Los maestros tenemos el privilegio de trabajar en una profesión donde le enseñamos a nuestros estudiantes y, a la vez, aprendemos de ellos. Este ciclo de aprendizaje nunca debe terminar. Dentro de la enseñanza de las matemáticas, a nivel secundario, es importante tomar en cuenta las lecciones aprendidas y utilizarlas para mejorar nuestras clases. Algunas preguntas que siempre nos debemos hacer antes de planificar una actividad son: ¿Cómo puedo relacionar este tema con la vida diaria de mis alumnos? y ¿cómo puedo promover el descubrimiento de este concepto para que nunca lo olviden? Estos cuestionamientos nos servirán de guías para impartir lecciones más significativas e interesantes. Las matemáticas no tienen por qué ser aburridas. De hecho, existen diferentes estrategias y metodologías para enseñar sus conceptos utilizando la exploración o el juego. Por ejemplo, una metodología ideal en la enseñanza de las matemáticas es el aprendizaje heurístico o por descubrimiento. Es importante que los estudiantes tengan la oportunidad de investigar por su cuenta, descubrir y de encontrarle la lógica a los temas que damos en clase. No es cuestión de que se embotellen fórmulas, sino que las comprendan.
Por otro lado, una manera de ofrecer una clase entretenida, y de relacionarla a temas cotidianos, es conectando sus temas con otras disciplinas. Por ejemplo, la geometría se puede enseñar a través del arte: ver figuras geométricas en pinturas. El teatro se puede implementar para darle vida a los conceptos matemáticos mediante obras. El español se puede vincular a nuestra disciplina mediante lecturas y cuentos matemáticos y actividades para descubrir mensajes utilizando respuestas numéricas. Igualmente, se puede relacionar la lógica gramatical con la lógica matemática. Por ejemplo, si un enunciado es cierto y se niega dos veces este seguirá siendo verdadero. También, resulta importante conocer la historia y la evolución de las matemáticas. Así, integrando la historia, los estudiantes pueden ver la relevancia de las matemáticas en el mundo de las ciencias, la filosofía, el arte, la política, la economía, etc. Estas estrategias pueden contribuir a crear ambientes motivadores. De igual manera, el uso de aplicaciones tecnológicas y softwares como Desmos, Geogebra y Virtual Math Manipulatives, pueden incrementar la motivación de los alumnos. Sin embargo, debemos siempre recordar que nosotros somos la cabeza del grupo. Si deseamos que la tecnología, la interconexión con otras materias o los juegos motiven a los alumnos, nosotros debemos ser los primeros que estemos alegres, energéticos y animados.
Ahora bien, dentro de estas metodologías e interconexiones, hay que tener en cuenta que todos nuestros estudiantes aprenden de diversas maneras. Por ende, hay que acoger distintos estilos de enseñanza para asegurarnos de atender todas sus necesidades. Considero que, por ejemplo, el modelo Visual, Auditivo, Kinestésico de John Grinder y Richard Bandler es significativo en la enseñanza de las matemáticas. Nuestros estudiantes necesitan oír explicaciones, pero también necesitan escucharse explicándole a sus compañeros. Por otra parte, es imprescindible brindarles esquemas visuales y materiales concretos para que ellos puedan conectar lo aprendido con lo que están observando. El aprendizaje kinestésico, o por movimiento, se puede implementar para que asocien movimientos y actividades exploratorias con conceptos. Por ejemplo, al estudiar las ondas, su amplitud, longitud etc., se les puede mandar a que exploren el movimiento ondulado de una soga cuando la mueven de arriba hacia abajo.
Es importante conocer nuestra población estudiantil y modificar nuestras lecciones para que cada estudiante aprenda, ya sea mediante la audición, visión, o por el movimiento. De igual manera, debemos brindarle atención a nuestros estudiantes de educación especial. Si bien podrían tener dificultades, por las cuales debemos explicarles con mayor detenimiento, también tienen sus fortalezas. Podemos usarlas para ayudarlos a creer en su potencial y maximizar sus destrezas. Los maestros debemos concientizar a nuestros estudiantes sobre la diversidad en nuestros salones de clases. Hay todo tipo de compañeros. Todos tienen algo que ofrecer y debemos estar abiertos a ese aprendizaje. Al dirigirnos con respeto hacia nuestros alumnos y corregir los malas actitudes hacia la diversidad de género, raza, creencias, etc. estamos propiciando un ambiente más sano.