Papel o cartulina blanca.
Hojas secas de árbol, a ser posible de varios colores (amarillo, verde, marrón, naranja).
Rotulador para hacer la forma de la mano.
Color marrón para colorear el tronco.
desarrollo de la actividad
Esta actividad puede realizarse de diversas maneras, pero lo más divertido de todo es que los niños sean los que busquen y recolecten las hojas para su dibujo.
Para ello, realizaremos una excursión al bosque o jardín del colegio. Antes de empezar la búsqueda, debemos dejar claro a los alumnos que tan solo puede coger las hojas que ya se han caído de los árboles. Debemos concienciar a los más pequeños de la importancia del cuidado del medio ambiente y de los seres vivos.
La maestra llevará una bolsa para meter todas las hojas y los alumnos irán recolectando. Probablemente las hojas caídas ya estarán secas y de color marrón, pero debemos animar a buscar de color amarillo, verde e incluso naranja. Si nos fijamos y vamos con calma, podemos encontrar cosas maravillosas.
Con este material se puede hacer infinidad de actividades, pero en este caso realizarán un dibujo. Cada alumno tendrá un folio o cartulina de color blanco. En él deberán dibujar la silueta de su mano, simulando el tronco del árbol, y pintarlo de color marrón. A continuación pegarán las hojas recolectadas a su alrededor.
Debemos dejar volar la imaginación y que sitúen las hojas por donde ellos quieran. No importa si están por el aire, en el suelo o en las ramas. Lo importante es que combinen y experimenten con los diferentes colores de hojas y que sean creativos.