Colegio Nuestra Señora del Recuerdo (Madrid)


El estado de alarma nos cogió por sorpresa. Estaba tumbada en mi cama por el dolor de cabeza que me había dado de gritar a pleno pulmón en el parque de atracciones, probablemente la mejor excursión que hemos hecho con el colegio, cuando me empezaron a llegarme mensajes de todos los grupos: “Madrid suspende las clases en centros públicos y privados y el Gobierno recomienda el teletrabajo”. Al principio me alegré muchísimo, me venían muy bien 15 días en casa sin exámenes ni tener que madrugar. A las dos semanas estaba ya deseando volver a clase y ver a todos mis amigos pero esos, en principio, 15 días de cuarentena se convirtieron en un mes y luego en dos sin poder salir de casa ni siquiera para dar un paseo. Pasamos todo Marzo y Abril sin poder poner un pie en la calle si no era para ir a la compra o a tirar la basura, ni siquiera se le permite a las familias afectadas por el virus visitar a sus enfermos ni enterrar a sus seres queridos.

A principios de Mayo España sumaba 27.650 fallecidos y un total de 231.119 contagios confirmados y ya nadie tenía ganas ni de salir a aplaudir a las 20:00 al personal sanitario ni al resto de personas que seguían trabajando por nuestra seguridad y bienestar.

Estamos todos cansados de dar clase online, entregar trabajos por Classroom y hacer deporte dentro de casa, pero solo nos queda esperar con paciencia, rezar y ser responsables por todas esas personas que han sufrido de primera mano el infierno causado por el Covid 19.


La cuarentena ha sido una experiencia distinta tanto para bien como para mal. Por una parte esto nos ha enseñado a convivir con nuestra familia y pasar más tiempo con ella ya que hoy en día vivimos tan rápido que a veces no pasamos suficiente tiempo con los que queremos. No ver a nuestros abuelos, tíos, primos y pensar que les ha podido pasar algo nos hace darnos cuenta de lo que tenemos y que empecemos a valorarlo. La parte mala es evidentemente no poder salir de casa, es súper importante mantenerse ocupado y no aburrirse porque esto puede afectar a tu salud mental. También viene bien enterarse de lo que está pasando en el mundo y cuando, poco a poco nos permitan salir,tener mucho cuidado.

Aun así tengo muchísimas ganas de volver a normalidad y de ver a mis amigas. Estoy un poco preocupada porque igual después de tanto tiempo sin vernos no tenemos de qué hablar pero seguro que sólo es al principio.