El concepto de arte se comprende en esta propuesta, desde su perspectiva contemporánea en la que se centra el campo de comprensión y de acción a territorios más amplios de la experiencia, que van más allá de la reproducción y la representación de cánones de belleza, para enfocarse en su capacidad de construir significados desde la poética, a partir de la creación de espacios, situaciones, reflexiones, conocimientos, exploraciones, procesos y narrativas que posibilitan formas diversas de comprensión y de relacionamiento consigo mismo, con los otros y con el entorno. (Luis Camntizer, Errata # Nº4, 2011)
Víctor Laignelet, profesor de la Universidad Nacional de Colombia se refiere a la naturaleza de las prácticas artísticas (y creativas), en relación a que
"Estas no aluden al mundo de las cosas, sino a la experiencia de las cosas en los seres humanos; son subjetivas e intersubjetivas, atentas a singularidades y excepcionalidades. Esta condición les permite divergir o converger respecto del significado de las experiencias comunes con otros sujetos... las artes cumplen una función vital y liberadora (a menudo polémica) en el proceso de dinamizar la cultura, movilizar la sociedad y ampliar el campo de la conciencia”.
En este acercamiento al conocimiento se involucra un saber en el que se articula la generación de un mundo posible: la poiesis. Su función “no es narrar lo que ha sucedido, sino lo que podría suceder, y lo posible conforme a lo verosímil y lo necesario” (Aristóteles, p. 56 en Ministerio de Educación Nacional, p.20, 2005)
Acorde con los planteamientos del Ministerio de Educación Nacional y la Unesco (2005) la importancia del lugar de estas prácticas en la educación en general (y en este caso de la educación media), se centra en la posibilidad de ampliar la mirada de la comunidad educativa hacia una comprensión de cómo estas prácticas educativas son parte esencial de un universo que vincula el desarrollo de competencias básicas de otras áreas del conocimiento (ciencias sociales, ciencias naturales, lenguaje, ética, filosofía, matemáticas, etc.), con el hacer artístico y creativo en relación con el patrimonio cultural local, nacional y universal (2005), en este caso, de aprendizajes y prácticas vinculadas a la cultura ciudadana de construcción de paz.
Esta interacción de los contextos que son propios de las prácticas artísticas y culturales con otras áreas del conocimiento, como añade el Ministerio, ofrece metodologías de enseñanza y aprendizaje en los que se posibilita partir de la experiencia viva de sí y con los otros, para indagar sobre diferentes aspectos, exploración que se articula con diversos procesos pedagógicos en los que se involucran la recepción y apropiación, la creación y la socialización, y de cuyo proceso se cristalizan unas piezas artísticas, experiencias e intercambios, como resultado de una elaboración propia y colectiva, que evidencia la construcción de perspectivas y diversas de narrativas de lo que llamamos realidad.
El pensamiento artístico se propone como un enfoque que describe una manera de generar modos de experimentar y crear sentido de nuestra experiencia de vida, en el cual la experiencia estética o lo estético como experiencia, activan un torbellino de facultades que se despliegan en torno de lo sensible y lo empático, que posibilita lecturas diversas de la realidad.
Desde este acercamiento, lo corporal se ubica un puesto central pues con él se establece y desarrolla un contacto singular y directo con el mundo. El hecho de poner en juego lo corporal en el campo del pensamiento artístico, centra el foco en la dinámica de conocimiento que este establece con el mundo, pues parte de la singularidad de lo que ofrece cada experiencia, evitando caer en generalidades no experimentadas que puede generar estereotipos y prejuicios. Como describe Roland Barthes (1978), el estereotipo es “ese lugar del discurso donde falta el cuerpo, donde uno está seguro que éste no está” [98]. La repetición que establece el estereotipo es “una repetición muerta, que no viene del cuerpo de nadie." (Barthes, R, 1978 citado por Perez, A. p. 14, 2018)
Es por esto que cuando se habla de la experiencia estética se habla de la conciencia del cuerpo, o del cuerpo como conciencia, de conectarse con el instante que posibilite establecer con el entorno nuevas relaciones, que parte de la capacidad de afectar y ser afectado.
El pensamiento artístico no solo corresponde al aprendizaje o uso de técnicas del arte, sino que es una perspectiva de comprensión transversal, que implica la amplitud de mirada de la realidad en la que se hace el ejercicio de una toma de consciencia de sí mismo y del mundo, y de la relación entre ambos, lo que abre la posibilidad de crear formas de narrar esa realidad, este es el pensamiento creativo.
Anto, Florencia Mora, and Diego Agudelo Grajales, editors. Grupos De Discusión: Estéticas y Sabidurías Emergentes. 1st ed., Sello Editorial Javeriano, 2014.
Ministerio de Educación Nacional. Documento Nº 16 Orientaciones pedagógicas para la educación artística en básica y media, 2008.
Luis Camnizer. Pedagogía y educación artística. Errata #, Nº4, abril, 2011
Victor Laignalet. Imaginar que razonamos, Imaginar que razonamos, Revista La Tadeo, Nº 75.