Descripción de la Villa de Igea por el licenciado Don Antonio Teodomiro Barberi.
Igea en 1790
(Publicada en el “Correo de Madrid”, los días 13, 16 y 20 de enero de 1.790)
Señor Director.
Muy Señor mío y de mi mayor aprecio; jamás discurrí debiese a sus talentos, mereciese el honor que mis producciones fuesen del aprecio de Vmd. (¿Vuestra merced?) y que las honrase poniéndolas entre las bellas piezas y discursos con que ilustra su obra titulada “Correo de Madrid”, y haciendo mérito de ella, hiciese publicarla en el Correo de el día quatro de Julio del presente año, con cuyo motivo he alentado mi limitado entendimiento y animándome, me veo en la precisión de presentarle el adjunto discurso de la descripción que hago de la Villa de Igea, Provincia de la Rioja, con el motivo de haber sido Juez de letras de ella y demás Villas de su jurisdicción, baxo la protesta que no es mi ánimo querer compararme con este motivo entre los muchos Escritores, que en el teatro de la literatura brillan sus talentos ilustrándonos con sus bellas producciones y enseñando a los ignorantes como yo, pues puedo decir con el Profeta, Nescio liqui, quia puer ego sum, y solo si, hacer solamente una lisa y llana narración de las producciones de dicha Villa, que procuré en los 3 años de mi regencia; (sin embargo los muchos asuntos que ocurrieron en el Juzgado) inspeccionar, y discurro hacia agravio a nuestra Nación si omitiese el referir al público ciertas particularidades que noté en su jurisdicción, y creo nadie hasta aquí haya hecho referencia particular de ello, como Vmd. mismo conocerá y será por ella, esperando sea de la aceptación de Vmd.
Se halla la Villa de Igea a el pie o falda del cerro del Cortijo, que así se llamó en lo antiguo cuando era aldea y en el día, de “Santa Ana”, por haber en él una hermita consagrada a la Santa; su figuración anfiteatrada, de piso llano, sus calles empedradas y de regular ancho, como una que atraviesa la población, que es bastante ancha y llaman la calle mayor o Real. Sus arrabales que estos en su piso son costeros, como llaman allí o de cuestas, y son la Solana, vestigios de la población antigua, y el Chorro; su Iglesia Parroquial de 3 naves, sostenidas de columnas de jaspes negros, producción de las canteras de aquellos cerros, adornada de varios edificios y casas al estilo de las de la Corte, de mampostería y hermosa arquitectura, pertenecientes a los Caballeros hidalgos de dicha Villa, de que ay muchas familias muy antiguas, mereciendo se haga especial relación del magnífico y suntuoso edificio del Marqués de Casa Torre, de la casa de los Obexas, Loaisa, y Valdés, por su fábrica y arquitectura y el estilo Dórico y Corinto, de piedra jaspe negro, toda su fachada primorosamente labrada y pulida, adornada de balconaje y ventanaje de hierro, que sin embargo de los grandes edificios que se hallan en esta Corte, sin que se discurra lisonjera mi proposición, merecería si estuviese en la casa del Marqués de Casa Torre su particular mérito y atención a el público por el diseño y estilo de él, por no haber en él otro de igual fábrica: su plaza de toros de mampostería con tres arcos que la adornan a la salida de la población para el camino de la Navarra, que es él un arco; y el otro al camino de la Villa de Cornago, cabeza de este señorío, y sigue a la Castilla Vieja, y el otro que está en la Villa y su salida una gran puente sobre el río, que llaman de Igea de arquería y construcción primorosa sobre nueve arcos de piedra, estribos de lo mismo, siendo el arco del medio muy ancho y bien sacado, el cual con lo demás que referiré se fabricó cuando era aldea de la Villa de Cornago, por aquellos vecinos que entonces eran aunque aldeanos, muy Romanos por sus obras, varias hermitas en las inmediaciones consagradas a la Virgen del Pilar de Zaragoza, Santa Cruz, San Roque y Santa Ana, y todas con sus dotaciones y rentas para su culto, siendo la privilegiada la de Nuestra Señora del Villar, aparecida, según se cree, en el monte que llaman el Villar, de donde tomó la denominación hace más de dos siglos, a un pastor de ganado cabrío que pastoreaba su ganado en aquel monte y término, que aunque procuré tomar informes de los señores Eclesiásticos y ancianos del pueblo de más de 80 años de edad, sobre si había algunos escritos sobre esta aparición o algún otro testimonio que lo acreditase, no encontré más, sino una tradición o noticia de padres a hijos ser aquella Señora aparecida allí, y que