El sueño que se desvaneció por un falso amor

Por Alberto Bermúdez Funes

14/02/2024

Érase una vez un pequeño niño que quería mucho tener un perro. Él siempre contaba lo que podía hacer con un perro si a él se lo regalaban. Podía pasearlo, cuidarlo y lavarlo sin ayuda de nadie. Y llegó el gran día. Era su décimo-cuarto cumpleaños, y llegó la hora de los regalos. Llegó el regalo de sus padres, y ahí estaba su sueño desde pequeño. Cuando llegaron a la casa, él lavó al perro y le dio de comer. Ellos vivían en una pequeña casa en el campo. Cada día que pasaba él iba al bosque a jugar con su perro y las ardillas.

Uno de estos días, el niño se encontró con un pequeño lobo y decidió llevárselo a su casa. Al llegar, sus padres se cabrearon mucho con él y tras una gran discusión, el niño tuvo que decidir. El niño prefirió quedarse con el lobo y sacaron a patadas al perro de la casa. Él traicionó sus sueños de pequeño por una simple tontería, algo nuevo y que nunca se sabe lo que puede pasar.

El perro se quedó afuera de la casa y el lobo le atacó hasta casi matarlo y lo persiguió hasta matarlo ahogado. El niño no tuvo ningún problema y simplemente lo dejó pasar. Vio morir a un ser que resultaba no ser nada para él, pero realmente soñaba noche tras noche por tener su amor.

Finalmente, el lobo escapó de la casa la noche siguiente y abandonó a la familia.

Ahí fue cuando el niño se dio cuenta de que sus sueños habían sido destrozados por algo que prefirió de un día para otro.

Valora a las personas como ellos te valoran a ti”. “La traición puede llegar hasta de tu mejor amigo”. “Si quieres conseguir algo realmente, nunca te tienes que fijar en algo innovador o mejor, tienes que seguir fijándote en tu objetivo”,

Estas son algunas de las muchas frases que el perro habrá pensado mientras estaba siendo asesinado, viendo cómo su dueño se deshacía de él matándolo y ni le importaba. Él habrá pensado esto durante mucho tiempo en el cielo también.