Este es uno de los trabajos más bonitos y gratificantes que han realizado los estudiantes de Bachillerato de primero de este curso. La idea nació de un regalito que le compré a mi hija en el Museo del Prado, un libro infantil titulado Cada cuadro con su cuento. De este libro surgió la idea de leerles los relatos a los alumnos de primero de secundaria para que, tomando los detalles que se aportan en cada narración, pudiesen averiguar el cuadro. Cuando se acabaron esos cuentos, se me ocurrió pedirles a unos no muy motivados estudiantes de lengua de Bachillerato (hay que admitir que la asignatura en Bachillerato no está diseñada para enamorar a nadie), que escribiesen las historias que les sugiriesen los cuadros elegidos por ellos mismos. El resultado demuestra talento, sensibilidad e inteligencia. ¡Disfrutad de la lectura!
Seguimos intentando desarrollar la creatividad o más bien descubrirla en nuestros estudiantes, que tienen pocas ocasiones de mostrarla durante el Bachillerato. Historias y sensaciones que nos despiertan las imágenes del siglo XX.
Os invito a una lectura en la que desborda el genio y el talento.