Admirables y encantadoras Reinas, Damas, Caballeros, Señoras y Señores:
Un año más se repite el milagro, el milagro de celebrar nuestras Fiestas, porque la celebración de nuestras Fiestas es... sinónimo de milagro.
Quiero rendir en este pregón, un homenaje a cuantos Juglares y Paladines han cantado a nuestras Fiestas.
A vosotras mujeres abanilleras, cantandas en otros versos, que en esta noche de luz y color, asumís el legado gesto de representar la Historia, os elevo al infinito con aquellos versos que ya hiciera en los años 70.
Mujer abanillera
morena mediterránea
esbelta como palmera
sangre moravia llevas
que te hace vivir
y alegrar tus penas.
SEÑORAS Y SEÑORES
Entre todas las fuerzas políticas y sociales, tenemos la obligación de arbitrar soluciones de viabilidad, tanto económica como moral, para que nuestra Fiesta de M y C, no se asuma en el recuerdo, como una de tantas gestas que no han cuajado, en éste nuestro querido pueblo.
En el X Aniversario de nuestra Asociación de M y C, Ramón Rocamora señalaba como obsesión, la necesidad de consolidar nuestro órgano festero, ya que la grandeza y servidumbre de nosotros los abanilleros, pasa por la dicotomía de una gran ilusión al emprender un proyecto, y una rápida desilusión cuando surgen las primeras dificultades, debido principalmente a nuestro poco espíritu de colaboración.
La idiosincrasia de un pueblo, no es cosa que pueda cambiarse de la noche a la mañana, pero ya es hora de que aprendamos a criticar constructivamente y en vez de correr el bulo, arrimar el hombro. No dejemos que la anarquía y la indisciplina se apoderen de nuestras instituciones.
Nuestras fiestas, últimamente han alcanzado objetivos a largo plazo; declaración de interés Turístico Regional, parte histórica con las Embajadas, integración en la UNDEF, colaboración económica Municipal, pero nos falta algo fundamental, que las gentes de Abanilla, sean conscientes de que deben colaborar y ayudar a la Asociación, para así mantener la Fiesta.
En el argot sociológico, nuestra idiosincrasia o forma de ser no es la de la gente pobre, sino la de pobres gentes.
Y a ti Germán
que broca en ristre a toda vela,
con el Cura pintaste la escalera
cual aguerrido Supermán.
Te recuerdo aquello que escribiste aquello que escribiste en el X Aniversario:
"Debemos planificar y dirigir nuestra Fiesta desde la Asociación, en colaboración desde luego, con la Hermandad y el Ayuntamiento".
A su Señoría el Alcalde, recordarle aquellos versos que escribió en aquel triste desierto, que tierra de nadie es, donde el Moro plantó un huerto:
En un Tres de Mayo alegre
yo lloraba como un niño,
en los desiertos del Sáhara
sin amparo y sin cariño.
Era mi emblema un camello
sin corazón ni sentido,
qué triste es verte lejos
de nuestros seres queridos.
A mi Cruz Abanillera
tristemente suplicaba
que me pueda yo abrazar
con mis padres de mi alma.
Y termino este Pregón, con versos de Ricardo Guirao, que año tras año, cantaba a la Cruz componiendo la apertura literaria de nuestros Programas.
Somos tus fieles cruzados
y tú nuestra laureada,
la insignia más preciada
de los invictos soldados.
Panacea de los pesares
áncora de salvación,
Lábaro de religión
cancionera de juglares.
Prototipo del valor
elevada a los altares,
y de nuestros patrios lares
espadaña del Honor.
Postrados abanilleros
te juramos Cruz famosa,
abrir nuestra propia fosa
por defender vuestros fueros.
E.Marco
Sangre que se destila
entre montaña y palmera,
al radiante Sol
del nacer la Primavera.
Al inicio del verano
en nuestra soleada tierra
a tu pensamiento fluye
la lejana leyenda,
de moros y cristianos
que aviva nuestra fiesta.
Faz romántica al rostro llevan
tus alucinantes ojos
con párpados que chinchinean,
y en la oscura noche
el firmamento llenan,
como estrella lejana
como oasis que da la vida
en este desierto de penas.
