4ª Semana: "Atrévete a pensar"

Carmen

2 de abril

Esta semana es la tercera que estamos en casa aislados por confinamiento debido a la pandemia del COVID-19. Hoy me gustaría centrarme en cómo lo viví desde el primer día que supe de la existencia de este virus. Como todos sabemos, esta pandemia comenzó en China, en ese momento nunca nos habríamos imaginado que podría llegar a ocurrir en España, lo veíamos algo muy lejano o incluso imposible.

Llegamos a incluso tomárnoslo con sentido del humor hasta que poco a poco se fue acercando esta pandemia a países cercanos como Italia. Finalmente el día 31 de enero se detectó el primer caso de COVID-19 en España, ahí comenzó el pánico.

Todos los españoles empezaron a vaciar los supermercados sin respetarse ni pensando en el bien común. Una semana más tarde, anularon las clases y nos obligaron a quedarnos en casa. Ahora sólo puedes salir a la calle para comprar comida o pasear a tu mascota.

Con el fin de que todos nos quedemos en casa, hasta los cantantes han realizado conciertos en directo como entretenimiento y para recaudar dinero para la sanidad. Sin embargo, la gente sigue sin hacer caso a las normas, aun viendo en las noticias que han fallecido 10.000 personas en total y hay más de 110.000 contagiados.

En mi caso, una estudiante de 4º de secundaria, el confinamiento ha hecho que tenga que dar clase desde mi casa. Esto está suponiendo un gran esfuerzo porque tenemos que tener más responsabilidad y organización que nunca ya que no sabemos cuándo nos tocará volver a clase, si es que llegamos a volver, y realizar los exámenes.

También, desde mi experiencia personal, el confinamiento ha provocado que valore más todo lo que tengo. Al no poder ver a gente a la que quiero como mis abuelos o amigos, me he dado cuenta de lo importante que es aprovechar el tiempo que estoy con ellos.

Mayerly

¿Qué está pasando con la crisis del coronavirus en tu país?

Actualmente en mi país está transcurriendo una serie de sucesos de una importante gravedad, a diario mueren decenas, incluso cientos de personas desde que empezaron a enfermar por este virus.

Esto principalmente se debe al colapso de los hospitales. En realidad, se sabe que esta enfermedad no es tan grave, o no afecta tan gravemente a personas sanas, de una edad joven, incluso se sabe ue hay individuos inmunes ante este virus. Pero el problema radica en las personas de edad más avanzada, que no tienen suficientes defensas o en las personas que padecen algún tipo de enfermedad respiratoria o falta de defensas.

Y sobretodo, el núcleo del problema se halla en la falta de personal sanitario, de camas para que los pacientes sean atendidos y de respiradores, que nos son suficientes para toda la población enferma, por lo visto en mi país los sanitarios no dan abasto con toda la cantidad de enfermos.

Se han tomado muchas medidas respecto a este virus, desde la clausura de escuelas, restaurantes, hostelería… hasta paralizar por completo, incluso la industria. Y la medida más importante, que todos y cada uno de los ciudadanos se queden en su casa. Sin duda se ve que esto es de máxima importancia para no expandir aún más el virus.

Ahora respecto a lo que mi opinión se refiere, considero que estas medidas debieron tomarse antes, ya que se advertía del peligro que podíamos correr pero no fue hasta después que ya se impuso esta medida obligatoriamente, considero que deberíamos haber tomado a China como ejemplo, y ver lo que podría pasar si no reaccionábamos de inmediato.

Y por último, otro suceso en mi país, son las continuas quejas de los demás partidos políticos al presidente del Gobierno, nunca entenderé por qué en lugar de llegar a mejores decisiones en conjunto, no desaprovechan el más mínimo momento para reprochar al adversario y ensalzar su propio partido.

Gonzalo M. 1º Bach

¿Qué ha supuesto el COVID-19 en mi vida?

A menudo cuando nos hacen una pregunta de este tipo, no sabemos muy bien qué contestar. Algunos podrían decir que han aprendido a cocinar, a tocar la guitarra, o que se han leído varios libros que creían que jamás les gustarían. Sin embargo… ¿Sería ese el verdadero cambio? Yo, a veces, creo que no lo es del todo.

Creo que cuando buscamos el cambio, a veces lo buscamos fuera, y buscamos algo disruptivo que muestre una situación completamente distinta a la anterior, pero, hay momentos en los que el cambio está más cerca de lo que creemos, en uno mismo, y eso es lo que me ha pasado a mí.

Como se suele decir, son las peores situaciones las que nos provocan la reflexión, y es algo que no deja de ser verdad. Durante estos días, he estado pensando y reflexionando acerca de todo lo que está pasando, y desde mi posición me doy cuenta de que algo en mí ha cambiado, y lo que más percibo es que ahora soy mucho más capaz de valorar los esfuerzos de los demás, es decir, comprendo y valoro el trabajo de los demás, ya que he sido yo mismo el que ha tenido que experimentarlo.

