¿Cómo te ha hecho sentir esto, sobre el mundo en el que vivimos y el futuro que nos espera?
El COVID-19, ha sido como un choque de la vida, para que me de cuenta de lo que tengo a mi lado realmente, lo que tengo que valorar, y ha hecho que me proponga muchos objetivos.
Quedarme en casa está siendo muy duro. En estos días de cuarentena estoy hablando con muchas personas pero hay una persona especial para mi. Todos los días le veía, estábamos juntos, cada día era mejor que el anterior, hasta que llegó un momento en el que ya no nos podíamos ver, porque se prohibió salir de casa. Yo soy una persona positiva hasta que veo que no hay salidas, pero esta persona me ha dicho ver desde la distacia que todo se puede, que siempre hay una salida, y me ha hecho darme cuenta de que aunque esté en una situación que no es agradable tengo que dar gracias y saber que hay gente que lo está pasando peor.
Me he dado cuenta de que hay soluciones claras para arreglar el mundo que poco a poco estamos destruyendo, y que todo se puede resolver con paciencia. Pero ya sea por el gobierno, por la ansiedad que tenemos todos dentro o por la gente que no pone su grano de arena y quedarse en casa, esto no llega a su fin.
El futuro del mundo está bastante claro, esto va a durar mucho si no nos cuidamos pero ahí está el bache. Muchos de nosotros solo nos centramos en acabar esto, pero me he dado cuenta de que no podemos estar así tanto tiempo, esperando, es decir, tenemos que aprovechar este momento y sacarle el lado positivo. Lo bonito de esto que está pasando no es volver a la normalidad, porque eso ya lo teníamos antes, lo realmente bonito es que estamos conviviendo en familia o con nosotros mismos.
El Covid-19 nos ha afectado a todos de una manera muy brusca, paralizando todo lo que conocemos como normal de la noche a la mañana. Aun me acuerdo de aquel viernes 14 de marzo en el que nos dijeron que no íbamos a volver a hacer vida normal hasta dentro de 15 días. A muy poca gente le preocupo esto, porque pensaron que solo iban a ser 15 días pero a dia de hoy, 7 de abril, todavía seguimos en nuestras casas y sin saber a ciencia cierta cuándo podremos salir y como podremos salir.
Lo único que tenemos claro es que esta pandemia está ayudando a gran escala al planeta, porque gracias a que nosotros, los seres humanos, estamos confinados en nuestras casas, el planeta está pudiendo respirar con más calma. Primero porque en estos tiempos en los que solo trabajan los servicios mínimos, no se está sobreexplotando el planeta. Tampoco estamos, los ciudadanos, en la calle, por lo que no generamos tantos residuos. Y así habría muchos más ejemplos.
Todo esto lo digo porque si hay algo que espero, y creo que mucho esperamos, es que después de esta pandemia global todos nos convirtamos en personas más conscientes y comprometidas con el medio ambiente, con las personas y con todos los aspectos posibles.
Desde que todo esto empezó, el covid-19 y la cuarentena, mis días han sido igual que antes, salvo por las clases online y la cantidad de deberes que mandan, porque al parecer los profesores se creen que somos flash y los podemos acabar todos en una hora y no, no es así .
Mi día a día consiste en levantarme sobre las 7:30-8:000, desayunar, quejarme de la cantidad de deberes que ponen los profesores, comer muy tarde y seguir haciendo deberes y trabajos hasta las tantas, lo que hace cualquier estudiante estos días.
Yo estoy bien durante este proceso de la cuarentena porque normalmente me quedo en casa, ya que no me gusta salir mucho, no soy ese tipo de personas que están desesperadas por salir a la calle . Lo único que ha cambiado es que me estreso por la cantidad de trabajos que tengo que realizar para el colegio y eso no deja tiempo libre para los descansos y, a veces, ese estrés lo expreso de distintas maneras , unas veces llorando, otras gritando y otras dándome por vencida dejándolo, todo para el día siguiente.
Lo bueno es que gracias a la tecnología puedo hablar con mis amigas y mis familiares por video llamada y no pensar en todo lo que estamos pasando.