habiéndola fabricado una hermita para colocarla algo distante y a la falda de dicho monte del Villar en un parage que llaman la Texera, por haber habido allí hornos de ella y ladrillos, lo que de día fabricaban, de noche se caía todo y se hallaba la Señora en su Monte del Villar, y esto hasta tercera vez sucedió, con cuyo motivo se desauciaron de su ideal y se fabricaron en el Monte, donde permanece el día de hoy con una Iglesia muy hermosa, su Sacristía, vivienda para el Hermitaño y su hospedería muy buena y decente para qualquiera sujeto o persona de honor que quiera algunos días retirarse allí; está distante de la población casi media legua y frenqüentada de los vecinos y los lugares comarcanos, es tanta la devoción a esta Santa Imagen, que vienen muchos a cumplir promesas, y a nadie se le lleva ni se le pide nada, pues la devoción que hay, de imnemorial ha dexado varias heredades para culto de la Señora del Villar. El Padre Villafañe ExJesuita que fue, escribió un libro de a folio que tituló Apariciones de Imágenes de Nuestra Señora en España, el que he leído por ver si hablaba algo de la de Igea, y nada dice: desde luego es de intuir no tuvo noticia de esta aparición, pues la hubiera puesto, y solo si habla de la de Corella que se halla su ermita y capilla en una llanura que hay antes de entrar en la Ciudad de ella, distante una legua por el camino de la Rioja; y sin que se discurra oponerse a la buena memoria y fama del Padre Villafañe, me persuado que sobre esta aparición de Corella le dieron siniestros informes y llevados de ellos, escribió por las razones que expondré, que me parece puedan hacerle a Vmd. fuerza y convencerle, siendo cierto como lo es, y no hay duda que quando en Igea se apareció esta Señora eran, como ya he dicho, unos pobres hombres aldeanos rústicos, y los más de ellos pastores, el término que disfrutaban y poseían (aunque aldea de la Villa de Cornago como he referido) era propio y del uso de los vecinos, este tenía sus nombres que en el día conservan, como son el término del Orcajo, la Valsa y otros varios, y el término del Villar y Monte del que fue la aparición, cundiose la devoción a esta Santa Imagen, aun en la Navarra, por no distar más de Igea que seis leguas la Ciudad de Corella, y es verosímil que le fabricasen una hermita consagrada y dedicada a nuestra Señora del Villar, mediante que el parage o situación donde se halla esta hermita, no se llama el Villar, y es una de las razones para inferir fue por la de Igea, y estar la hermita al camino que va a Igea en los dos que son por el Monte y por la Villa de Fitero, y tener el retablo principal la Señora mirando a Igea, que aunque esto pudo ser casualidad sin embargo alguna alusión tiene; es lo también que Corella siendo Ciudad como es tan antigua, qué mucho es, se llevase la primacía de la aparición para con una pobre aldea que era entonces Igea, y que nadie se la disputaría, mucho menos los aldeanos, que aunque es cierto que la Villa de Cornago pudo sacar la cara por su aldea, los respetos humanos e ignorancia de aquellos hidalgos (que los hay desde aquel entonces) pudo tolerar y condescender a los Corellanos, en la cierta inteligencia de que fue en Igea, y que tomó la advocación y denominación del Monte y término, y que quiso fuese allí su culto, por ser el Monte alto y estar desde él siendo como es la universal Protectora para todo de los de Igea, el consuelo y alivio de ellos en todas sus necesidades y aflicciones, como yo mismo lo experimeté en varias ocasiones. Los campos se veían perdidos, casi agostados y en ellos meses mayores y sin esperanzas en lo humano de que lloviese, y me vi en la precisión de mandar juntar el Ayuntamiento para tratar y hablar sobre el que se hiciese rogativas trayendo a la Santa Imagen desde su hermita procesionalmente como se acostumbra en iguales aflicciones, lo que quedó acordado, y habiendo dadose parte al Cavildo Eclesiástico, como es estilo se destinó el día en que se había de traer procesionalmente a la Parroquia donde con la decencia y grandeza posible y que permite aquel pueblo se pone en el Altar mayor y está nueve días, y con la misma solemnidad de los dos Cavildos se lleva a su hermita e Iglesia pasados los nueve días; en ellos desde que entra la Señora en la Iglesia no le falta de día y de noche sujetos del Ayuntamiento y fuera del que siempre se nombran dos para velar a la Señora fuera de las muchas mujeres, que nunca faltan en la Iglesia, por la mucha