Esto, en mi opinión es fundamental en el estado en el que nos encontramos, ya que es la vía de la empatía y el agradecimiento, que ayuda a resistir sin discusiones de por medio; en otros términos, ser capaz de comprender y entender el trabajo que una persona realiza por ti, da pie al agradecimiento entre las personas, evitando la guerra constante que se genera con otras personas cuando llevas encerrado en tu casa casi un mes .

Es por esto que, aunque todo parece que ha cambiado, creo que lo que más ha cambiado, o mejor dicho, lo que más se ha transformado, hemos sido nosotros mismos y nuestra forma de ver la situación actual, nuestro enfoque personal.

Claudia C. 1º Bach

“Estamos viviendo una paradoja”

Estamos viviendo un momento histórico para el mundo pero no únicamente está afectando a los seres humanos en la economía y en la salud, sino que a la misma vez está influyendo positivamente al planeta. Se podría decir que estamos viviendo una paradoja en la que a la vez que estamos utilizando la tecnología y la ciencia para poder encontrar una cura contra el virus, estamos “curando” nuestra casa, el planeta. Multitud de fauna que estaba en peligro, los mares y ríos en los que había más plástico que peces, se están regenerando. Si echamos la vista veinte años atrás, es decir, nos fijamos en el siglo anterior, podemos observar paisajes del planeta que hoy en día no se distinguiría si es un mar o una balsa de residuos en la cual flotan animales enganchados a todo el plástico que consumimos los seres humanos. Suena fuerte ¿verdad? , Es la realidad de nuestro planeta actual, y ya no únicamente mares,y ríos sino también pulmones del mundo los cuales nos dan una parte de nuestros oxígeno están quemados.

Yo, ahora mismo, sentada delante de mi ventana escribiendo, puedo escuchar una canción que empieza por la mañana y no tiene fin, como son los pájaros que vienen diariamente, me asomo, y veo el mar, un mar calmado, un mar solitario, una calle vacía, sin envases de comida en el suelo… Algo bueno tenía que tener el virus. ¡El planeta, después de años, está respirando!

Javier R. 1º BACH

¿Qué debería aprender nuestra sociedad de esta crisis que nos ha afectado a nivel mundial?

Esta crisis global es un gran problema sin duda, pero si analizamos en profundidad esta situación tan adversa, descubriremos que no todo es malo, que se pueden extraer buenas enseñanzas de esta desgracia.

En mi opinión, la principal enseñanza que debemos extraer es que no podemos dar absolutamente nada por hecho. Debemos valorar todo lo que tenemos, pues aunque sea un tópico es cierto que ‘’no se valora lo que se tiene, hasta que se pierde’’.

Hace dos meses, nadie se imaginaría que nuestra libertad de movimiento estaría restringida y que estaríamos semanas sin ver a las personas que nos importan. Antes de esta insólita situación, algunos incluso soñábamos con no ir al colegio, y sin embargo, ahora deseamos volver a él para reencontrarnos con nuestros compañeros y profesores. Tampoco valorábamos tanto a nuestros mayores, porque siempre habían estado allí y los dábamos por hecho, sin prestarles toda la atención que se merecen. Tal vez, la rutina había hecho que ignoráramos una obviedad que ahora nos perturba, su finitud.

Lo importante de todo esto es valorar. Valora a las personas y no olvides cada día demostrarles todo lo que te importan, pues tal vez no los veas en un largo tiempo.

Valora tu colegio, a veces da pereza ir, mucha pereza, pero es donde te formas y donde formas la mayoría de las relaciones que tienes.

Valora las cosas que tienes, porque pueden desaparecer y especialmente en esta situación, valora tu salud y la salud de los que te rodean.

Otra lección que podemos extraer de esto, es que los problemas son relativos, y a veces cuando todo va bien, nos frustramos por cosas insignificantes y olvidamos que lo bueno es muy superior a lo malo. Si valoramos todo lo anteriormente nombrado, nos daremos cuenta de lo simples que son nuestros problemas y cómo los agrandamos.

Pepe R. 1º BACH

Hoy en día estamos en una sociedad donde aquello que más destaca es la comodidad de algunas personas, el estado de bienestar. Hemos sido maleducados, al hacernos creer que lo normal es pedirle muchas cosas a nuestros padres y nos lo den todo. En este caso vamos a aprender a valorar más el dinero, ya que nos va a afectar mucho esta crisis económicamente. Nuestra sociedad debería aprender de esta situación a valorar esas cosas que nosotros damos por normales. En este caso las pequeñas cosas serán mágicas, un simple abrazo, un simple te quiero.

