La corrupción en la Revolución Bolivariana
Un tumor a extirpar
Vladimir Adrianza Salas
Un tumor a extirpar
Vladimir Adrianza Salas
La corrupción y la Revolución Bolivariana, son términos incompatibles. La segunda no puede sobrevivir albergando la primera. Corrupción no es solo una de las lacras administrativas que se han observado en la praxis de funcionarios públicos dentro del Estado Venezolano a todo lo largo de su historia, es también ofrecer sobornos para conseguir prebendas por parte de consorcios y entes privados, así como, ponerle valor a la administración de justicia y a acciones que vulneran la soberanía de la nación.
La lucha en contra de la corrupción es tarea de todos, es cierto, pero mucho mas de los organismos e Instituciones del Estado que toleran o permiten corruptos dentro de los mismos. Como lo publiqué hace ya varios años, Corrupción y Revolución son términos incompatibles. El solo hecho de que la oposición haya acuñado durante años el termino de "boliburgueses" es un insulto al proceso revolucionario y a quienes militamos y creemos en este.
Usando términos médicos, el mal de la corrupción en Venezuela ha sido endémico, es decir, esto viene desde la época de la colonia. Luego, en la época de Independencia, es famosa la lucha de El Libertador en contra de la corrupción y de su famoso decreto de 1824 en el que condenaba al ajusticiamiento a todo funcionario de la República que no pudiera justificar los bienes que ostentaba en función de su salario.
Pero, a partir de 1830, los peores actos de corrupción fueron personificados por miembros de la oligarquía gobernante, que junto a lo que quedó de la clase mantuana y a la oligarquía militar, terrateniente y comercial que se empezó a recomponerse aproximadamente desde 1823, hizo uso de ese privilegio para acrecentar sus fortunas personales y familiares. Bochornosos actos de corrupción como los del Gral. José Antonio Páez, apoderándose de grandes cantidades de tierra a nivel nacional, instrumentos jurídicos como la entonces popularmente llamada "Ley de Espera y Quita", la indemnización que recibieron los propietarios de esclavos al momento de aprobarse la liberación de estos en 1854 y descarados robos como los que llevó a cabo el así llamado Ilustre Americano "Antonio Guzmán Blanco", el soborno recibido por el Presidente Joaquín Crespo de parte de una Compañía Inglesa para la construcción del ferrocarril Caracas - La Guaira, son apenas pinceladas en la historia nacional de tales hechos.
Como dato curioso, es desde esa época de donde viene el célebre dicho "no me den sino ponganme donde hayga", frase que se convirtió en lema de funcionarios públicos y gomeros, durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez y que trasciende hasta nuestros días.
Muchas de las grandes fortunas de los hoy llamados "amos del valle", provienen de la colusión de esas familias con funcionarios del Estado del entonces, como es el caso de Los Vollmer y su relación con la administración de aduanas y el diezmo base percibido por Antonio Guzmán Blanco, de parte de esos entes privados por su administración de las mismas.
El siglo XX se inicia con escandalosos actos de corrupción y traición a la Patria como los ejemplificados por personajes como Manuel Antonio Matos (fundador del Banco de Venezuela) y "general" a cargo de la llamada "Revolución libertadora" financiada desde New York para el derrocamiento de Cipriano Castro, la cual, fracasara en su intento; continua a grandez rasgos con el aprovechamiento desde el ejercicio del poder dictatorial por parte de Juan Vicente Gómez, para hacerse dueño de las mejores tierras del país y muchas de las propiedades de las que disfrutó, mientras vendía a las compañías extranjeras sus servicios y favores, regalándoles nuestro petróleo y entre otras acciones, manteniendo el analfabetismo a mas del 90% de la entonces población venezolana, como principal medio de dominación hacia nuestro pueblo.