devoción y gran fe que tienen con la Santa Imagen, habiéndolo yo mismo experimentado en esta ocasión pues al segundo día de la rogativa fue tanta el agua que cayó por intercesión la Señora que los frutos enteramente renacieron o revivieron, y fue año abundante de grano, vino, aceite y demás semillas, aún de la miel de la que es tan superior como la más rica de Aragón; en otra ocasión vimos todos visiblemente una gran nube de piedra que venía a descargar al pueblo de que aquellos naturales poseen un gran conocimiento de la qualidad de la nube, y en este caso se convoca al pueblo para que vengan a la Iglesia, llamándolos con la campana grande (que es la señal de la nube de piedra) y por los señores Cura y Beneficiados se manifiesta en el sagrario la Magestad Divina y se implora su piedad, pues antes de entrar en la Iglesia es tanta la fe que tienen aquellas gentes con Nuestra Señora del Villar, que empezaron todos a proclamarla y rogarla su auxilio para que la piedra no cayese en sus campos y los talase, y aun estando la Señora en su hermita del Villar, o es el fervor de sus vecinos y la gran fe que les asiste, y se vio visiblemente como se paró la nube y descargó en el monte donde no hizo daño ninguno, que aun en el siguiente día me traxeron algunas los pastores del tamaño de una aceytuna de las regulares, y había ya pasado una noche y parte mayor de la tarde, pues amenazó a las dos de ella. La Señora es, no como regularmente suelen ser las aparecidas, que son por lo general morenas, la Señora del Villar es blanca, con el Niño Jesús a su brazo izquierdo y en la mano derecha un mundito dorado con una cruz encima, su corona y rostrillo sumamente hermoso y de bella hechura y muy agraciada, y es indefectible la devoción que hay a esta Santa Imagen de Nuestra Señora del Villar; me persuado quedará Vmd. satisfecho y convencido de que esta aparición fue en Igea y no en Corella; en cuanto a sus frutos es abundante y solo en trigo algo escaso, pues apenas tiene para el preciso consumo de su vecinos oír falta de terreno en la Vega que llaman o regadío, y solo en el año que toca en la Sierra hay más abundancia de grano por ser el terreno más extenso, y no hay infeliz jornalero que no labre su pegujal, enviando Dios las lluvias regulares de invierno, la calidad de él y tanto en el año que se labra en el regadío, como en la Sierra es bueno, digole a Vmd. en el regadío y antes de seguir la narrativa de los demás frutos del país tengo que exponer de donde produce el regadío, y acreditarle mi proposición de obras de Romanos, executadas por unos infelices aldeanos, y quan antiguo es en nuestra España los regadíos, a beneficio y cultivo de los terrenos, que en los más infructíferos se fertilizan, en lo que nuestro sabio gobierno y la memoria de nuestro Rey (que de Dios goce) el Señor Don Carlos III, fue uno de sus cuidados entre los muchos que su corazón piadoso dispensó a sus vasallos, con el pio deseo de su bien de ellos, como se va experimentando e los canales aviertos de su real orden. El de Igea es un cerro bien alto y de su longitud casi tres quartos de legua, y concabado en su interior; entra por el un rio que es el que pasa por la Villa de Cornago, señorío y cabeza de los de Igea, Jubera y once lugares de que es señor de mero y misto imperio, el señor Don Miguel María Rodriguez de Cisneros Mendoza y Luna, Alcalde perpetua de la Fortaleza y Castillo de la Ciudad de Logroño y de toda su jurisdicción, es Alcalde mayor el de la Villa de Igea, y en ella Juez Ordinario por el Rey, por haber en las otras dos Villas Alcaldes Ordinarios del Estado noble y general, y este tal río se forma o es su principio de los montes de la Villa de San Pedro Manrique, del Estado del Duque de Nágera, distante de la Villa de Cornago quatro leguas, y estando esta población de Cornago mucho más alto que Igea, pudieron los antiguos aldeanos a costa de su trabajo y laborioso genio introducir la lengua del río de Cornago mediante una sangría (que vulgarmente se dice) que dieron al rio siguiendo igualmente otro más pequeño cerro con la misma operación de penetrar el monte y por medio de una que llaman la cabaña, en figura de una acequia que hicieron verificar su regadío y ésta corona a la Villa de Igea, y después siguiéndola por varios ramos para regar su vega o garganta, que es la figuración que en el día es donde se hallan los robustos olivos, viña, granos y demás semillas y frutas deliciosas de que abunda aquel