El primer paso consiste en elaborar una lista de las palabras clave contenidas en la pregunta formulada, los sinónimos, acrónimos y variantes de las mismas.
Luego, para construir una estrategia de búsqueda más precisa, estas palabras clave se deben convertir en descriptores, esto es, términos normalizados en el lenguaje especializado de un campo de conocimiento. Para esto se utilizan los tesauros, herramientas que permiten acceder a un vocabulario normalizado y controlado, utilizado en la literatura y en las bases de datos científicas para describir el contenido de los registros bibliográficos. Un tesauro incluye todos o algunos de los siguientes componentes: definición de la mayoría de los términos, términos relacionados, términos específicos y términos generales.
Traduzca los términos al inglés o a otros idiomas, según su interés.
Recurriendo a los operadores booleanos (y, o, no), elabore varios conjuntos compuestos por combinaciones de palabras clave o descriptores, estas serán las proposiciones o ecuaciones de búsqueda con las que interrogará los recursos de información. Dependiendo del recurso, podrá utilizar los conjuntos en español, inglés u otros idiomas.
Período a cubrir:
Determine el tipo de búsqueda, retrospectiva o de actualización, con el fin de definir el alcance cronólogico de los documentos a obtener. Si es retrospectiva, dependiendo del campo de conocimiento y del alcance de su investigación, puede definir un rango de entre 10 a 5 años hasta la fecha actual. Si es de actualización, según el interés investigativo y la temática, puede definir dos años, el último año o, incluso los últimos seis meses o menos.
Área geográfica:
Si su pregunta de investigación incluye una restricción geográfica (ciudad, país, región), téngala en cuenta para incluirla cuando interrogue los recursos de información que utilizará.
Idioma:
Especifique los idiomas en que le interesa obtener información
Otros modificadores: edad de los sujetos o de la población, género, raza o etnia, etc.