Aprendizaje y esperanza

María G

Cuando se decretó el estado de alarma el 14/3/20, yo volaba de Dublín a Santiago de Compostela, porque mi colegio de Dublín iba a cerrar por el Covid-19 y mis padres decidieron que regresara antes de que cancelaran los vuelos con Irlanda.

Me he ido de Dublín sin poder despedirme de mis amigos, profesores, familias de amigos, .... personas con las que he convivido durante meses y que han sido muy importantes para mí, en un país en el que estaba sola sin la cercanía de mi familia e incluso dejando ropa y cosas en la casa donde vivía.

Al llegar a Bergondo, he comenzado el confinamiento en casa de mi padre con mi hermano Pablo que también llegó de Dublín y separados de mi hermana Sofía, que estaba de cuarentena en casa de mi madres, porque en su colegio mayor de Madrid, varias compañeras estaban infectadas por el COVID—19.

Desde principio de Abril 2020, estoy en casa de mi madre con mis dos hermanos, y considero que somos unos privilegiados en esta época de confinamiento, porque vivimos en el campo y podemos salir a pasear por la finca y tomar el aire en cualquier momento.

Mi rutina diaria ha cambiado, como la de todos, me levanto y me conecto a clase en Sta. María del Mar, pudiendo escuchar a mis profesores y a mis amigos, lo que me ha hecho muchísima ilusión y que agradezco al colegio. Además, realizo las tareas que me envían desde el colegio de Dublín, entreno con mi equipo de Gimnasia Estética, todo on line.

En mi casa me han asignado la cocina, así que preparo la comida y la cena para todos a diario, por lo que busco recetas constantemente para hacerles platos diferentes y originales, así como postres, sobre todo para mi madre que los come seguido.

El tiempo libre hablo con mis amigos y el resto de la familia y visito a mi padre que vive al lado.

El Covid-19 me ha cambiado, me he dado cuenta que se necesitan pocas cosas para vivir, y que además de la salud, lo importante que es estar juntos, cumpliendo las medidas para no contagiar a los demás y en casa, hacía muchos años que no convivíamos tanto tiempo y está siendo genial.

Es triste saber que el COVID-10 está provocando mucho sufrimiento en muchas personas que han perdido a seres queridos y que están en una situación económica de pobreza, a mi madre en el trabajo le preguntan por bancos de alimentos y hoy prepararemos ropa para regalar, espero que ayudándonos en la medida de nuestras posibilidades superemos las consecuencias del COVID 19 pronto.

María R

Tras la excepcional situación provocada por la pandemia mundial, COVID-19, colegios, universidades, etc. han tenido que cerrar sus puertas a millones de estudiantes como yo para prevenir la propagación del virus.

He vivido esta nueva situación ya no sólo en Dublín, cuando la ciudad comenzó a ser alertada por la pandemia, sino, también la estoy viviendo desde España.

El 14 de marzo regresé a España, pues la situación aquí era mucho peor que en Dublín, teníamos más de 5.000 infectados con coronavirus mientras que en Dublín sólo 40. En ambos lugares las escuelas habían cerrado el mismo día y todavía continuan cerradas a día de hoy.

Comenzaré con las duras despedidas de mis amigos españoles de Irlanda, que se habían convertido en mi familia de cariño; a mis compañeras irlandesas; a mi familia anfitriona, a quien echo tanto de menos; a todos los profesores del colegio Sancta Maria College; al colegio, que me ayudó a vivir esta experiencia al máximo; y sobre todo a una de las etapas más difíciles y más bonitas que he vivido hasta ahora; para siempre.

Al regresar a España, tuve un choque de realidad, me sorprendió mucho la ausencia de vehículos un sábado en el autopista de regreso a mi casa, e incluso en los supermercados la falta de comida debido al pánico. La Coruña, la ciudad en la que resido en España, era similar a un pueblo fantasma, con apenas gente en la calle, y lo que más me impresionó fue sentir gente mirándome con rechazo mientras iba a la compra, supongo que debido al miedo…, una situación muy triste.