país, principalmente el melocotón de un tamaño bien grande y de gusto muy dulce, que compiten con los tan celebrados de Aragón y Nalda en La Rioja, asegurándole a Vmd. que los he visto y me los han vendido del tamaño de un limón grande; este fue el origen de las grandes obras, que al principio de fomentarse aquel pueblo, hicieron aquellos infelices, como fue los dos montes que como ya he referido penetraron o concabaron para introducir el río y formar la gran cabaña o canal para el repartimiento de las aguas, obra que en el día no se haría con doscientos mil pesos, si se hubiese de executar, y con el producto y utilidad que resultaba de los melocotones que los mondaban y ensartaban en unos alambres fuertes los ponían a secar para venderlos, destinándose para esta manufactura o trabajo más de quatro mil personas de uno y otro sexo, grandes y chicos que venían de toda La Rioja, Castilla y Navarra, de que resultó (que aún en el día existe) el adagio “a mondar a Igea”, que se dice quando alguna persona refiera algún hecho dudoso o dice alguna cosa que carezca de toda verdad, se usa del referido Adagio, para acreditar dudarse de su noticia: esto mismo da a conocer la abundancia que había de este fruto, que en el día no es tanto, aunque hay los bastantes y tan hermosos y grandes; y si se dedicasen a su plantío antiguo y los traxesen a la Corte, puedo asegurarle a Vmd. desmerecerían mucho los de Aragón, que sin quitarle su mérito, serían los de Igea preferidos (Se continuará).
Día 16: Continuación de la descripción de la Villa de Igea.
En el monte referido del regadío cabe un hombre en pie por él como treinta varas, y 16 restante a gatas como vulgarmente se dice o en cuclillas, y es de tres quartos de legua; el otro todo él se puede andar de pie, el que anduve; de largo de casi media legua y uno y otro es piedra viva, labrada a pico y tiene más de dos siglos, y jamás se ha experimentado hundimiento: la cabaña, acequia o canal de la dirección de las aguas esta si necesita de ciertos reparos en el año, que regularmente se destina en el mes de Agosto; y por cada vecino, según las heredades que tiene, se le reparte la parte que le pertenezca y deba componer con jornaleros o peones, que así llaman, para limpiarla, terraplanarla y el vallado que forma a su lado, o como allí llaman ,a barda, repararla de algunos hundimientos que el invierno y sus muchas aguas han causado, y no por esto suspenden el regadío, por echarle por otras canales más baxas que tienen, y regar otros términos, entre ellos el paraje que llaman la y Cerna, terreno que continuamente está fructificando, pues cogido un fruto, se siembra otro, habiendo en él grandes huertas de varios vecinos de varios géneros de hortalizas y árboles frutales, como son el melocotón, ciruelas de varias especies, perales lo mismo, guindos, cerezos, granadas grandes, y hermosas de varias clases, camuesa, peros, manzanas, que estas el día de S. Miguel por vando que manda promulgar el Alcalde mayor, es el destinado para que los vecinos cojan este fruto ya sazonado; hay pomas, fruta muy rica y otras varias, sin las muchas otras huertas que hay repartidas por la jurisdicción y todas de regadío. Vea Vmd. si este referido regadío se puede decir con verdad obra de Romanos, igualmente su gran puente sobre el río que he referido, el molino de trigo, el de aceite o trujal de prensar aceituna, todo de agua, e infiera que no siendo los siglos pasados (según algunos) ilustrados o de oro como el presente, qué obras estas de unos pobres aldeanos! Acreditando en ellas no serían tan bárbaros como piensan muchos de los modernos, fueron los antiguos quando nuestra España tiene monumentos contrarios al modo de pensar de los modernos escritores. Entre los frutos particulares y que merece su particular atención la Villa de Igea, es su gran aceite, que a darse igual en los extrangeros, se harían de oro; no discurra Vmd. es mejor el tan celebrado de Francia, pues hace a sus naturales, sin embargo lo laborioso que son, codiciosos de su mayor felicidad; hubieran tomado el consejo que varias veces les di, qual fue que en unos frasquitos de vidrio pusiesen su aceite y lo traxesen a la Corte y vendiesen; bautizándolos como de Francia, y se harían de oro; el es muy claro que parece agua, de un gusto delicado, muy delgado y no cría borras; puedo decir con verdad que no llega a él el aceite de Morón en las Andalucías, ni el que llaman de yema de Osuna, por cogerse la aceytuna u oliva