El enfoque de educación musical crítica que defendemos recoge y pone en el centro del proceso de aprendizaje los intereses y saberes que tiene el alumnado. En la actualidad, el alumnado tiene una fuerte influencia de los videojuegos y las apps, lo que les lleva a interesarse por actividades donde esos saberes tengan una aplicación práctica como sucede con las relacionadas con la programación y robótica. En los currículos educativos están permeando estas tendencias que empiezan a integrar contenidos obligatorios que, en el caso español, están vinculados con las competencias matemática, científica y tecnológica. La naturaleza de la educación musical ha estado ligada siempre con el desarrollo tecnológico, dando lugar a nuevos instrumentos musicales, nuevos sonidos, softwares de grabación, edición sonora y producción musical, entre otros. Más recientemente encontramos apps y programas con los que crear música con instrumentos virtuales e incluso componer con lenguaje de programación. 

El Seminario ¿Cómo suena un robot? nos presenta un proyecto interdisciplinar que desarrolla el profesor de Música, Emilio Parrilla, en un centro educativo de la Haya (Países Bajos). Desde un enfoque de pedagogía de la creación y con técnicas del "Design Thinking" para desarrollar procesos de creación se plantean cómo aportar una nueva visión a la robótica que parte de una reflexión y prototipado de los materiales sonoros. El proyecto ha servido para que los estudiantes cuestionen ¿Cómo suena un robot?, ¿para qué suena?, ¿Cómo se ha formado ese imaginario colectivo sobre sonidos robóticos?, ¿puede un robot transmitir emociones? El proceso parte de una investigación del sonido como elemento narrativo en películas, videojuegos, etc., continúa con una exploración de los procedimientos y herramientas que utilizan los diseñadores sonoros para, finalmente, generar nuevos sonidos para los robots que construyen en el colegio. Uno de los puntos fuertes ha sido el desarrollo colaborativo del proyecto con la interacción de músicos profesionales que estudian en el Conservatorio Superior de La Haya y alumnado de educación obligatoria, integrando experiencia artística profesional y saberes pedagógicos en relación al arte sonoro.