El COVID-19 está afectando a la sociedad de muchas formas, sobretodo en el ámbito de la vida cotidiana y la “normalidad” o rutina, de hecho ya no hago las cosas como siempre, me levanto más tarde (algo por lo que doy gracias) ya que eso me hace descansar más, ya no voy corriendo súper agobiada por llegar pronto a clase, hago algo de ejercicio, desayuno y me pongo a trabajar, solo hay un pequeño problema y es que si ya de por si me costaba ponerme a trabajar ahora, estando en la comodidad de mi casa siempre, siento que tengo más tiempo del que realmente tengo y eso hace que se me amontone todo, no tener un horario me agobia y creo que es porque ahora soy yo la que tengo que hacer mi propio horario, cumplirlo y no distraerme aunque esté rodeada de distracciones y eso es más complicado de que pensaba. Algo que no ha cambiado es que yo quería tener tiempo para dibujar y nunca tenía y parece ser que ahora tampoco. Pero lo que más ha cambiado era que antes solo tenía tiempo para deberes y estudiar cuando llegaba por la tarde y ahora le he podido dar algo de tiempo a llevar una vida un poco más activa aunque sea dentro de casa.
¿Cómo han impactado estos cambios en tu rutina diaria?
Bien, personalmente esta pandemia me está resultando muy negativa tanto mental como físicamente. Estos días me he dado cuenta que el hecho de no salir de casa o simplemente no poder relacionarte con otr@s personas es muy pesado, al menos yo que soy una persona muy nerviosa.
Tanto al no salir casa me causa un sedentarismo mayor, ya que antes cuando salía, iba al colegio estaba más activo, pero estos días me noto más cansado, con menos ganas de hacer cosas y sobre todo no paro de comer.
Imagino que todo esto es causado por el aburrimiento, el hecho de que no pare de comer me imagino que es porque al estar aburrido sin hacer nada quiero ponerme hacer algo, y lo único a lo que recurro es comer.
Otra cosa de la que me he dado cuenta ha sido de la familia, concretamente de la más cercana, los padres y los hermanos. Cuando iba al colegio, a la academia, estudiaba, casi no tenía tiempo de estar con ellos y cuando lo pasaba mayoritariamente era para discutir o debatir sobre los estudios. Ahora que estoy todo el día en casa me estoy dando cuenta de lo valioso que es eso, y que realmente es lo que deberíamos de hacer todos los días sin excusarnos de que estamos muy ocupados, porque para eso no tienes todo el tiempo del mundo, para estudiar, toda nuestra vida.
Por último quería decir, que echo de menos las clases físicas en el colegio, echo de menos a mis compañeros, a los profesores.
También me preocupa como evaluaran a los alumnos siendo críticos y a la vez comprensibles.
6 de abril
Hoy comienza la cuarta semana de confinamiento. Ahora mismo el número de muertos ha conseguido reducirse, lo que significa que vamos en buen camino.
Mi única preocupación de esta pandemia a nivel personal son mis abuelos, ya que según la datos desagregados por edad en España el 95,4% de los muertos por COVID-19 tienen más de 60 años.
Además, me pregunto todos los días si está pandemia conseguirá llegar a su fin o si es cierto que puede volver.
En consecuencia de esta pandemia, estamos en una crisis mayor que la del 2008. Sin embargo, si se hace bien, podemos dirigir la recuperación hacia un camino más sostenible. Pero si no nos coordinamos como es debido, puede llegar a ser una catástrofe que empeorará la pobreza que conseguimos solucionar con tanto esfuerzo.
En el caso de mi país, España, hay un gran número de fallecidos pero según los expertos se cree que la subida y bajada será muy rápida. Sin embargo, una medida que todo el mundo exige y que tardará en realizarse es el test a todo el país. Hasta que no sepamos quien tiene el COVID-19 y quien no, no podremos volver a la normalidad.
Los desafíos de esta situación.
Esta pandemia, como cualquier situación límite, nos obliga a pensar no sólo en el virus, sino en lo que esto conlleva: preocupaciones, incertidumbre… Son días de desesperación, nos preocupa lo que pueda pasar a nuestro alrededor, si esta situación cambiará nuestras vidas, si nos arrebatará algún ser querido…
¿Qué pasará con nuestras vidas? Si esta situación dura mucho tiempo, ¿De qué viviremos? Si no podemos trabajar, no podemos tener ingresos para cubrir nuestros gastos necesarios…
¿Qué pasará con el curso escolar? No podemos acudir a los colegios, institutos, universidades… ¿Cómo seremos evaluados? ¿Volveremos a las clases aunque sólo sean unos días? ¿Qué pasará con los conocimientos que no adquiramos, tendremos que aprenderlos el próximo curso?
