Oye
Oye,
tu recuerdo me ha parado en seco
en la tarde de ayer, de nuevo,
con su noche de negro toda
y al lado de unas tristes olas.
Oye,
tu recuerdo me ha llamado hoy tanto
en la blanca mañana, y cuánto
siento que no te viera ahora,
si ayer te vi pasar tan sola.
Quisiera verte y no pensarte
pero es que temo tantas cosas.
¿Sabrás acaso darme
más que tu cara hermosa?
¿Podré contigo compartirme?
¿Podré entregarme y dividirme
en miles de impresiones
o vendrás a aburrirme?
Oye,
pensamiento que apenas conozco,
Te pregunto si yo respondo
a un sublime y ligero gusto
o si lo que yo lloro es justo.
Quisiera verte y no pensarte
pero es que temo tantas cosas.
¿Sabrás acaso darme
más que tu cara hermosa?
¿Podré contigo compartirme?
¿Podré entregarme y dividirme
en miles de impresiones
o vendrás a aburrirme?
Oye, dime.
(1967)