El género es una propiedad gramatical, de carácter inherente, de los sustantivos y ciertos pronombres que se manifiesta de forma especial en su combinación con determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios. Según su género, los nombres son MASCULINOS o FEMENINOS. En español no existen sustantivos NEUTROS, a diferencia de lo que ocurre con algunos determinantes, cuantificadores y pronombres (lo, algo, esto).
Sustantivos como caballo, chacal, loba, mano provocan concordancia con formas de este género: nuestro caballo, este chacal, loba parda, esta mano.
Los sustantivos pianista, portavoz y testigo pueden ser masculinos o femeninos, a pesar de que presentan una sola terminación, por lo que seleccionan formas de uno y otro género: el / la pianista, este / esta portavoz, nuevo / nueva testigo.
Género, concordancia, flexión y sexo
La propiedad esencial del género es marcar la CONCORDANCIA entre el nombre y otras clases de palabras con las que se combina (determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios): la ducha, nuestro profesor, aquellos años, algunos problemas, libros nuevos, obras conocidas.
El género de los nombres no se manifiesta necesariamente por medio de marcas formales: todos los sustantivos son masculinos o femeninos, pero pocos reflejan esta oposición en sus terminaciones.
Género y sexo son dos nociones que se relacionan, pero que no se identifican, puesto que el primero es de carácter gramatical, mientras que el segundo constituye un rasgo biológico. Todos los nombres poseen género, con independencia de que se refieran a seres sexuados o no. Muchos de los términos que designan seres sexuados son invariables en cuanto al género (abeja, avestruz, calamar, gaviota, golondrina, gusano). Y, en otro sentido, en algunos sustantivos la diferencia de terminaciones no establece una oposición de sexo (cesto ~ cesta, huerto ~ huerta, manzano ~ manzana), sino que aportan valores semánticos diferentes.
EXPRESIÓN DE GÉNERO Y SEXO. CLASES DE SUSTANTIVOS
En los sustantivos que designan seres sexuados (personas, animales y algunas plantas) la gramática diferencia varias clases, según las formas de expresión de género y sexo:
LOS SUSTANTIVOS HETERÓNIMOS
Expresan la diferencia gramatical masculino / femenino y, simultáneamente, la oposición de sexo a través de términos con diferente raíz: padre / madre, hombre / mujer, padrino / madrina, caballo / yegua, toro / vaca. El género se manifiesta en sus combinaciones con determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios: nuestro querido padre ~ nuestra querida madre.
LOS SUSTANTIVOS DE TERMINACIÓN VARIABLE
Manifiestan las diferencias de género y de sexo por medio de morfemas en palabras de la misma raíz: niño / niña, gato / gata, actor / actriz, barón / baronesa, zar / zarina. En estos nombres, el género se refleja asimismo en las combinaciones con determinantes, cuantificadores, adjetivos y participios. La desinencia más común del femenino es la -a (muchacho / muchacha, lobo / loba, león / leona), pero existen otros morfemas que marcan el género, generalmente en los nombres de persona: -ESA: alcalde / alcaldesa, duque / duquesa, príncipe / princesa; -ISA: papa / papisa, profeta / profetisa, sacerdote / sacerdotisa; -TRIZ: actor / actriz, emperador / emperatriz; -INA: héroe / heroína, zar / zarina.
LOS SUSTANTIVOS COMUNES EN CUANTO AL GÉNERO
Pueden ser masculinos o femeninos sin que su forma se vea modificada. Su género (y, por consiguiente, el sexo del referente) puede manifestarse a través de la concordancia con adjetivos y determinantes: el cónyuge / la cónyuge, este testigo / esta testigo, estudiante aplicado / estudiante aplicada.
LOS SUSTANTIVOS EPICENOS
Son de un solo género sin que este haga referencia al sexo, aun cuando designan seres sexuados. El género masculino o femenino de estos sustantivos solo se manifiesta en la concordancia. Son muy frecuentes entre los nombres de animales (el avestruz, la cobra…) y plantas (el acebo, el espárrago, la palmera, el plátano, el sauce…). También los hay que hacen referencia a seres humanos (la autoridad, el emisor, la persona…).
