Comprender los conceptos de la cultura del cuidado, el perdón y la reconciliación, de manera que se logre apropiar los significados de cada una de las temáticas en los contextos particulares del grupo de estudiantes, a partir de reflexiones y análisis que surgen de la experiencia personal y colectiva.
8 semanas
A. Fractura del pacto social
B. Economía política del odio
C. Justicia restaurativa
D. Ética del cuidado
El presente Objeto Virtual de Aprendizaje parte de la columna vertebral de la propuesta que la Fundación para la Reconciliación, en términos del aporte a la construcción de Paz, el cual se centra en el fomento de la noción de una cultura Política de Cuidado, Perdón y Reconciliación, para lo cual es fundamental entender el concepto de la Cultura Política a partir del cual se articulan los demás conceptos.
En el siglo XVIII, Johan Gottfried Von Herder usaba el término la cultura política por la primera vez, pero el término no se convertía en un concepto con relevancia moderna hasta el medio del siglo XX (Brown, A. 2005). En el año 1963, Gabriel Almond y Sidney Verba hicieron un estudio muy importante sobre la cultura cívica que tenía mucho que ver con la cultura política de un país y empezaron la tradición de estudiar el concepto moderno de la cultura política en las ciencias políticas. (Brown, A. 2005). La cultura política de un país en el caso de este estudio fue el nivel de participación de los ciudadanos y qué significaba eso para la salud de las democracias. (Walter, B. 1965)
Según Juan Ruíz en Latinoamérica la cultura política se ha relacionado mucho con la democracia (Ruíz, J. 2012). En un estudio sobre dieciséis ciudades, el 38% de los Colombianos tenía poco interés en las políticas, el 31% tenía algún interés y el 27% tenía un interés alto. Estas cifras reflejan que en Latinoamérica existe la desafección partidista y la indeterminación ideológica (Walter, B. 1965). En Colombia, la cualidad más asociada con las políticas en el estudio fue la corrupción y la segunda fue la injusticia. La falta de una dictadura como en países cercanos ha creado un respeto y un orgullo por la democracia en Colombia. Sin embargo, Colombia tiene más una democracia procedimental en vez de una democracia sustantiva. En otras palabras, Colombia sí tiene una democracia pero su cultura política no es tan democrática y esto es resultado de la apatía y la desconfianza en el gobierno (Walter, B. 1965).
Uno de los filósofos más conocidos del siglo veinte que se enfocó mucho en la justicia y la ciudadanía fue John Rawls. Él aceptó que hay muchas diferentes opiniones sobre las ideas políticas, religiosas y morales que son razonables y que los ciudadanos deben respetar estas opiniones (Rawl, J. 1996). En una sociedad bien organizada, son los ciudadanos quienes son autónomos y no los partidos. Los ciudadanos deben preocuparse por sus libertades y oportunidades y deben influenciar a los partidos para trabajar por esa meta. Los ciudadanos de una sociedad deben seguir su percepción de lo bueno y de los principios de la justicia basada en libertades fundamentales. Como todos los ciudadanos respetan las opiniones razonables de los demás, una mayoría no debe reprimir a una minoría. Últimamente, los ciudadanos deben darse cuenta de que otras personas tienen creencias diferentes y que los ciudadanos de una democracia no deben imponer sus creencias a los demás. Rawls llamaba esto consenso solapado (overlapping consensus) (Rawl, J. 1996).
Sin embargo concebir la cultura política sólo desde el ámbito de la justicia parece ser insuficiente ya que cada persona en distintos ámbitos interactúa con los demás no solo a partir de un sistema de normas y regulaciones sociales sino también a través de un sistema de creencias, de apreciaciones sobre el mundo forjadas desde lo emocional y de las narrativas creadas a través de su experiencia.
En esa lógica Christian Schumacher en el artículo “Hacia una cultura del perdón”:
"En otras palabras, y dada nuestra naturaleza consciente, si para una cultura de la justicia es necesario el cultivo de la razón, para una cultura también política del perdón es imperioso el cultivo de las pasiones. La educación sentimental, aparentemente tan inglesa como anticuada, permite encontrar una alternativa sensible al ciclo repetitivo de venganza contra venganza, pasión contra pasión, ojo por ojo y diente por diente, que parece inevitable cuando la razón nos falla. Es a través de la educación sentimental que encontramos el valor de perdonar, cuando el perdón, por indeseable y poco razonable que parezca, es ineludible y políticamente imperioso"
Schumacher, C. 2007
En ese sentido, cuando se habla de cultura política, se refiere también a un asunto de la vida y las prácticas cotidianas de las personas: sus relaciones personales, su forma de percibir al otro u otra, su relación con las instituciones sociales, su capacidad de enfrentar conflictos, entre muchas otras. Así, la vida misma (cultura) es el asunto central de la política, y en este caso, de la cultura política del cuidado, el perdón y la reconciliación.
Actualmente, muchos aspectos de la vida se han tramitado y normalizado desde la violencia; discursos y principios han sido apropiados a partir del odio, la venganza y la negación de la otra persona y de su contexto. La Cultura Política del Cuidado, el Perdón y la Reconciliación busca romper la normalización de la violencia y convertir los discursos de exclusión en oportunidades de diálogo, las prácticas agresivas en ejercicios de transformación basados en el cuidado y el desconocimiento en reconocimiento.
Brown, A. (2005). Conclusions’ in Political Culture and Post Communism. Ed. Stephen Whitefield. New York: Palgrave Mcmillan.
Walter, B. (1965). Review of The Civic Culture: Political attitudes and Democracy in Five Nations, by Gabriel Almond and Sidney Verba. The Journal of Politics, Vol. 27, No. 1.
Ruíz, J. (2012) ‘Una aproximación a la cultura política Colombiana desde el debate contemporáneo de la democracia,’ Revista, Vol. 42, No. 117.
Rawl, J. (1996) Political Liberalism. New York: Columbia University Press.
Schumacher, C. (2002). “Hacia una cultura del perdón”, en Adolfo Chaparro A. (ed.), Cultura política y perdón, Bogotá, Universidad del Rosario.