Además, las personas debemos de darnos cuenta a quienes echamos verdaderamente de menos y quién se ha preocupado en este periodo de ti y quién no. También este periodo nos sirve para reflexionar sobre nuestra vida, y para descansar de la agobiante vida que llevamos. Otro aspecto del que debería aprender nuestra es que nos hace estar unidos, solamente aplaudiendo desde el balcón, y aprendemos a valorar un poco más la labor que hacen los sanitarios que se juegan la vida por nuestra salud.

Entonces, aprendemos de esta situación a valorar el dinero ya que vivimos en una sociedad donde nos da igual gastar, a valorar las pequeñas cosas como el simple hecho de salir a la calle para estar con los amigos. Deberíamos también reconocer a quienes quieres de verdad. Y ya por último, hemos aprendido a estar más unidos y a esta

Pepe R. 1º BACH

El sentimiento que tengo es de incertidumbre. No sé lo que nos va a pasar en un futuro. Por ello, tengo miedo ya que me estoy imaginando el peor escenario posible. Por otra parte, hay una mínima esperanza sobre cómo se puede gestionar esto y lo que nos puede pasar. Además, estoy un poco preocupado por todas las personas que están pasando hambre, ya que ahora mismo no podemos hacer nada por ellas.

Sin embargo, estoy contento porque estamos de forma indirecta estamos ayudando al medio ambiente, debido a que las personas estamos utilizando muy poco el coche. Esto se nota en a las numerosas lluvias que está habiendo. Estoy sintiendo muchas cosas, pero tengo una pequeña incertidumbre, al no saber lo que le puede pasar a mis amigos y seres más queridos.

Me siento impotente por no poder hacer nada por los que más lo necesita: me gustaría ir a los sitios donde más se pasa hambre de mi ciudad a darles comida, que ahora es lo que más necesitan. Además, estoy orgulloso de tener una buena familia y que no me falte nunca un plato en la mesa.

Pepe R. 1º BACH

Las personas de esta época somos muy monótonos. Estos cambios me han enseñado a gestionar mi tiempo y valorarlo más intentando ser productivo, dentro de lo que se puede. Tomo conciencia de que me ha alejado de personas a las que consideraba importantes y que ha desordenado mis rutinas haciendo de mi una persona irregular.

Tomo conciencia del brusco cambio que ha sufrido mi vida: de momento estaba viviendo la vida sin pensar en ella, y de repente, he dado una pausa a lo que estaba haciendo. Me impacta darme cuenta que antes, en ningún momento pensaba en lo iba a hacer.

Estos días he aprendido a vivir sin amigos; me he tenido que adaptar a no poder reírme con ellos, ahora, hacer videollamadas ya ni me apetece. He podido aprender a controlar la impotencia de no salir a la calle y no poder vivir momentos únicos con mis amigos, lo bueno es que estoy teniendo un tiempo muy valioso para pasarlo con mi familia.

Mireia M. 4º ESO

Hoy hace 30 días que no salgo de casa. Hay veces que pienso que han pasado deprisa y, otras, todo lo contrario. Pero son 30 días, en casa, sin ver a nadie, salvo a mis padres y a mi hermano, sin una pantalla de ordenador por medio. Son 30 días sin oír a nadie si no es a través del teléfono. Son 30 días sin otro paisaje que las paredes de casa, la playa porque vivo justo enfrente y el castillo de Santa Bárbara, porque vivo justo debajo.

Son 30 días sin entrar en una tienda, sin comprar una tableta de chocolate, ni una bolsa de patatas, ni un helado. Sin bajar al centro, sin comprar una camiseta o ver un escaparate. Son 30 días sin pisar la calle: mis padres no me dejan ni bajar la basura. Son 30 días sin pasear, sin patinar. Echo de menos coger mis patines y llegar hasta la playa de San Juan. Ahora pienso que aquello era libertad… Hace 30 días que no cojo un autobús, que ni siquiera subo en coche: no hay dónde ir. Es más, no se puede ir a ningún sitio porque estamos en estado de alarma.

No se sabe todavía cuándo nos permitirán salir de casa, ni en qué condiciones. Creo, por lo que escucho en las noticias y por lo que comentan mis padres, que aún pueden faltar otros 30 días, y que, además, será con condiciones: manteniendo distancia con la gente y con mascarilla. Esperaré.

Carmen M. 4º ESO

Hoy, 19 de abril, estamos acabando ya la quinta semana de confinamiento. Hay diferentes puntos de vista, pero desde el mío, el confinamiento está haciendo que el tiempo se pase aún más rápido. Es cierto que durante estas dos semanas de vacaciones se me ha pasado más lento ya que no teníamos que estar ocupados con las tareas de clase con lo cual teníamos más tiempo libre sin saber ya que hacer.