una por una, solo es malo para luces, por consumirse mucho, y el modo de cogerla es a varazos, poniendo mantas en el suelo, por ser todo sobre piedras, donde se crían los olivos robustísimos y altos, pues hay olivo que tres hombres juntos no los pueden abarcar, de antigüedad de más de siglo, cosa que me dexó admirado luego que me lo dixeron; podándose estos por los mismos vecinos, quienes los dexan tan hermosos, que parecen tiestos de albaca; de vino es también muy abundante la cosecha, siendo muy buenos, por ser la uba muy rica y de varias clases, que a hacer la separación correspondiente, sacarían vinos tan generosos como los de Tudela en Navarra, y no que toda junta y de toda calidad las echan en los lagares para pisarla; hay de uno y otro ramo mucha saca para lo restante de la Rioja, Castilla la Vieja y otros parages. La miel de avejas es otro ramo de comercio utilísimo, de que han resultado en algunos de sus vecinos ser los principios de su felicidad, sin embargo del trabajo que les cuesta a sus naturales este ramo, pues por los meses de Agosto y Septiembre tienen que llevar la colmenas o peones, que allí llaman, diez o doce leguas a tierra de Soria, porteándolas en caballerías mayores y menores, por carecer en este tiempo el término de Igea de flor de romero, de que abundan sus montes o cerros, tomillo y de otras flores, de lo que resulta ser la cera y miel blanca, que parece la que llaman foresca, que es la primera cata o custramiento de la miel, lo mismo que un copo de nieve, y de un dulce nada fastidioso ni empalagoso; el panadero es otro ramo de comercio, por dedicarse sus vecinos a amasar, resultando un beneficio grande, por estar comúnmente a precios moderados; y siempre que por las justicias se zele y se sujete con el panadeo que suele hacerse igualmente por el Real Posito, contribuye mucho para que el pan no se venda caro, como me sucedió viéndome con la jurisdicción, no prohibiéndose como no se prohíbe el que entre trigo de fuera y haya su mercado todas las semanas, máxima utilísima si se permitiese esto mismo en todo el Reyno. Hay fábricas de paños y sayales de algunos particulares y entre ellos el señor Francisco Simón, que es uno de los fabricantes utilísimos en aquel pueblo, por mantener de quatrocientas a quinientas personas de uno y otro sexo, grandes y chicos, destinados unos a hilar, otros a escardar y otros a desmotar la lana; en fin todo están ocupados y ganan sus soldadas, y son pobres que a sombra de este gran vecino fabricante remedian su miseria, los demás igualmente mantienen bastantes pobres, y todos son utilísimos; hay también algunos telares de lino y cáñamo de lienzo bien finos y anchos, y fabrican mantelería muy fina de varios dibuxos; el lino no se da allí por no haberse dedicado sus naturales a sembrarlo: viene de la Navarra muy superior de regadío y sequero, o royal que llaman, y solo si lo que se siembra mucho es cáñamo. Para los paños y sayales que se fabrican, hay su batán, que es perteneciente a el mayorazgo de los Obexas: ganado lanar y cabrío hay bastante, aunque de los primeros son más los ganaderos y en mi tiempo proporcioné, como lo logré, el poner confitería, por ser pueblo que acudiendo Señores Eclesiásticos y sujetos de conveniencias, noté que por medio del correo ocurrían a Cervera de Alama, o Calahorra a encargar vizcochos, azúcar rosado y otras coas y sería que este dinero saliese fuera del pueblo, con cuyo motivo procuré viniese maestro de confetería, y habiendolo logrado, los vecinos me estuvieron agradecidos, de haber dado un vencino más, el que a poco tiempo se casó con una hija del pueblo, siguiendo con felicidad con su confitería, surtieola de varios géneros de dulces, vizcochos y turrones, por ser los Riojanos tan golosos como los Andaluzes; se halla surtida también de algunos mercaderes de paños buenos, aunque no de los muy finos, bayetas y lienzos, independientes de los fabricantes que he referido, que estos son capaces como yo mismo ví, de texer paños muy finos y telas de seda. Tiene para el cuidado divino La Parroquia seis beneficiados curados y patrimoniales, que por oposición que se hace en la Ciudad de Calahorra de gramática y teología moral, se dan los lugares según el escrutinio que se ha hecho de los Examinadores del Obispado, proponiendo tres de los opositores en primero, segundo y tercero lugar, y con ellos se juntan los Beneficiados de Igea con los de la Villa de Cornago, y se vota a el sujeto o individuo