Las virtudes
Las virtudes
Buenos días, fray Tomás... ¿qué son las virtudes? ¿Por qué son importantes?
Sé que algunos, en estos tiempos, no hablan mucho de las virtudes o no las consideran importantes. Pero el ser humano es un ser que se va modelando a sí mismo, se va haciendo a lo largo de su vida por medio de sus acciones. Cada una de nuestras facultades (la inteligencia, la voluntad, nuestra afectividad) es como una materia que se puede plasmar. Las virtudes son esa formas que van adquiriendo y que las capacitan para el bien.
¿Nos da una definición de virtud?
Yo tomé la que había dado san Agustín: es una buena cualidad de la mente, por la que se vive rectamente, de la cual nadie puede usar mal, producida por Dios en nosotros sin intervención nuestra.
¿Nos la explica un poco?
Una buena cualidad de la mente quiere decir que tu alma, cuando tiene una virtud, se encuentra modelada, dispuesta, no solo para que seas bueno sino también para que seas capaz de obrar bien. Y a diferencia de otras cualidades, las virtudes solo sirven para el bien. Como las principales virtudes son infundidas por Dios en nuestra alma por medio de la gracia, decimos que es producida por Dios en nosotros sin intervención nuestra. Pero lo cierto es que con nuestras buenas acciones nosotros también somos capaces de generar las virtudes, y debemos hacerlo, para que todo en nosotros tienda hacia el bien.
¿Y en qué partes del alma se encuentran las virtudes?
En todas las que tienen una cierta plasticidad, capacidad de dirigirse hacia diversos objetos (a esto yo le llamé "estar en potencia a lo diverso"). La inteligencia, la voluntad, y los apetitos sensibles que buscan, sea el bien en cuanto tal, sea el bien arduo o difícil, pueden adquirir las virtudes.
¿Cuáles son las principales virtudes?
La tradición cristiana y filosófica reconoce siete. Tres de ellas se llaman "teologales", porque su objeto directo es Dios, son la fe, la esperanza y la caridad. Las otras cuatro son llamadas "cardinales" (del latín "cardo-cardinis", que significa gozne o bisagra), pues en torno a ellas gira toda la vida moral de la persona. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
¡Muchas gracias! Seguiremos con este tema...
¡Con todo gusto!
Suma Teológica, I-II, 55-56. 61-62