Tengo la costumbre, aunque no de manera constante, de pedirle a Dios que se comunique conmigo, buscando orientación en esta compleja y a veces incomprensible maraña llamada vida. El otro día, incliné la cabeza y oré: "Por favor, Dios, habla conmigo. Ayúdame a liberar de mi corazón esos odios y rencores que me mantienen atrapada en esta baja vibración, en un mundo donde la violencia parece ser el ritmo de la vida. Estoy convencida de que es debido a esta baja vibración que la pesadilla en la que me encuentro se manifiesta en guerras y violencia en general.
Así que esa noche, después de mi ruego claro y explícito, tuve un sueño revelador que todavía no he resuelto en esta vida. Sé lo que tengo que hacer y tengo la intención de hacerlo, pero con el tiempo, me olvido y no lo llevo a cabo. En ese sueño, que fue profundamente desagradable, viví una realidad que me cuesta aceptar, una realidad que soy pero que no logro ver completamente en mí misma. Aunque en ocasiones tengo una conciencia clara sobre una de mis hermanas, a quien veo como portadora del mal en mi hogar, de la división, el fracaso, la traición y la manipulación, esa visión no alcanza a abarcar todo lo que veo, siento y percibo. No sé muy bien cómo explicar esta sensación.
Es decir, en mi vida, este rencor hacia mi hermana lo abarcaba todo. En el sueño, iba caminando con mi uniforme de secundaria, y de repente me encontré frente a frente con ella. Al verla, todo, absolutamente todo el sentimiento que me provocaba y que no podía controlar, era de culparla por todo.
En el momento en que me encuentro con ella y la miro a los ojos, esa sensación de ira hacia lo que ella representa para mí provoca que el espacio blanco que nos rodea se llene de escenas de ciudades ruidosas, guerras, conflictos, y caos. Me doy cuenta entonces de que lo que debo hacer es perdonar esta idea que tengo de ella, para poder liberarme de este remolino que me atrapa en el caos de la vida, donde lo que reina es el miedo, el odio y el rencor hacia nuestros hermanos. El sueño no continúa más; es simplemente ese momento de darse cuenta de lo que tengo que resolver, de una u otra forma. Aunque ya pensé que lo primero es declarar a mi hermana mi perdón por verla de esta manera, no lo he hecho porque, durante el día, se me olvida. No sé si lo olvido a propósito, porque no quiero enfrentar esa sensación tan desagradable que se desbordó en mi sueño.
Ayer, y digo ayer porque el "hoy" comienza cuando abro mis ojos, soñé que estaba trabajando. En ese trabajo también estaban varios amigos de mi hermano. Se me ocurrió entonces que podíamos formar un grupo de teatro, así que nos reunimos para que les compartiera mi idea. Durante la reunión, les expuse mi propuesta de formar un grupo de teatro. Sin embargo, todos comenzaron a sacar escritos completamente incoherentes, que no nos llevarían a ninguna parte. Les pedí que esperaran y escucharan lo que tenía que decir: para empezar, propuse que leyéramos algo de la historia del teatro.
Al salir de esa reunión, me encuentro con una de mis hermanas, quien tiene que ir a algún lugar y yo la acompaño. Nos enfrentamos a una gran escalera de caracol, pero justo cuando estamos a punto de salir, comienza a llover con mucha fuerza, lo que nos impide continuar. Decidimos dar la vuelta, y entonces nos encontramos con otra de nuestras hermanas, que nos dice que qué bueno que nos encontró, porque quiere invitarnos a conocer a un primo.
Comenzamos a bajar, y les digo que voy al baño porque el calzón me molesta y quiero acomodarlo bien. Camino hacia los baños y entonces me doy cuenta de que el centro comercial en el que estamos es de una elegancia exorbitante. Las paredes y el piso son de mármol negro, las lámparas cuelgan creando juegos de luces, y las ventanas y cristalería en exhibición, como copas y vasos, reflejan chispas de arcoíris. Las mesas de madera y cristal completan un ambiente exageradamente elegante y fino. Llego al baño y no hay cambio alguno en ese lujo; enormes espejos reflejan mi imagen mientras me acomodo la pantaleta. Después de eso, salgo del baño.
Camino hacia el bar donde están mis hermanas con el primo. Es un hombre enorme, de aproximadamente 1.90 m, pero está vestido como una hermosa mujer. Lleva un vestido negro, su cabello está a la altura del cuello y sus labios están pintados de rosa, lo que le da un aspecto muy atractivo. Nos cuenta que se alejó de la familia porque sintió el rechazo de la familia central. Nosotras también estamos solas, ya que tampoco hemos interactuado con la familia por otras razones. Mientras conversamos, disfrutamos de un vino de color bermellón. Acordamos volver a vernos al día siguiente. Como ha dejado de llover, mi hermana, a quien estoy acompañando, y yo nos levantamos para continuar nuestro camino, con la promesa de reunirnos de nuevo al día siguiente.
La escena cambia y me encuentro llegando al mismo lugar donde nos habíamos reunido el día anterior. Voy acompañada de mi esposo que se siente mal de la garganta. Nos cruzamos con una de mis hermanas, quien nos muestra una botella de vino, como si yo supiera de vinos, y me dice: "Creo que he elegido la mejor." Nos sentamos, y llega el primo, que sigue luciendo hermoso. Es tan alto que lo observo hacia arriba, y al mismo tiempo me impresiona lo hermoso que es. No sé qué me quiere decir el sueño en relación con el movimiento woke. Realmente no tengo nada en contra de que la gente haga de su vida lo que le plazca, pero soy consciente de que la política alrededor de este "problema" no me parece adecuada debería cambiar; quizá desaparecer la idea de género, no lo sé.
Sobre el significado de este último sueño, parece que podría estar reflejando varios aspectos de mi vida y mis pensamientos. La presencia del primo, que desafía las normas tradicionales de género, podría simbolizar mi reflexión interna sobre la identidad, el juicio, y la aceptación. El hecho de que lo vea y me enfoques en su apariencia a pesar de su género sugiere que, en mi subconsciente, hay una aceptación de la belleza y el valor más allá de las etiquetas tradicionales.
El movimiento woke y la política de género mencionados en mi reflexión indican que cuestiono las normas establecidas y quizás busco una forma de integrar estas ideas en mi vida de manera más armoniosa. Tal vez el sueño esté sugiriendo que, aunque no tengas un problema personal con la libertad de expresión de identidad, me pregunto cómo deberían cambiar las percepciones sociales y políticas en torno a estos temas para crear un mundo más inclusivo y menos divisivo.
¿Tú qué piensas que trata de decir este sueño?
CDMX, 04/09/2024.