para el Beneficio vacante, teniendo el superior voto los de Cornago, si es de Igea, y si es de Cornago los de Igea, pero siempre los dos Cavildos Eclesiasticos de una y otra Villa; de lo que puede Vmd. inferir que no son Cavildos Eclesiasticos de ignorantes, sino de sujetos facultativos; y fuera de esto hay varios Señores Eclesiasticos particulares, hijos del pueblo, los que igualmente asisten todos los días a la Parroquia a la Misa Mayor, Vísperas y demás Horas Canónicas, teniendo dos veces en cada semana sus juntas para las conferencias de Moral que hay en ellas, guardando unos con otros mucha armonía y unión, usando siempre de día y de noche el trage propio de su estado, lo que llenó mi corazón de júbilo, luego que vi todo lo referido, como igualmente la asistencia a la Iglesia aun de los vecino de uno y otro sexo, su Rosario cantado por las calles todos los días, y el de la Aurora indefectible en todo tiempo a expensas y devoción de uno de los Señores Beneficiados, y un ciego del arte de tintorero, (hábil en él) de seda y lana, y luego se dice la Misa en la Parroquia que llaman la Misa del Alva, algunas cofradías y congregaciones que hay también con la tercera orden de San Francisco, fundada en la Ermita o Iglesia de San Pedro Martir que se halla en la misma población, donde tienen su asistencia, y su escuela de Christo precedidas todas de uno de los Señores Eclesiásticos; su maestro de primeras letras con su dotación y casa para la educación de los niños, su preceptor de gramática con dotación aunque corta, uno y otro hijos del Pueblo, muy zelosos de la enseñanza y educación respectiva, amor y lealtad al Rey, su justicia y a el Señor del pueblo lo que llenó mi corazón de gozo luego que sí lo experimenté. Se suerte que puedo asegurar a Vmd. que es uno de los pueblos más civilizados que pueda tener nuestra España, pues siempre y quando el Juez sea sujeto de costumbres regulares, le será muy fácil gobernarlos, por ser de genios dóciles, temeroros a la justicia y pudorosos en todo sus tratos y comercios, que aunque habrá tal vez oído decir que los Riojanos no profieren con la boca lo que sienten en su corazón, atribuyéndoles el iniquo borrón de falsos, no crea Vmd. nada en el particular, pues la práctica y existencia en los tres años que regenté la jurisdicción y los negocios arduos, que en dicho tiempo se ofrecieron, me hicieron conocer ser suposición falsa contra los pobres Riojanos, como así mismo el que la jurisdicción del Alcalde Mayor es de tres Villas, que son Jubera, Cornago e Igea y once aldeas, o lugares que todos juntos y con el trato preciso en los asuntos de justicia que se ofrecen, me parece da márgenes suficientes para conocer si nos o no falsos. Omito el referirle el vecindario, pues este en el padrón general que e mandó hacer últimamente por el Señor Don Carlos tercero (que de Dios goce), lo habrá visto, o puede ver, y siguiendo mi descripción en quanto a las aguas, las hay buenas y abundantes, bebiendose de la que llaman Cabaña, y de una fuente que hay que llaman la Valsa, por llamarse así el término donde se halla, la que es muy delgada y de bello paladar, solo tiene un poco de gusto a herrumbrosa, que este la pierde a poco tiempo de estar en los cántaros, y queda de buen gusto; otra hay que aunque delgadas y buenas, no tienen uso común, y entre todas por la particularidad que contiene, es un manantial que sería más copioso siempre que sus veneros se aclarasen, por petrificar esta agua qualesquiera cosa que Vmd. ponga en esta, como es una rosa, clave, u otra qualesquiera flor, yerba, o animal volátil, quadrúpedo, a las veinte y quatro horas la encuentra petrificada perfectamente y tan hermosa y fresca como quando se puso, y es agua que se bebe, y no causa daño alguno en el estómago del que la bebe, como es con el motivo de estar inmediata a unas huertas, y los dueños de ellas, o jornaleros, no teniendo otra la beben, y nunca jamás les oí decir experimentasen daño en el uso de esta. Hay otra cuyas aguas producen una arenas que parece oro, de que usan los más de los vecinos en lugar de polvos de cartas, sin más pensión que coger estas arenas, lavarlas, ponerlas a secar, y pasándolas por un tamiz, quedan tan hermosas, que parece polvo de oro y las cartas quedan como si le hubieran hechado oro en polvo; es también agua potable, aunque no la usan por recelárseles pueda hacer daño: vea Vmd. que fenómenos estos de la naturaleza y lo que ella produce. (Se continuará.)
