y profesional, ofreciendo análisis profundos y descubrimientos en diversas disciplinas.
Datos comerciales: Incluye informes de la industria, análisis financieros y bases de datos proporcionados por empresas. Estos datos son cruciales para el análisis de mercado, la evaluación de competidores y la planificación estratégica en el ámbito empresarial.
Literatura o fuente gris: Se refiere a una amplia gama de documentos que no se publican convencionalmente o que tienen una distribución limitada, como actas de congresos, informes técnicos, proyectos, patentes y boletines. A pesar de su naturaleza menos formal, la literatura gris puede ofrecer información especializada y actualizada que no está disponible en otras fuentes.
Cada una de estas categorías desempeña un papel vital en el ecosistema de la OSINT, proporcionando a los investigadores y profesionales una amplia gama de datos para análisis y toma de decisiones. La habilidad para navegar y extraer información de estas fuentes es esencial en la era de la información, donde la capacidad para acceder y analizar datos abiertos puede ofrecer ventajas significativas en investigación, seguridad, estrategia empresarial y más
En inteligencia económica, se clasifica la información según sus características. La información "blanca" es aquella que es abierta y accesible para todos; sin embargo, suele ser menos crítica ya que los responsables han decidido hacerla pública. Por otro lado, la información "negra" es aquella que está protegida y su distribución es limitada. Entre estas dos se encuentra la información "gris", la cual no es tan accesible y requiere esfuerzos adicionales para ser obtenida.
Aunque la información gris puede ser legalmente accesible, su existencia o la manera de acceder a ella pueden ser complicadas. Para obtenerla, puede ser necesario realizar acciones especiales, como movilizar ciertas redes o contactos.
Poseer cualquier tipo de información, incluida la información gris, puede ofrecer una ventaja competitiva, ya que proporciona conocimientos que no están ampliamente disponibles o son difíciles de obtener.