¿Perjudicará este virus a nuestros seres queridos? Tenemos grandes preocupaciones, dudas que no tienen respuesta, ya que es una situación que nadie esperaba y a la cual, tenemos que adaptarnos. Esto nos ayudará a valorar más los pequeños detalles, nuestra rutina, el día a día junto a nuestra gente. A partir de ahora valoraremos el tiempo, el estar junto a una persona sin tener que hacerlo a través de una pantalla. Nos enseñará a no dejar para mañana lo que podamos hacer hoy, a no posponer las cosas.
El confinamiento ha variado en algunas cosas que solía hacer en la calle o en instalaciones deportivas, pero también me ha brindado la posibilidad de valorar momentos de ocio como ir al cine, viajes, etc. Lo que más cambió según mi opinión ha sido el funcionamiento del colegio, ya que si lo pensamos los estudiantes pasamos un montón de horas en el colegio a la semana y claro,eso ahora ha no es posible y tenemos que aprender a adaptarnos tanto profesores como alumnos a esta nuevo sistema de aprendizaje que hemos debido adaptarnos rápidamente. A parte, de las tareas que nos suelen mandar por Google Classroom algunas veces solemos hacer videoconferencias con nuestros profesores por Google Meet para preguntarnos que tal estamos,para dar clase o para explicarnos de qué manera ha cambiado su asignatura ya que a veces es difícil impartir desde casa su asignatura como por ejemplo en la asignatura de Educación Física. Un problema también bastante grande relacionado con el funcionamiento del colegio es que sabemos poco o nada de qué va a pasar el próximo curso con nosotros. Esto es aún más grave con nuestros compañeros de 2ºBACH ya que se supone que este año ellos deberían de realizar la selectividad y creo que aún el gobierno no ha tomado en firme ninguna medida para solucionar este gravísimo problema para aquellos estudiantes que han estado esforzándose este año. En definitiva, creo que esta pandemia nos cambiará a todos y nos enseñará cómo afrontar lo que venga y también a valorar el trabajo que hacen algunas personas que nosotros, me da la impresión que no hemos sabido tener en estima hasta que ha sucedido esto.
06/04
Me encuentro a día 22 de este confinamiento. Sinceramente pienso que, de todas las situaciones posibles en las que podría estar, me encuentro en la mejor. Mis días se basan en estudios, deporte, ocio, y poco más. No me permito quejarme, ya que mi único “problema” es no poder salir a la calle, mientras que otras personas están en el límite de la vida y la muerte. Aquel virus que veíamos tan lejano y tan inalcanzable, llegó sin avisar y arrasó con todo lo que pudo, provocando un suceso que no habíamos vivido los humanos desde hacía cientos y cientos de años.
Estos días me he estado informando a base de telediario, informes… etc, y realmente el problema no es el virus en sí, es lo rápido que se contagia. El mayor problema que está viviendo España es el colapso de hospitales, la falta de material y la gente inconsciente que sale a la calle sin importarle la salud de los demás. Un amigo cercano (anestesista) nos contó que estaban empezando a tener que elegir entre quién vivía y quién no, ya que no había suficientes respiradores para todos. Entonces me pregunto, ¿cómo hemos llegado a este punto? Varias ideas vacilan dentro de mi mente, pero yo diría que la idea predominante es que los mayores responsables hemos sido nosotros. Empezando por los políticos, que por diversas razones decidieron no darle la importancia al virus cuando sí que se le tendría que haber dado (lo que hizo que al final se les fuera de las manos), y terminando con nosotros, los ciudadanos, que a pesar de todos los avisos que nos dieron decidimos pensar sólo en nosotros, careciendo de total empatía respecto a la gente más mayor o vulnerable a este virus. Pero como todo acto, estamos viviendo las consecuencias. Con estos ejemplos se nota una grave carencia de valores, donde los principales protagonistas son el capitalismo y el egoísmo. ¿Cómo es posible que China con 1,386 miles de millones habitantes haya tenido menos muertos que España (con una diferencia de 10000 personas) teniendo 46’66 millones de habitantes? Se ha visto reflejado en España que la importancia del dinero está por encima de la vida de las personas, y es por ésto que nos encontramos en esta situación actual.
El estar en casa tanto tiempo te lleva a reflexionar mucho más y el vivir emociones totalmente opuestas cada día es cada vez más común. Hoy me siento indignada, siempre suelo pensar que todo tiene una solución, y el hecho de que estén muriendo tantas personas inocentes, sin ser dignas ni siquiera de un funeral, y que yo no pueda hacer nada me hace sentir mucha impotencia.
De momento me limito a quedarme aquí y a dejar que pasen los días, pero confío plenamente en que siempre después del túnel aparece la luz.