Continuo mi año académico TY a distancia y me he impacta, pues temía, que al ser el año más práctico y lleno de experiencias, sin apenas exámenes no podría seguir disfrutándolo de la misma manera que lo hacía en Dublín. Nada más lejos de la realidad, todavía lo disfruto como el primer día, ya que las tareas que realizo son muy didácticas y me ayudan a evadirme de la situación, pues el día es bastante largo. También estoy conectándome a las clases en línea con mi colegio Santa María del Mar, compatibilizando mis estudios en Sancta Maria College.

Al principio del confinamiento, me resultó imposible pensar que no podría seguir mi rutina habitual en España, que no podría ver a mi familia o amigos tras regresar de Dublín, que no tendría la posibilidad de hacer deporte al aire libre o en un gimnasio…, pero pronto me acostumbré a la nueva rutina, que debo decir que es muy importante seguirla y así evitar una linea sedentaria, es decir, crear algunos horarios y hábitos (por ejemplo, vestirte incluso si no vas salir de casa, hacer actividad física, comer más sano…) porque ayuda a evadirnos y no dejarnos físicamente, además, debemos aprovechar esta situación como una oportunidad de regalarnos a nosotros mismos tiempo, a conocernos mejor y a cuidarnos y conocer y adoptar nuevos hábitos mas saludables, para un futuro, que pueden resultar muy positivos para nuestra salud mental.

Esta experiencia me ha ayudado a valorar no sólo toda la libertad que tengo, sino, la suerte de poder ir a la escuela y relacionarme con todos mis amigos y compañeros. También me está ayudando a ver la importancia equivocada que le damos a muchas cosas y la ausencia de valorar lo que realmente importa, que es la suerte de despertarme todos los días y poder salir a la calle, poder hacer planes con mi familia y amigos, ir a comer a un restaurante en esas comidas que se alargan horas y horas o simplemente darnos un abrazo con nuestros seres queridos, y lo mas importante tener salud y haber aprendido sobre lo vulnerables que somos…


Y 45 días después de que el confinamiento haya comenzado, sólo puedo desear que la situación mejore en todo el mundo y que cuando volvamos a las calles lo hagamos con muchas más ganas.



Laura

Lo del confinamiento por un lado está siendo duro porque echo de menos ver a mis amigos, ir al estadio, ver a mi familia… Por culpa de el coronavirus me he quedado sin ir de vacaciones de Semana Santa. Lo más probable es que no vaya a las de verano y lo que me fastidia aun más que no vaya a haber campamentos. Tampoco podremos ir a la playa o a la piscina como íbamos antes. Lo de salir a la calle lo llevo mejor porque tengo un pequeño balcón ,pero igualmente no es lo mismo. Yo paso la mayoría del tiempo con el móvil y el iPad y viendo series y películas.


Ramón


Empezaría esta reflexión hablando de mi día a día, pero sería muy aburrida, por que siempre es lo mismo. En general no lo he pasado mal en esta cuarentena, al final me he acostumbrado a la situación.

Me paso el día delante de una pantalla; por la mañana, en clase virtual; por la tarde, haciendo deberes.

Como cualquier adolescente, lo que quiero ahora mismo es ver a mis amigos y amigas y pasar con ellos y ellas un día.



Pablo

Mi día a día se basa en levantarme, normalmente sin ganas y eso que siempre soy muy optimista, pero eso no quita que tenga que asistir a las clases mis 4h con algún descanso entre medias de 30 o 5 minutos. Cuando terminan las clases voy a comer y a partir de ahí tengo toda la tarde libre para hacer las tareas del colegio y las que me mandan de casa. Ahora ya se puede salir de casa por horarios, mi turno es de 20:00 hasta las 23:00, creo que es de lo poco de lo que tengo ganas a lo largo del día, simplemente poder salir meterme al agua hacer deporte y no estar encerrado en casa, aún que solo sean 3h es suficiente para el tiempo que llevamos encerrados.