Día 20 Conclusión de la descripción de la Villa de Igea:
En quanto a canteras las hay muy especiales, por haberlas de jaspes negros y algunos con vetas blancas; coloradas con vetas amarillas y otras blancas, mármoles blancos que labrados parecen de nieve y de otras varias calidades y colores bien matizados; no son de menos estimación y aprecio las piedras de molino, que las hay particulares, para harina y trigo, de prensar aceytuna, que allí llaman, o piedra de molería, del tamaño que se quiera, pues para todo hay tela de que cortar, siendo de concha, que llaman; que son las que hacen mejor pan; también hay canteras de piedras de moler chocolate tan fuertes y buenas como vienen de las Américas, las que trabaja y fabrica un vecino, natural de Igea con mucho primor, vendiendo a 6 y 8 pesos una piedra y a ¿2.? manos fuera del pueblo, con lo que el pobre gana su vida, trabajando y fabricando igualmente: las piedras de molino reconociendo los términos, las hay mejores unas de otras, sin la vexación de andar mucho, pues en los cerros, de que está Igea rodeada, las hay.
También hay minas de tierra de batán o greda especiales, pues hasta de quatro calidades me las traxeron a mi casa; esta sirve y es particular para la porcelana o china, y hallándome con la jurisdicción, fue orden que se me comunicó por el Intendente de Soria, para que hicieres reconocer si en mi jurisdicción y término había de la referida tierra, y habiendo dado las ordenes correspondientes, me traxeron porciones hasta de cuatro calidades, como he referido; las remití al Intendente, y al mes se me comunicó otra igualmente de orden del Rey para que de las dos calidades que prefirieron, remitiese porción, y dixese si la mina sería suficiente a dar partida crecida; con cuyo motivo remití una arroba de cada calidad, y la noticia de que hasta cien carros cargados y mucho más se podían remitir, por ser copiosa la mina.
Hay otros minerales de metales, según se nota y ve en su tierra o montes, por hallarse en ellos ciertas piedras cuadradas, negras y lustrosas, de las que he visto algunas hasta del peso de tres quarterones, que procurando hacer análisis o examen de ellas como lo hice, se encontró porción de metales de plomo, azofar y cobre que petrificadas con la tierra, formaban las referidas piedras quadradas y de algún peso más regular que correspondía al tamaño de la piedra.
Esta es la descripción que mi limitado talento y ninguna verbosidad ha podido hacer de la Villa de Igea de Cornago; si a los de Vmd. que el Todo Poderoso depositó en su bella alma, mereciesen la aprobación, permitirá se imprima, y de no ser así, me resignaré con mi ignorancia, quedándome solo el consuelo de en el tiempo que en ello he empleado y trabajo de escribirla, haber logrado no corromper los vicios de las humanidad con la ociosidad, según ¿arcus Plinio otia sitollas, periere cupidinis?; y por consiguiente el consuelo de este acto de virtud.
Queda de Vmd. muy suyo y de corazón quien le estima, y desea sus mayores felicidades en la mejor salud por muchos años, lo que ruego a Dios nuestro Señor. Licenciado Don Antonio Teodomiro Barberi.
(Trascrito desde los originales por Isidoro Herce. Gracias.)
PD Si quieres ver fotocopias de los originales del Correo de Madrid nos las pides.