El primer tiovivo de España

El primer tiovivo de España se instaló en Vitoria

Un francés trajo de París el primer carrusel en 1812

Fotografía del Herschell Carrousel Factory Museum en la que varios trabajadores elaboran los caballos de un tiovivo. ::AP

Hubo algunas pinceladas de modernidad durante la ocupación francesa (1807-1813). La presencia de más de 6.000 soldados de manera constante atrajo también a algunos comerciantes que buscaron maneras de hacer negocio en aquella ciudad influida por la moda y la tecnología galas. Imprentas, librerías o el famoso elefante de Portal del Rey, acompañaron a otros aspectos más desagradables como el expolio material o el control político de la población que acababa muchas veces tras un juicio en tribunales especiales frente a un pelotón de ejecución o en la horca.

Los carruseles o tiovivos se conocen desde la antigüedad. Sostiene la Wikipedia que el primero del que se tiene información es el que aparece en un bajo relieve del Imperio Bizantino fechado hacia el año 500 que muestra un grupo de personas dentro de cestas suspendidas de un poste central. La palabra carrusel tiene sus orígenes en el italiano garosello y español carosella («pequeña batalla»), usada por los cruzados para describir un ejercicio de entrenamiento para combate y un juego común entre los jinetes turcos y árabes hacia el 1100. En cierto sentido este dispositivo puede ser considerado un mecanismo para el entrenamiento de la caballería.

Elemento de diversión

Con el pasar de los años se construyeron unos pequeños carruseles que fueron instalados en los jardines privados de la realeza. Al poco tiempo, con toda la pompa que existía en el siglo XVII en Francia, se armó un gran aparato que fue colocado en París en La Place du Carrousel. Con el desarrollo de las uniones de artesanos y la relativa liberación de los oficios en Europa, a principios del siglo XIX se construían tiovivos y se exponían en distintas ferias y otras reuniones en la Europa Central y en Inglaterra.

Existe un acta del Ayuntamiento de Vitoria del 24 de abril de 1812, que se conserva en el Archivo Municipal de Vitoria, según recoge el historiador Gorka Martínez, en el que se relata la existencia de un carrusel situado en el Espolón, el primer jardín, precedente de La Florida, del que se tiene noticia. Estaba situado en lo que hoy conocemos como la calle Prado. También se denominaba el Mentirón.

El acta dice lo siguiente: «Comisión municipal para tratar con Sebastian y Compañía, de nacionalidad franceses y domiciliados en Vitoria, quienes se encarguen de reponer y tener corrientes todos los asientos y rejas que sirven de respaldo en el paseo del Espolón, con condición a la licencia que le están conferidas para colocar ‘un circo en el mismo Espolón con cuatro caballos de madera para la diversión del publico’, encargándolos muy particularmente que, por si y el que lo dirige, no consientan que los muchachos que concurren a la diversión viertan ‘expresiones escandalosas, y obscenas á la buena educación y crianza’ en inteligencia de que si se experimenta lo contrario se mandará quitar el circo y procederá a lo demás que haya lugar.

Esto mismo se previene a los ministros de vara (alguaciles) para que celen con particular cuidado sobre la conducta que se observa en esta parte, procediendo a la exacción de un real por cada expresión fea y denigrativa que viertan los muchachos y demás personas que concurran al acto cuidando también si los encargados de la rueda de caballos cumplen con su encargo en la parte que les toca».

Según el historiador Gorka Martínez no existen referencias anteriores de estos aparatos en España, por lo que se deduce que Vitoria disfrutó durante la ocupación francesa del primer carrusel.

Plano del lugar donde estuvo instalado el tiovivo.