La explotación petrolera, fortaleció la apropiación de la exigua renta que percibía el Estado Venezolano en sus inicios, yendo esta a mano de contadas familias de la oligarquía local, hecho que se acentuó desde la formación de la Corporación Venezolana de Fomento en 1946, donde se colocaron importantes recursos del Estado Venezolano para "fortalecer" la actividad industrial de los amos del valle del entonces, con la idea original de lograr el desarrollo de Venezuela, pero que terminó financiando la importación de los excedentes de producción desde los EE.UU. luego de la II Guerra Mundial, por parte de estos grupos locales, hecho que permitió acentuar en todo sentido, nuestra dependencia.
Siguieron en el tiempo, los actos de peculado de la época de Marcos Pérez Jiménez y los innumerables actos de corrupción de altos personeros de los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raul Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns y Ramón J. Velazquez. Estos actos de corrupción permitieron entre otros males, el endeudamiento de la Nación Venezolana junto a una mayor pérdida de soberanía de nuestra Patría, todo para enriquecer a algunos a partir del financiamiento del gasto corriente de las actividades del Estado.
Casos como el del buque Sierra Nevada en épocas de Carlos Andrés Pérez I, los taxímetros de Ministro Vinicio Carrera cuando Luis Herrera Campins, toda la corrupción asociada a los grupos que pululaban alrededor de Blanca Ibañez durante el mandato de Jaime Lusinchi y la corrupción en la obtención de divisas desde la famosa RECADI, la obtención por otorgación a dedo de contratos del Estado a los llamados doce apóstoles, los mas importantes grupos económicos que el país tuvo durante todo ese período y mas, son solo parcos ejemplos de toda la corrupción reinante en esa época, donde el "cuanto hay pa' eso" y anecdóticos hechos como el poder discrecional de los porteros de los ministerios, formaban parte de la cotidianidad de la corrupción reinante en la Venezuela de la época.
Otro fenómeno con el que se taparon todos estos actos, fue la aparición en los medios controlados por la oligarquía, de un escándalo tras otro, para tapar los graves hechos que se sucedían casi a diario.
La redacción de leyes en bufetes de abogados llamados "tribus", como la tristemente recordada "Tribu de David" (Bufete de David Morales Bello, dirigente de AD) o la redacción de las leyes bancarias como la aprobada durante el período de Caldera II, fuera redactada en el piso 17 del entonces Banco Latino directamente por sus directivos y asesores jurídicos encabezados por su director Gustavo Gómez Lopez, hecho que contribuyó significativamente hacia la crisis bancaria de 1994, donde quebró el 54% de la banca nacional del entonces, estuvieron dentro de los actos de corrupción mas notorios del entonces.
Durante la V República.
Contrario a lo que muchos deseábamos y pensábamos, durante la V República y pese al magistral ejemplo de decoro, honestidad y pulcritud personal de Comandante Presidente Hugo Chávez, hemos visto actos de corrupción que han emergido desde las filas de aquellos que en alguna oportunidad dijeron ser "revolucionarios". Acciones de corrupción como la del General Baduel o la de banqueros como es el caso de Eligio Cedeño, por hacer solo una lista corta, son ejemplos de lo que ha sido la corrupción en nuestro país en tiempos recientes.
Ha anunciado el Presidente Nicolás Maduro durante los últimos días, que se han desmantelado bandas que operaban en INDEPABIS y el SENIAT y por todo lo que suena en la calle, estoy seguro de que la corrupción a nivel de organismos como CADIVI, el SENIAT, las alcaldías y todo lo relacionado con los impuestos asociados a leyes como el Seguro Social Obligatorio, el Fondo de Ahorro de Vivienda entre muchas otras, son solo la punta del iceberg en materia de la inmensa corrupción que hay que combatir a nivel de dichos organizamos para permitir que de verdad pueda rendir el ingreso nacional y su inversión en el Vivir Bien de los venezolanos.
