Cuento

Érase una vez Álvaro, un chico de unos 20 años, que conoció a una chica en el instituto . Ella acababa de entrar hace poco porque ella era de otra ciudad. Apenas verla se se enamoró de ella, en el patio decidió ir a hablarle, la chica era un poco rara y no quiso hablar con el chico.

Al día siguiente, fue hablar otra vez con ella ya que no comprendía lo que sucedió el día anterior. La chica y él empezaron a hablar, Álvaro le preguntó que qué le pasaba, la chica respondió que no tenia muchas ganas de conocer a chicos nuevos y preguntó que por qué no quería. A lo que ella le respondió que en su cuidad ‘Berlín’ estaba conociendo a un chico que los primeros días la trataba súper bien y que todo salia muy bien con él, pero un día, dando una vuelta por las calles de Berlín todo empezó a descontrolarse y el chico se puso un tanto agresivo con ella.

Ella se quería ir a casa pero el chico la cogió y la llevó a su casa. A lo que ella ya no quiso seguir hablando de eso. Álvaro impactado se quedó en silencio durante un instante y con una lágrima en su ojo derecho le dijo ‘ lo siento ‘. El chico le dijo que si quería ir a dar una vuelta con ella sobre las 7:30 de la tarde. Ella le dijo que sí y esa misma tarde se empezaron a conocer. Cuando la chica llegó a casa y se lo contó a sus padres le dijeron que era imbécil, que nunca en la vida nadie la iba a querer. 

La chica al día siguiente la chica le contó al chico lo que sus padres le dijeron. Sus padres no lo dejaban tener novia. Álvaro tras unos meses ambos se gustaban y un día se pidieron de salir y tras unos días como pareja todo iba muy bien, hasta que sus padres se enteraron y abandonaron a su hija. La niña sin casa y sin ningún lugar donde meterse a vivir, se lo contó a Álvaro y a lo que Álvaro que ya tenía una casa propia le dijo que si se quería ir a vivir con él, a lo que ella le dijo que sí. Actualmente Álvaro tiene 40 años y la niña 38 años. Ellos se pidieron matrimonio hace poco y son muy felices. Ahora todo lo que pasó ha quedado en su olvido y cada vez que se acuerdan fue como si nada hubiera pasado.