Piedras grandes (previamente lavadas).
Rotuladores.
Témperas.
Pinceles.
desarrollo de la actividad
Los más pequeños poseen una imaginación y creatividad descomunales, cualidades que son maravillosas y que debemos ayudar a conservar. Una manera de fomentar estas particularidades es distribuyendo a cada niño una piedra grande y témperas de colores. Con la combinación de estas dos herramientas, serán capaces de crear diversidad de colores y formas.
Los niños experimenran con texturas y colores, aprendiendo que la belleza está hasta en las cosas más sencillas. Cualquier elemento puede ser válido para crear una obra. Esta simple actividad no solo fomenta la expresión artística, sino que también promueve la conexión con el medio ambiente. Además de cultivar la paciencia y la atención plena. Con esta iniciativa, ¡nuestros alumnos se convierten en verdaderos artistas creando auténticas obras de arte!
La primera piedra creada debería ser con total libertad, sin decir al alumno lo que debe pintar. En el caso de querer continuar con la actividad, tenemos diversas opciones:
Proponer una temática: animales, monstruos, dibujos animados...
Crear una historia: una vez las piedras estén pintadas, por equipos, los alumnos pueden inventarse un relato.