2 de abril
Ya estamos acabando la cuarta semana de confinamiento y las cifras de muertes y contagios van disminuyendo como los expertos habían previsto.
Sin embargo, aun mejorando la situación, se ve una clara desorganización en el Gobierno ya que hace unos días la ministra de Sanidad anunció que a partir del 27 de abril volveríamos a la vida normal, pero al día siguiente el presidente del Gobierno desmintió esos datos. Lo que sí que es probable es que a partir de esa fecha podamos tener más privilegios como poder salir a correr a la calle.
Según las noticias, los niños seremos los primeros en volver a la vida normal pero viendo y comparando con el resto de países lo más pronto será en junio. Esto quiere decir que los alumnos como yo, solo iremos al colegio para realizar los exámenes finales, lo cual no se si merece la pena ya que las calificaciones serán muy bajas. Con esto no quiero decir que den un aprobado general, pero si volvemos al colegio me gustaría que los profesores tuvieran en cuenta que es muy complicado estudiar estando de confinamiento.
Ligado a esta pandemia todos nos preguntamos: ¿Por qué España ha sido uno de los países que más está sufriendo? Esta respuesta nos la dio un médico en las noticias de ayer. Dijo que al igual que Italia, España fue uno de los países que más tardó en actuar, con lo cual estas son las consecuencias.
¿Cómo han impactado estos cambios en tu rutina diaria?
Hoy hace ya casi cuatro semanas desde que empezó el confinamiento en casa, desde que sonaron las alarmas por esta epidemia. Puedo decir que el comienzo de este reclutamiento ha dado un giro radical a mi rutina diaria, ahora nada es como antes o casi nada. Antes mi día comenzaba cuando las farolas de la calle aún alumbraban, con sueño, con desgana (a veces) y desde luego, con pocas ganas de ir al instituto.
No veía la hora de regresar a casa, para “no hacer nada”, encerrarme en mi habitación, a escuchar música, ver cualquier serie, quedarme con la mente en blanco…
Ahora… puedo hacer todo eso, de hecho es lo que hago prácticamente todos los días, lo hago tanto, que ha llegado un punto en el que me produce la misma sensación que cuando te “hinchas” a comer tu comida favorita, comes tanto que después, una vez que la vuelves a probar, la repudias. Exagerando un poco, tampoco es tan malo, pero sí que estoy algo cansada de no poder hacer cosas diferentes, es decir, hacer lo mismo todo el día.
Respecto al instituto, ha impactado también enormemente, el trabajo en línea puede sonar más fácil pero a mi parecer, si no estás acostumbrado, es más complicado, ya que existen muchas más distracciones de las que puedo tener en clase. Me siento más tentada a “tomarme un descansito” o, a “dejarlo por hoy” y no terminar la tarea. Además, es más complicado, ya que no tenemos a un profesor delante nuestro que nos indique exactamente, por ejemplo en mates, en lo que hemos fallado y no debemos volver a repetir, incluso aún colgando las soluciones después, no es lo mismo.
Con esto llego a la conclusión de que lo que personalmente no me gusta (y creo que nos nos gusta en general) es exactamente eso, la rutina. La rutina constante. Antes tenía una rutina y claro, podría decir que no me disgustaba del todo, pero quizá sí que quería una “pausa”. Ahora lo irónico es que quiero una “pausa” de la “pausa”.
Y desviándome un poco de la pregunta, centrándome en las rutinas, me paro a pensar en la futura rutina que tendré posiblemente durante el resto de mi vida, cuando ya no sea una estudiante sino una profesional o lo que sea que me depare el futuro. Tendré una rutina “eterna” en lo que sea que trabaje o me dedique, he de admitir que esto a veces me provoca algo de angustia, caer en la rutina y cansarme de ella, o ser infeliz por este motivo.
Todo comenzó con una conversación entre familiares,amigos,profesores... En la que hablábamos de un virus muy lejano que estaba afectando principalmente a China, este virus lo llamaron Covid’19. Suena raro que sea una conversación cercana cuando está ocurriendo muy lejos de nosotros y normalmente las cosas que no nos tocan ni las mencionamos, algo de gravedad tenía ese virus. En las noticias este desconocido y raro virus pasó a primer plano y todo lo demás era secundario. Nosotros, seguíamos con nuestra rutina, de un lado a otro sin parar. Más adelante, nuestros profesionales que estaban viviendo ese famoso virus en China, avisaron de que estaba muriendo gente, principalmente ancianos y personas con problemas respiratorios. Por lo que, finalmente decidieron confinar a la población para no dejar avanzar la propagación del Covid’19.
