¿Cómo sé que Dios existe?
¿Cómo sé que Dios existe?
Buenas, fray Tomás... ¿cómo sé que Dios existe? No me diga: hay que tener fe...
¡Claro que hay que tener fe! Pero, atención: la razón humana tiene una gran capacidad, y su alcance no se limita a entender las cosas que se ven o se tocan. ¡La razón del hombre también puede alcanzar el conocimiento de la existencia de Dios! Y lo puede hacer a partir de todas las cosas que Él mismo ha hecho. Pero para eso hay que recorrer distintos caminos (yo les llamé "vías"), que sirven para mostrar que Dios existe, independientemente del acceso a Dios que podemos tener por la fe.
¿Nos puede explicar esos caminos?
Ciertamente. El primer camino pasa por el hecho del cambio. "Todo cambia": ¿quién no se da cuenta de eso? Y siempre lo que cambia presupone algo o alguien que mueva a ese cambio. Pero como una cosa mueve a otra, y esta a otra, y así sucesivamente, si nos remontamos en esa línea de cosas que se mueven unas a otras, tenemos que llegar a una primera realidad que mueve, pero no es movida. A eso todos llaman Dios. Lo mismo pasa en el segundo camino: todo lo que sucede en el mundo tiene una causa; y como no se puede establecer una línea infinita de causas, llegamos a la conclusión de que existe una causa primera, es decir, Dios.
Claro... pero la sensación que nos queda es que nada hay fijo en este mundo, nada permanente, nada necesario...
Sin duda, la gran mayoría de las cosas que existen y de los hechos que suceden se llaman "contingentes": son, pero podrían no ser o no haber sido nunca. Ahora bien, no todo puede ser así, porque si todo fuera contingente, nada llegaría nunca a ser. Algo necesario está a la base de todo lo que pasa este mundo. Mejor dicho, Alguien: Dios. Ahí está la tercera vía.
Y las cosas más bellas y excelentes que hay en este mundo... ¿vienen de Dios?
¡Por supuesto! Hay cosas buenas, bellas, nobles... pero no todo es igualmente bueno o bello, hay grados también en estas realidades. Ahí tenemos un cuarto camino para llegar a Dios. ¿Por qué es buena una sabrosa comida, pero mejor es una obra de bien? ¿Por qué puede ser bello un rostro o un cuerpo, pero más bella es la práctica de las virtudes, de la generosidad o del amor? Porque lo que es bueno o bello lo es en mayor medida cuanto más se acerca a la fuente de toda bondad o belleza, es decir, a Dios mismo.
¿Y todo lo que sucede, sucede por algo?
Ahí está la clave de mi "quinta vía": todo sucede por un fin. En los asuntos humanos, ese fin lo pone el mismo hombre que actúa, pero en el conjunto de la realidad es Dios el que ha dispuesto un designio para que todas las cosas alcancen su fin. Sólo un ser inteligente, y máximamente inteligente, puede dar su finalidad a la vida de las plantas, de los animales, de los astros, del mundo entero. Ese Ser de suprema sabiduría que hace que todo se disponga de acuerdo a una finalidad, es a quien todos llamamos Dios.
¡Muchas gracias, Fray Tomás!
Suma Teológica, I, 2.