Si yo fuera un perro sato

A Violeta

Si yo fuera un perro sato,

cuánto más tú me querrías;

un perro pulgoso y viejo,

o chiquito todavía.

Un perrito con su cola,

abaniquito de viento,

que deshilachara alfombras

y orinara de contento.

Un Firulay medio loco,

un cachorrito perfecto

que gruñera a los lagartos

y ladrara a los insectos.

Un pequeñín Jeremías

que llorara a cada rato.

Cuánto más tú me querrías

si yo fuera un perro sato.