Acciones de guerrilla 1º mitad 1809

Juán Díaz Porlier

La Junta Central, sin embargo, previendo cuán provechoso sería no dar descanso al enemigo y molestarle á todas horas y en todos sentidos, imaginó la formacion de estos cuerpos francos, y al efecto publicó un reglamento en 28 de Diciembre de 1808, en que despertando la ambicion y excitando el interes personal, trataba al mismo tiempo de poner coto los desmanes y excesos que pudieran cometer tropas no sujetas á la rigorosa disciplina de un ejército. Nunca se practicó este reglamento en muchas de sus partes, y áun no habia circulado por las provincias, cuando ya las recorrian algunos partidarios. Fué uno de los primeros D. Juan Diaz Porlier, á quien denominaron el Marquesito por creerle pariente de Romana. Oficial en uno de los regimientos que se hallaron en la accion de Búrgos, tuvo despues encargo de juntar dispersos, y situóse con este objeto en San Cebrian de Campos, á tres leguas de Palencia. Allegó, en Diciembre de 1808, alguna gente, y ya en Enero sorprendió destacamentos enemigos en Frómista, Rivas y Paredes de Nava, en donde se pusieron en libertad varios prisioneros ingleses, señalándose por su intrepidez don Bartolomé Amor, segundo de Porlier. Próximo éste á ser cogido en Saldaña y dispersada su tropa, juntóla de nuevo, haciéndose dueño, en Febrero, del depósito de prisioneros que tenian los franceses en Sahagun y de más de 100 de sus soldados.

Creció entónces su fama, difundióse á Astúrias, y la Junta le suministró auxilios, con lo que, y engrosada su partida, acometió á la guarnicion enemiga de Aguilar de Campóo, compuesta de 400 hombres y dos cañones, siendo curioso el modo que empleó para rendirlos. Encerrados los franceses en su cuartel, bien pertrechados y sostenidos por su artillería, dificultoso era entrarlos á viva fuerza. Viendo esto Porlier, hizo subir algunos de los suyos á la torre, y de allí arrojar grandes piedras, que cayendo sobre el tejado del cuartel, le demolieron y dejaron descubiertos á los franceses, obligándolos á entregarse prisioneros. Concluyó otras empresas con no menor dicha.

Don Juán Fernández de Echevarri

No fué tanta entónces la de D. Juan Fernandez de Echavarri, que, con nombre de Compañía del Norte, levantó una cuadrilla que corria la montaña de Santander y señorío de Vizcaya, pues preso él y algunos de

sus compañeros, en 30 de Marzo fué sentenciado á muerte por un tribunal criminal extraordinario, que, á manera del de Madrid, se estableció en Bilbao, el cual en este y otros casos ejerció inhumanamente su odioso ministerio.Otras partidas de ménos nombre nacieron y comenzaron á multiplicarse por todas las provincias ocupadas.

Don Juán Martín el Empecinado

Distinguióse desde los principios la de D. Juan Martín Diez, que llamaron el Empecinado (apodo que dan los comarcanos á los vecinos de Castrillo de Duero, de donde era natural). Soldado licenciado despues de la guerra de Francia de 1793, pasaba honradamente la vida dedicado á la labranza en la villa de Fuentecen. Mal enojado, como todos los españoles, con los acontecimientos de Abril y Mayo de 1808, dejó la esteva y empuñó la espada, hallándose ya en las acciones de Cabezon y Rioseco. Persiguiéronle despues envidias y enemistades, y le prendieron en el Burgo de Osma, de donde se escapó al entrar los franceses. Luégo que se vió libre reunió gente, ayudado de tres hermanos suyos, y empezando, en Diciembre, á molestar al enemigo, recorrió en Enero y Febrero, con fruto, los partidos de Aranda, Segovia, tierra de Sepúlveda y Pedraza. Aunque acosado en seguida por los enemigos, internándose en Santa María de Nieva, recogió en sus cercanías muchos caballos y hombres. Con tales hechos se extendió la fama de su nombre, mas tambien el perseguimiento de los franceses, que enviaron en su alcance fuerzas considerables, y prendieron, como en rehenes, á su madre. Casi rodeado, salvóse en la primavera con su partida, y sin abandonar ninguno de los prisioneros que habia hecho, yendo por las sierras de Ávila, se guareció en Ciudad-Rodrigo. Llegaron entónces á noticia de la Central sus correrías, y le condecoró con el grado de capitan.

Don Jerónimo Merino

Tambien por los meses de Abril y Mayo tomó las armas y formó partida D. Jerónimo Merino, cura de Villoviado. Lo mismo hicieron otros muchos, de los que, y de sus cuadrillas, suspenderémos hablar hasta

que ocurra algun hecho notable, ó refiramos lo que pasaba en las provincias en que tenian su principal asiento.

Don Carlos de España

Ayudaron al principio mucho á estas partidas, amparándolas en sus apuros, las plazas y puntos que todavía quedaban libres. Acabamos de ver cómo el Empecinado se abrigó á Ciudad-Rodrigo, en cuya plaza y

sus alrededores solia permanecer el digno é incansable jefe inglés sir Roberto Wilson. Asistido de su legion lusitana, á la que se habian agregado españoles é ingleses dispersos, y una corta fuerza bajo D. Cárlos de España, protegia á nuestros partidarios é incomodaba al general Lapisse, colocado en Ledesma y Salamanca. Éste, aunque al frente de 10.000 hombres y con mucha artillería, apénas habia hecho cosa notable hasta Abril, desde Enero, en que se apoderó de Zamora, ciudad casi abandonada. Sólo en 2 de Marzo, esperando en malos tratos, se presentó delante de Ciudad-Rodrigo, para entrar de rebate la plaza; mas el aviso de buenos españoles y la diligencia de Wilson le impidieron salir adelante con su proyecto, incomodándole éste continuamente áun en sus mismos reales.