Tu amor lleno de amor
tu hermosura de luna llena,
venida de otros mundos
traída de lejana tierra,
tú llevas en el corazón
los rasgos de tu belleza.
Y aquellos otros de Manuel Candela (*)
Singular Abanillera
la altanera y la sencilla,
la sultana en su abanilla
y que por madre quisiera.
La de mirada hechicera
que como fruta temprana
huele a monte y mejorana
a naranjo y a palmera.
Abanillera al nacer
por su belleza murciana
por su raza, egregia hispana,
por gracia de Dios mujer.
¡Mereces todo tener
corona de soberana!
Como broche a este preludio os digo:
Fermosas Hadas de primaveras
que rutilantes pululais por doquier,
embajadoras de tiempos y quimeras
de los mil y un cuentos del Edén.
Y a vosotros Caballeros
Hidalgos Tenorios Quijotes,
que escoltáis cual escuderos
a estas Damas sus escotes,
Reyes Embajadores y tropa
poner vuestro empeño hogaño,
y alzad en brindis la copa
pensando en el próximo año.
Que este modesto orador
flotando en nubes y brisas,
aprendiz de bohemio y soñador
quiere de Vos... vuestras sonrisas.
Estos versos son del crevillentino Manuel Candela Espinosa, publicados en el programa de fiestas de 1973. También publicó otros en los programas de 1974-75-77 y 78. En ellos manifiesta su añoranza por nuestro pueblo, donde pasó parte de su infancia. Los de 1974, se los dedica a José Aº Blasco Riquelme. Sus padres pusieron un comercio de harinas y derivados en la calle del Centro, en la década de 1940.
Lectura del pregón de fiestas 1986
Decía Álvaro Gaona:
"Qué bonito es tener un pueblo donde guardar la vieja maleta".
Y yo le añadiría:
"Y participar en su Fiesta".
Mansanet Ribes, en su libro Historia de la Fiesta de M y C dice así:
Si por fiesta se ha de entender, el conjunto de solemnidades o ceremonias, con que el pueblo celebra la memoria de un acontecimiento importante en su tradición popular, que además le sirve de expansión, es evidente que toda Fiesta tiene no sólo marco, escenario, sino también espíritu, alma, cuya armónica conjunción es lo que le hace ser popular.
La fiesta de M y C es una conmemoración vinculada a la Fiesta Patronal. Si estos cimientos flaquean, el edificio podrá desmoronarse. Poco importa que la realidad conmemorada sea histórica en todos sus detalles, con tal de que lo sea fundamentalmente; no hay que olvidar que el hombre eleva a mito aquellos hechos que desea su ilusión y que la conciencia colectiva consagra.
Se necesita tener vocación de Festero, muchas veces heredada. Costearse el traje, armas, pólvora, gastos comunes, bandas de música, etc. no es una bagatela. El festero, no es un mercenario, es un devoto que cumple más o menos atávicamente con un rito, en el lugar que le corresponde en los actos de la fiesta.
Si la vocación de festero fallare, la Fiesta se acabaría.
Señoras y Señores, la fiesta de M y C es Historia y Cultura, aunque algunos obstinados sólo se empeñen en ver folklore y vino.
No podemos ser buenos festeros si nos olvidamos del legado histórico que ello representa.
Las tradiciones y leyendas, aunque no tienen rigor histórico, han servido para mantener y conservar, la peculiaridad de la Fiesta.
Pérez Galdós dijo:
"La guerra es el momento de mayor espiritualidad de un pueblo".
Nuestra tradición nace precisamente en estas circunstancias; durante la Reconquista.
Quizá el origen de la Fiesta de M y C en su aspecto folklórico, tuviera su inicio en aquellos juglares y simpáticos personajillos que iban de castillo en castillo, entreteniendo con sus ocurrencias a las aburridas damas, poniendo así, guirnaldas de alegría en las somnolientas costumbres de aquella dura época, en que los Caballeros y Señores se dedicaban a las artes de la guerra, aunque hoy día hay quien afirma, que "la guerra es una cosa muy seria, como para dejarla en manos de Caballeros y Señores".
Respecto al vino, no olvidemos lo que Alexander Fleming dijo:
"La penicilina cura a los hombres, pero el vino les hace felices".