Iba pasando el tiempo e Italia comenzó a nombrarse en las noticias ya que estaba sufriendo lo mismo que China, el virus había llegado. La situación fue empeorando y ya no únicamente afectaba a ancianos y personas con problemas respiratorios. Hasta que el país no tuvo una cifra muy grande de fallecidos, no realizaron el debido confinamiento.
Poco a poco iba expandiéndose por todo el mundo, SÍ , he dicho mundo. Comenzaron a haber casos en Francia, Alemania, Reino Unido, España…
¿Ya?, ¿Pero, porque tan pronto?, ¿No estaba en China?, efectivamente, estaba en España al igual que estaba en el resto del mundo. No éramos conscientes con qué facilidad se estaba expandiendo el virus. Llegábamos al colegio y veinte minutitos de cada clase se habían convertido en un pequeño debate de lo que creíamos que iba a pasar, llegábamos a casa y la conversación con nuestros padres y hermanos se basaban en hipótesis de que haríamos nosotros y que mal lo estaba haciendo Italia, iba a baile y el momento de calentamiento se había convertido en hablar sobre este extraño virus, iba a inglés y la parte oral era hablar sobre este tema. Estábamos empezando a saturarnos.
La cifra de fallecimientos iba subiendo y subiendo sin parar, algunos estaban deseando el confinamiento, lo veían divertido, parecía un PLANAZO, en casita, no vamos al colegio, no madrugamos… Finalmente después de acabar peor que Italia se decidió el confinamiento. Unos se alegraron, otros nos preocupamos, otros se entristecieron, hubo todo tipo de sentimientos pero todos íbamos a estar 15 días encerrados. Para muchos que no eran caseros era un gran reto, para otros era un lujo y se lo imaginaban como un cuento de hadas, pero, no creéis que estábamos siendo un poco egoístas pensando en el cómo íbamos a estar en casa 15 días cuando realmente lo hacemos por la cantidad de personas que estaban y están sufriendo por el colapso que había y desgraciadamente sigue habiendo en los hospitales.
Para empezar,creo que esta crisis está siendo un golpe muy duro para todos,tanto a nivel económico como sanitario,ya que los hospitales están desbordados debido al número de contagios que hay hoy en día.
A pesar de que sea complicado el no poder salir de casa y que en las noticias no se hable de otra cosa,estar tantos días en casa a más de uno le da que pensar,creo que da más tiempo a pensar en tus cosas y en general en ti mismo.Hay momentos en los que piensas que algo que podrías tener toda la vida,el virus se lo está cargando y así con muchas otras cosas.
Hoy en día,vivimos en una sociedad en la que mayoría de la gente no valora las cosas que tiene o qué hace.En mi opinión,esta crisis es como una dosis de realidad que a muchas personas les hacía falta,es decir,darse cuenta de que tiene que valorar más a los amigos,familia,aprovechar cada momento…
Tras pasar esta crisis deberíamos aprender que en la vida no siempre hay cosas buenas,considero que vamos a salir con más fuerza que nunca,vamos a aprender a no pensar sólo en nosotros mismos,mirar un poco a nuestro alrededor y ayudar a la gente que lo necesite.Por ejemplo hay muchas personas como los médicos y enfermeros que están a disposición de todos nosotros,intentando que esto salga adelante y están poniendo en riesgo su vida,ya que por lo que hemos oído en las noticias muchos de ellos trabajan sin protección porque estan escasos de materiales otro ejemplo muy claro de esto es la gente que está ayudando haciendo mascarillas y ofreciendolas a los hospitales,con esto quiero decir que la gente está aportando su granito de arena y la ayuda que puede,para hacer que este “bache”se pase lo más rápido posible. Vamos a aprender a valorar más cada momento y a disfrutar más de las cosas,pero sobre todo aprenderemos a madurar y a darnos cuenta que debemos estar preparados para lo que nos venga y si nos ha tocado hacer algo por el bien de la humanidad pues debemos tener responsabilidad social y hacerlo.
Tras analizar mi día a día y mis pensamientos durante lo que llevo de cuarentena me gustaría concluir que realmente no tengo muy claro lo que aprenderá la gente después de esta crisis,lo que sí sé es lo que estoy aprendiendo yo y es que cuando salga,que imagino que será dentro de unos cuantos días,valoraré cada momento,cada abrazo,cada conversación con amigas…
Pensaré en el presente y aprovecharé cada momento sin pensar en que puede pasar mañana.