Todos teníamos la esperanza de que a partir del 27 hubieran cambios y se nos permitiera realizar más cosas como por ejemplo salir a correr por la calle. Sin embargo, ayer avisaron que se alargaría hasta el 9 de mayo y que probablemente lo único que permitan es dejar que los niños menores de 12 años puedan salir acompañados a la calle por un adulto.

Cada día llegan nuevas noticias respecto a la cuarentena informando de cambios que habrán, pero al día siguiente el gobierno ya desmiente esa información, por lo que decidí no volver a hacer caso de ninguna noticia hasta que se considere válida.

Lo único bueno que me voy a llevar de la experiencia de estar en confinamiento es el después. En el momento en el que digan que ya puedes reunirte con la gente sin que haya ningún problema será uno de los mejores días de mi vida porque podré estar con la gente a la quiero y que hacía meses que no veía, regalando gestos que antes no valoraba como un simple abrazo.

María M. 4º ESO

Ya llevamos muchas semanas de confinamiento, realmente no sé ni cuantas ya.

Esto cada vez se hace más duro y cuesta más no poder llevar una rutina habitual, echo de menos hasta levantarme a las 7 de la mañana para ir al colegio y poder ver a mis amigos, sobretodo ahora que son vacaciones y pienso en lo que podría estar haciendo con mis amigos es todavía más duro y creo que como todos tengo bajones y me agobia el hecho de no saber seguro el momento en el que vamos a salir porque hace que no le vea final a toda esta situación que a pesar de todo cada vez me hace valorar todavía más las cosas que antes no valoraba; los recreos con mis amigos, esperar el viernes a última hora a que suene la sirena para que empiece en fin de semana, las clases como educación física en las que podía reírme con mis amigos o cosas que no son del ámbito académico como ver a mi abuela, las comidas familiares de los domingos o hasta acompañar a mi madre a hacer la compra... A pesar de todo esto sigo pensando que dentro de lo que cabe tengo mucha suerte porque estoy viviendo esta situación en mi casa con mi familia y así he podido aprovechar para pasar más tiempo con ellos y sobretodo a apreciar la época en la que me ha tocado vivirlo, ahora más que nunca aprecio la tecnología y la suerte que tenemos de haber nacido en una generación tan avanzada. Para mí, tener un móvil con el que pueda hacer videollamadas era algo que ya daba por hecho y no lo apreciaba como ahora, el hecho de no sólo hacer una llamada, sino que de también poder verles la cara a mis amigos o mi familia me hace mucho más amena y feliz esta situación, aunque al final un facetime nunca será lo mismo que un abrazo, es lo más parecido que tengo y ahora mismo es lo que más apreció, también me alegra pensar que esta situación me está uniendo más a mis amigos de verdad y alejando de los que no lo eran tanto, y cuando salga de aquí voy a tener todo el tiempo que quiera para estar con la gente que a pesar de esta situación se sigue preocupando por mi.

Aunque en general esta situación tenga cosas malas, me alegra mucho saber que de momento la estoy intentando llevar lo mejor posible y que no estoy perdiendo las ganas de que acabe para poder estar con la gente que quiero.

María C. 4º ESO

El Covid-19 ha alterado la vida de todos los españoles, en mayor o menor medida. Los números de los afectados en nuestro país van creciendo y ya van por los 196.586 afectados y 20.639 muertos. Estas cifras nos marcan de una forma diferente a todo lo ocurrido en este país. Es imposible seguir pensando, actuando y viviendo de la misma forma antes que después de este coronavirus.

A partir de esta tragedia que está viviendo España debemos aprender a mejorar y cambiar ciertos aspectos de nuestra vida y nuestras responsabilidades como ciudadanos. Creo que es necesario dar la importancia que se merece a la sanidad, los médicos, enfermeros y limpiadores que luchan contra este virus día a día pero que también en la vida antes del coronavirus tienen un papel tan importante y que a veces no es reconocido.

El hecho de que la contaminación haya disminuido tanto es algo increíble de este coronavirus. Debemos de tener en nuestra mente la meta de bajar los niveles de contaminación y cuidar el medio ambiente siempre a partir de ahora.

Desde un punto de vista más humano debemos agradecer todo lo que hacen nuestra familia por nosotros, hacer esa cosas que no hacemos porque pensamos que ya tendremos más tiempo, o simplemente reconocer que somos humanos, que nos queremos, nos enfadamos pero que nunca dejamos de amarnos. Es importante que sepamos valorar las cosas importantes de la vida después de esto y centrarnos en ellas porque lo demás solo nos quita tiempo y energía. Hay que dejar a un lado el odio, las diferencias y todos esos sentimientos que nos separan como sociedad para unirnos como lo hemos hecho en esta situación de confinamiento. Y ahora más que nunca tenemos que cuidar a nuestra familia y amigos porque es el tesoro más grande que tenemos.