Quién va a pensar en algo más

Un hombre se citó

con un amigo ayer

pero no pudo ir:

acaba de morir.

En el espacio está

sin llenar su lugar,

ya nadie piensa en él.

Todo se fue con él.

Un hombre se perdió

en la mañana de hoy

y nada se paró

y el sol ni se enteró.

Todo ha seguido igual.

Sólo ha cambiado el fin,

que donde él pudo estar

no ocupará un lugar.

¿Quién va a pensar en algo más

que no sea el loco y ciego afán de vivir?

¿Qué va a quedar de lo demás

que no sea un río de algo inútil y vil?

Ayer me levanté

maldiciendo al igual

que otros días, sin ver

lo que hubo de pasar.

En la noche de ayer

bien pudo suceder

la leyenda que hoy

habremos de contar.

Pudo perderse el sol

o hacerse piedra el mar,

pudo una bomba hundir

a un niño en su ciudad.

Sucede tanto mal,

tanto amor se nos va,

y uno vive sin ver

y ríe sin pensar.

¿Quién va a pensar en algo más

que no sea el loco y ciego afán de vivir?

¿Quién va a quedar de lo demás

que no sea un río de algo inútil y vil?

(1967)