VARIACIÓN DE GÉNERO Y SIGNIFICADO EN NOMBRES QUE DESIGNAN SERES NO SEXUADOS
Homonimia, polisemia y diferencias de género. Varios términos HOMONÍMICOS o POLISÉMICOS se diferencian en su significado y también en su género: el / la capital, el / la cólera, el / la coma, el / la cometa, el / la corte, el / la cura, el / la editorial, el / la final, el / la frente, el / la mañana, el / la orden, el / la parte.
Sustantivos ambiguos en cuanto al género. Son nombres de terminación invariable que pueden usarse como masculinos o femeninos, pero sin experimentar cambios de significado. Esta ambigüedad de género se da sobre todo en singular: el / la mar (plural, los mares), el / la maratón, el / la dote (plural, las dotes), el / la linde, el / la calor, el / la interrogante.
El número es una propiedad gramatical de los sustantivos, los pronombres, los adjetivos, los determinantes y los verbos que opone dos valores: el SINGULAR y el PLURAL. En el sustantivo y el pronombre el número posee dos características:
a) Es signo de unidad / pluralidad.
b) Es rasgo inherente. Sustantivos y pronombres imponen sus marcas de número a determinantes, cuantificadores, adjetivos y verbos cuando forman con ellos construcciones concordadas: Ya llega el cortejo; los amigos, un nuevo día.
Relaciones entre forma y significado
Aunque la asociación de las formas del singular y del plural con los contenidos ‘unidad’ y ‘pluralidad’ es bastante regular, existen casos en los que no se establece tal correspondencia.
SUSTANTIVOS NO CONTABLES
Los sustantivos no contables o continuos (agua, aire, arena, tierra), por razones de significado, suelen construirse en singular. Cuando aparecen en plural, pueden pasar a ser sustantivos contables (el café ~ tres cafés). Si se mantienen como no contables, suelen aportar una variante estilística que a menudo no constituye una auténtica pluralización: el agua ~ las aguas; {la arena ~ las arenas} del desierto; la tierra castellana ~ las tierras castellanas.
SUSTANTIVOS CON DIFERENTE SIGNIFICADO LÉXICO
En otros casos, el cambio de número implica modificación en el significado léxico: celo y celos, haber y haberes, historia e historias.
SUSTANTIVOS DE OBJETOS DOBLES
Con los nombres que designan realidades compuestas de dos partes simétricas que forman unidad, suelen alternar el uso del singular y del plural en la referencia a cada conjunto: alicate ~ alicates; calzón ~ calzones; pantalón ~ pantalones; tijera ~ tijeras. El plural de estos nombres puede designar un objeto o más de uno.
SUSTANTIVOS DUALES
Son nombres que en plural designan normalmente objetos pares, pero formados por piezas independientes: amígdalas, guantes, medias, orejas, zapatos, etc. En ellos el plural nunca es equivalente del singular, ya que expresan sentidos distintos: una media refleja siempre singularidad, mientras que unas medias indica pluralidad, sea de un par o de varios pares.
SUSTANTIVOS CON SINGULAR INHERENTE
Son nombres que suelen usarse solo en singular, debido a que designan una entidad única: canícula, caos, cariz, cenit, grima, oeste, salud, sed, tez, zodíaco, etc.
SUSTANTIVOS CON PLURAL INHERENTE
Son sustantivos que se emplean solo en plural. La marca de número no implica en este caso pluralidad en el referente. Pertenecen a ámbitos conceptuales muy diversos: alimentos (comestibles, ñoquis, provisiones, tallarines, víveres); objetos inespecíficos (bártulos, cachivaches, enseres); cantidades de dinero (emolumentos, finanzas, honorarios); lugares imprecisos (afueras, aledaños, alrededores); fragmentos, restos o cosas menudas (añicos, escombros, trizas), o ciertas partes de algún organismo (entrañas, fauces, tragaderas).