Valentina Zharkova
Matemática experta en patrones solares
Habibullo Ismailovich Abdusamatov
Astrofísico ruso quien hablo en 2008 que entrabamos a una nueva miniglaciación
Tamesis congelado en 1677
Sol
Un colega chileno residente en la isla de Pascua relataba, en su último viaje a México, cómo la anterior miniglaciación afectó de manera significativa a su comunidad, sus expresiones fueron de una afectación fuerte, dura. No podíamos saber, concebir, cómo los había afectado. Este testimonio resulta relevante en el contexto de las discusiones científicas sobre la posibilidad de un nuevo ciclo de enfriamiento global. Investigadores como el astrofísico ruso Habibullo Ismailovich Abdusamatov han sostenido que la disminución de la actividad solar, siguiendo patrones históricos como el Mínimo de Maunder (1645–1715), podría conducir a una nueva Pequeña Edad de Hielo hacia mediados del siglo XXI. Abdusamatov pronosticaba que el punto crítico de este fenómeno se ubicaría aproximadamente entre 2025 y 2035, con especial impacto en el hemisferio norte. Después de que vórtice se instale llegaría la calma, este enfriamiento durará alrededor de 100 años.
(Puedes leer una entrevista con este gran científico en: https://www.estrellasyborrascas.com/clima.php?ID=3 )
En esta misma línea, la matemática y astrofísica ucraniana Valentina Zharkova se une al pensamiento de Abdusamatov al señalar que el Mínimo de Maunder constituye un ejemplo histórico de cómo la baja actividad solar puede modificar el clima terrestre y que el climax llegaría en 2031. Además, en su esfuerzo por comprender las posturas dominantes, mostró humildad intelectual al analizar los modelos matemáticos utilizados por otros investigadores y descubrió una falla significativa: se había colocado una constante en lugar de una variable dentro de ecuaciones altamente complejas. Esta sustitución no fue casual, sino consecuencia de que muy pocos especialistas poseen el nivel matemático necesario para resolver dichas fórmulas en su versión completa. El hallazgo de Zharkova refuerza su crítica al consenso establecido y aporta un argumento adicional para considerar que los modelos climáticos actuales podrían estar sobreestimando el calentamiento global, mientras subestiman la influencia de la actividad solar en los cambios climáticos.
(Puedes acceder a un video donde se entrevista a Valentina Zharkova, matemática de alto nivel Valentina Zharkova – Grand Solar Minimum & Little Ice Age in 2031 | Musings from the Chiefio )
Asimismo, resulta llamativo que en lugar de abrir espacios de diálogo se haya optado por ridiculizar a figuras políticas como Donald Trump, quien sostuvo conversaciones con el físico de Princeton Will Happer, especialista en dióxido de carbono. Happer ha defendido que el CO₂ no es un contaminante peligroso, sino un gas esencial para la vida y el “enverdecimiento” global. Más allá de las diferencias ideológicas, lo relevante sería propiciar un acercamiento entre líderes políticos y científicos para discutir de manera seria lo que está ocurriendo y coordinar estrategias de adaptación. La ciencia no debería ser utilizada como doctrina, verdad absoluta, arma de burla o superioridad, sino como herramienta de cooperación para enfrentar fenómenos que afectan a millones de personas.
(Te invito a ver la entrevista con este famoso investigador del CO2 EXCLUSIVE: Interview with Prof. William Happer – Climate Scare Is Based on Lies )
La ausencia de un debate abierto sobre estas hipótesis en instituciones académicas y organismos internacionales plantea interrogantes sobre la relación entre ciencia, política y economía. Mientras el discurso dominante se centra en el calentamiento global de origen antropogénico, las teorías de la miniglaciación han recibido menor atención y, en algunos casos, han sido marginadas. Ello resulta problemático si se considera que, de confirmarse, un ciclo de enfriamiento tendría efectos sociales y económicos significativos, especialmente en regiones vulnerables.
(Artículos que hablan de esta posibilidad Mínimo de Maunder y posibles implicaciones climáticas | ARCHIVO - Información y Actualidad Astronómica )
Este fenómeno, además, estaría acompañado de una mayor actividad volcánica en el cinturón de fuego del Pacífico y de terremotos de gran intensidad. La interacción entre la dinámica solar y los procesos geológicos podría intensificar los riesgos naturales, generando un escenario de alta vulnerabilidad para las poblaciones asentadas en zonas sísmicas y volcánicas. Estos eventos, sumados a las alteraciones climáticas, tendrían un impacto profundo en la agricultura, la infraestructura y la seguridad energética de numerosos países.
(Terremoto en Alaska Terremoto de magnitud 7.0 entre Alaska y Canadá )
En este punto, es necesario señalar que el discurso del calentamiento global también ha estado acompañado de intereses económicos. La promoción de tecnologías como celdas solares, aerogeneradores y baterías ha generado nuevas cadenas de producción que dependen de minerales estratégicos, en particular el litio. Este recurso, central en la fabricación de baterías, ha provocado procesos de extracción que conllevan contaminación y, en algunos casos, tensiones geopolíticas y agresiones hacia países que poseen grandes reservas. Así, la narrativa climática dominante no solo responde a preocupaciones ambientales, sino también a dinámicas de mercado y poder internacional.
(Entrevista con William Happer Princeton Physicist William Happer on the Environmental Benefits of CO2)
La evidencia empírica también merece atención. Hace apenas unas décadas, los calendarios escolares y comerciales solían ilustrar escenas de nieve en Estados Unidos durante enero y febrero. Hoy, al comenzar diciembre, 40 estados de ese país se encuentran afectados por olas de frío, lo que sugiere que los patrones climáticos están mostrando señales de cambio que deberían ser analizadas con seriedad.
En este sentido, la pregunta central es por qué los gobiernos no abordan de manera transparente estas posibilidades y, más aún, por qué no se diseñan estrategias de adaptación y supervivencia para las poblaciones que podrían verse afectadas. La historia climática muestra que los cambios abruptos en la actividad solar han tenido impactos profundos en la agricultura, la energía y la organización social. Ignorar estas advertencias limita la capacidad de respuesta y aumenta la vulnerabilidad de millones de personas.
Finalmente, es necesario recordar que la ciencia no es única ni infalible. Los modelos y teorías están sujetos a revisión constante, y lo que hoy se considera verdad puede ser cuestionado mañana. Reconocer esta limitación no debilita a la ciencia, sino que la fortalece, pues abre la puerta al debate, a la corrección de errores y a la construcción de un conocimiento más amplio y plural.
CDMX, 09/12/2025.