Casos emblemáticos que hay que tomar significativamente en cuenta y combatir en forma decidida, son fenómenos tales como el contrabando de extracción de bienes de alta importancia nacional dígase alimentos básicos y otros de estratégica importancia como, derivados del petróleo como la gasolina. Es de pensar que por la naturaleza de tales operaciones, personal civil y militar debe estar involucrado en esto. Estos casos, no son solamente fenómenos de corrupción administrativa en el Estado Venezolano, sino que pasan a formar elementos sustantivos de las relaciones internacionales de nuestro país y de la imagen del mismo ante el continente y el mundo. En el caso de la gasolina, se ha dicho que una de las fuentes de financiamiento de los paramilitares en Colombia, es el diferencial que existe entre el precio local y el precio al que se comercializa al otro lado de la frontera oeste de nuestro país. Un acto como este debería ser tomado como un acto de "traición a la patria" pues financia a grupos siempre dispuestos a hacer armas contra funcionarios del Estado Venezolano y en contra de nuestro pueblo.
Corrupción y Capitalismo.
La corrupción es un fenómeno inherente al capitalismo y su escala de valores. Bajo este sistema, una persona "vale por lo que tiene" en bienes y dinero, y por el poder adquirido desde distintas posiciones, públicas o privadas. Este es el primer incentivo al robo, al hurto y al asesinato, y si a través de los medios de información privados, nacionales e internacionales, se presenta una sociedad dividida entre policias o funcionarios públicos (muchos de ellos corruptos) y ladrones (que van desde bandas callejeras hasta grandes capitalistas), el ejemplo que se esparce entre la población y en especial sobre los jóvenes, no es el mas edificante.
El Estado Chino, es decir, en la República Popular China, la corrupción es considerada actualmente como un delito en contra del Estado y como tal, está siendo castigada con todo el peso de la ley. Muchos hechos históricos en los últimos sesenta (60) años de vida de dicha República así lo atestiguan. Deberíamos adoptar elementos de tal legislación para su aplicación en Venezuela, que no sería otra cosa que emular el pensamiento de nuestro Libertador sobre este fenómeno.
Para finalizar...
Tal como lo dije y publiqué hace varios años (2009), corrupción y revolución son términos incompatibles. Por eso, celebro con mucho entusiasmo, el llamado de nuestro actual y Legítimo Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros (NMM), al combate contra de la corrupción con la ayuda de nuestro pueblo. Es totalmente correcto lo dicho por nuestro Presidente Constitucional: "Tolerar la corrupción sería matar la Revolución". En esta lucha deberían caer presos, fuertemente castigados y confiscados todos sus bienes, todos los corruptos enquistados en el Estado Venezolano a todas sus instancias, desde los que se dicen o se ufanan de calificarse como "rojos-rojitos" hasta una gran cantidad de funcionarios políticamente opositores muchos de ellos corruptos que allí pululan, que además de corruptos, son los principales saboteadores de las funciones y programas del Estado Venezolano. Por cierto, la aplicación de justicia debe ser por igual entre civiles y militares.
Le sugiero respetuosamente a Nuestro Presidente NMM, adecuar las instancias del poder público para que estas estén en capacidad de recibir de toda la avalancha de denuncias que de seguro está por venir. No deben permitirse que ni un solo caso quede impune, pues la frustración de estas iniciativas, daría al traste con la esperanza de muchos en nuestro pueblo, de que por fin se haga, se lleve adelante, un verdadero combate a tales fenómenos, se lleve a la cárcel a tanto bandido (funcionario público o privado) confiscando sus bienes, y se sanee nuestro país de este mal, en aras de poder lograr la construcción de un socialismo, honesto e inclusivo de las grandes mayorías trabajadoras de nuestro pueblo. Como todos sabemos, la corrupción tiene suficiente fuerza tanto para derribar la construcción del socialismo en Venezuela como para desmoralizar a las masas respecto a la Revolución Bolivariana. Por todas las razones éticas existentes, por el legado Bolivariano de lucha en contra de la corrupción y por razones de seguridad de estado, este fenómeno debe ser combatido hasta sus últimas consecuencias.
Vladímir Adrianza S.
12 de Junio de 2013.
Referencias.
1) Decreto del Libertador Simón Bolívar fechado el 12 de enero de 1824.
2) AVN. Maduro: Tolerar la corrupción sería matar la Revolución.
3) Revolución y corrupción, son términos incompatibles. Vladímir Adrianza S - 2009.
4) Así es China. Programa difundido por CCTV el 01/Enero/2013, minuto 23 del documental.