Sí, creo que he tenido altibajos como todo el mundo algunos me afectaba más otros menos, y creo que el peor fue asimilar la de tiempo que iba a tardar en volver a estar bien las cosas, para superar estos problemas, me viene muy bien llamar a mis amigos o simplemente escuchar música ya ayuda bastante. Mi situación psicológica, ha mejorado, pero no todo lo que debería, aun que lo único que he dejado de hacer es deporte en casa.

También hablo bastante con mi padre por video llamada, ya que reside en Barcelona y también mucho con mi abuelo, ya que tiene que ir todos los días al hospital y bueno, es correr riesgos salir al hospital. Aun así, la cuarentena la paso con mi madre, hermana y padrastro, y la verdad es que estoy muy agradecido de poder pasar esta cuarentena en una casa con jardín y cerca de la playa.

Lo único que cambiaría es la parte del colegio, para que los profesores también piensen que es una situación muy difícil para nosotros y a pesar de eso hay algunos profesores que se pasan con los deberes contenido y/o cada vez que falla algo se creen que les estamos intentando engañar, ojalá confiasen un poco y admitiesen también sus errores como a nosotros nos sancionan por nuestros errores.

La situación en Galicia, es más bien buena, teniendo como punto de comparación las grandes ciudades como podrían ser Barcelona o Madrid, mañana, sábado día 9 anunciarán si pasamos de fase y el lunes nos podremos mover libremente, y quedar con personas que no convivan en nuestra casa.

En Coruña, la cosa está un poco descontrolada, ya que la gente no se lo toma para nada en serio este tema de la cuarentena, y sobre todo en el centro de la ciudad la gente no toma las medidas ni respeta a los demás. Eso si, hay camas de sobra en la UCI y en los hospitales, lo cual es buena señal.

Mi mayor preocupación es que siga el gobierno haciendo las cosas igual de mal que ahora, y ni tan siquiera admitan sus errores, pero también lo que más me preocupa es no poder volver al colegio con mis amigos, ver a mi familia, salir a la calle, ir a locales, a la playa en verano... un millar de cosas. Como la gente que cuando le pasas por al lado y se tapa la boca y la nariz como si todo el mundo estuviese contagiado y esa persona también podría estarlo, y no por ello le hago ascos.

Cuando volvamos a la normalidad, espero poder volver a jugar al fútbol, hacer deporte con mis amigos, y no tener que estar encerrado con mi familia, que aun que los quiero muchísimo, acabo no sé ni por que pero irritado por ellos, pero si seguramente mi familia son las mejores personas con las que pasar la cuarentena.



Miguel

Buenos dias, soy un alumno de Santa Maria del Mar y vengo a contar un poco la situación que se está viviendo en A Coruña con el coronavirus, para mi esta situación es preocupante, no por mi si no por mis familiares que viven en otra parte de la península en la que hay muchos más contagiados y por lo tanto más riesgo.

Mi día a día es normal, trato de hacerle la vida más fácil a mis padres que se tuvieron que adaptar a este nuevo método de vida, trabajando en casa, sin poder salir etc… Yo creo que después de esta crisis va a quedar una sociedad mucho más concienciada de los problemas a nivel global y mucho más unidos porque, aunque el virus nos separe, también nos ayuda a estrechar lazos con otras personas compartiendo nuestras experiencias.

En mi país los médicos están dando su vida por ayudar en esta causa trabajando en turnos largos y sin prácticamente descansos. Por lo demás se ha iniciado la desescalada (el proceso para salir del confinamiento en fases), ahora mismo estamos en la fase 1 y a final de mes si todo va bien estaremos en la fase 2, si la gente respeta los límites como han estado haciendo hasta ahora. Suerte a todos.