MATEMÁTICAS EN EL RENACIMIENTO

De la resolución de la cúbica a los números complejos

Las matemáticas, tal como las conocemos, suponen un lenguaje universal, estandarizado y diseñado para que cualquier persona, sea cuál sea su idioma, pueda entenderlas, pero esto no siempre fue así.

Durante el Renacimiento, las matemáticas se hacían con dibujos (geometría) y palabras. Uno de los casos más famosos, está relacionado con el origen de los números complejos y la resolución de la ecuación cúbica, cuando Niccolo Fontana “Tartaglia” transmitió la solución a Girolamo Cardano en forma de poema.

El alumnado, acostumbrado a las matemáticas más abstractas, han tenido que realizar el viaje inverso y entender que las matemáticas al principio eran problemas prácticos del número real, relacionadas con el comercio, la arquitectura o la geometría, pero que la resolución de ciertos problemas obliga al uso de matemáticas más abstractas.

Los alumnos de 1º de Bachillerato han trabajado como matemáticas del siglo XVI y han resuelto ecuaciones de grado 3 a partir de la traducción de ese problema.

Por el camino, han encontrado la necesidad de usar números complejos y han vivido, tal como sucedió alrededor de 1530, la polémica relacionada con la aparición de “áreas negativas”. Para completar la historia, justo en estas fechas estamos viendo la noticia de que la realidad a nivel cuántico necesita obligatoriamente de esos números complejos que nacieron como un sinsentido para los matemáticos del Renacimiento.